Another Wish (Número Cinco y tú)

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Maratón 3/?

"____ Hargreeves"

Después de esa noche que la pasé llorando abrazada de Ben, no volví a tocar el tema y ninguno de mis hermanos tampoco lo mencionaron, mientras que la otra Academia no tenía ni la mínima idea de lo que me pasaba.

Papá ya había regresado y los entrenamientos se habían vuelto más intensos que antes. La tensión en el ambiente iba creciendo más luego de que mis demás se enteraron de los oscuros secretos de Reginald. No teníamos nada planeado aún, lo único que teníamos claro era sacar a todas esas personas de allí, o al menos eso es lo que yo quiero.

— Padre ¿Podría entrenar hoy con Ben? Quiero ayudarle a que desenvuelva mejor su poder — pedí fingiendo estar normal. En casi todos los entrenamientos me tocaba con Cinco, al ser los dos el mismo número.

Se me quedó observando por segundos pero terminó cediendo.

— ¿Está todo bien? — me preguntó Cinco tomándome del brazo. Me limité a asentir con la cabeza y soltarme de su agarre.

Desde hace días he tratado de no cruzar palabras con él, porque me conocía y sé que lo perdonaría aunque Cinco ni sepa la razón. Dylan, Jack y Ethan ya estaban al tanto de lo que ocurría, casi iban a formar un caos, hasta que llegó Ben y mis dos hermanas a evitarlo, pero aún así, Cinco saldría vivo a final de cuentas.

Luego del duro entrenamiento del día, fui por un vaso de agua junto con Ben. No ha querido separarse de mí todo este tiempo.

— ¿Evitarás a Cinco por siempre?

— No lo estoy evitando, solo trato en no hablar con él — respondí fingiendo demencia.

— ____ eso significa que lo estás evitando — dijo obvio — me duele que estés así, pero creo que hay dudas que aclarar. No siempre es lo que creemos.

— Tal vez tengas razón pero no creo estar preparada cuando me entere que sea cierto lo que nosotros creemos.

— En ese caso tendrás una noche más para sacar todas tus lágrimas y mocos en mi hombro.

Abrí mi boca para comentar algo al respecto, pero el sonido de una alarma comenzó sonar en toda la casa. Tanto como Ben y yo, actuamos rápido y activamos nuestro brazalete para que nuestro uniforme se convirtiese en nuestro traje de héroe. Salimos corriendo para reunirnos con los demás en el centro de la mansión.

— Se ha detectado un súper villano en el sur de la ciudad, deben ir rápido ¡Ya! — Ordenó papá.

Cada quien se fue yendo por su cuenta. Dylan se llevó consigo a dos acompañantes con su súper velocidad, y el resto se fueron corriendo por su cuenta. Con mi poder de fuego, lo iba a usar como un propulsor y básicamente me iba ir volando. Pero unas manos fueron más rápidas, que me tomaron de la cintura y en un abrir y cerrar ojos, ya estaba en otro lado.

— Puedo ir por mi cuenta Número Cinco — le dije al darme cuenta que era él.

— ¿Por qué me has estado evitando todo este tiempo?

— No te he estado evitando — se lo negué.

— ¿Ah no? Entonces tratar de no verme a la cara no es evitar a uno — comentó irónico e ignoré — ¿Ves? Me estás evitando justo ahora — seguí con la misma actitud — mírame a los ojos — di caso omiso — ¡Mírame!

— ¡No me grites!

— ¡Es la única manera para que me respondas!

— Si tanto quieres saber ¡Entonces recuerda lo que dijiste antes! — Respondí también gritándole a la cara.