Another Wish (Número Cinco y tú)

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Maratón 2/?

"_____ Hargreeves"

Después de ese momento con Cinco, no volví hablar por lo que quedaba de camino hasta la mansión y apenas cuando llegamos por fin, corrí a encerrarme a mi habitación para estar a solas. Me tiré en mi cama y solté un grito de desahogo con un cojín en mi cara para que no se llegase a escuchar en el pasillo detrás de mi puerta.

No tenía las palabras precisas para explicar el estado que tenía por dentro, pero lo que si podía decir que Cinco es a la última persona que deseo ver por ahora. Me sentía como una tonta.

— No quiero hablar con nadie — dije luego de que sonara unos golpes — quiero estar sola — me quejé por mis hermanas que le valieron madres a lo que dije recientemente.

— Llevamos meses sin tener una conversación de chicas y la necesitamos justo ahora — dijo Kiara sentándose a mi lado, quitándome del cojín y yo solté un gruñido — ¿Qué te traes con Cinco?

Esto tenía que ser una broma. A veces pienso que todos quieren llevarme la contraria a propósito.

— No pasa nada con Cinco y no pasará nada con él. ¿Ahora me dejan sola? Se les agradecería.

— No te engañes contigo misma — insistió mi otra hermana — lo de ustedes dos no es algo normal, esas miraditas que se dan cuando estamos comiendo significa otra cosa. Está más que claro.

— Si tan claro lo tienen, no veo la necesidad de venir a mi habitación y en preguntármelo.

— Solo queremos que tú misma nos lo confirmes.

Era obvio lo que tramaban ellas dos y no pararían hasta que lo confesase, aunque llegase a mi límite de enojo que ahora mismo, ya está llegando a un nivel muy alto.

Cuando menos quiero saber cosas sobre Cinco, es cuando más me lo mencionan que hace que lo recuerde.

Valerie y Kiara seguían presentes acá, esperando la respuesta que deseaban. Insistían e insistían que hasta por fin, exploté.

— ¡Me gusta Cinco! ¿Eso era lo que querían oír? — Respondí en casi un grito que las sobresaltó y reaccionaron con susto por mi comportamiento — me gusta Cinco, ya lo saben, ya se los confirmé. Hasta puedo decirles que nos hemos besado si tanto quieren saber. Ahora si me permiten, no quiero volver a escuchar su nombre y deseo estar en la soledad.

Por fin tenía en claro lo que sentía por Cinco, pero fue en el momento menos indicado, cuando me doy cuenta que ama a persona y no soy yo. No era egoísta, uno no controla ese sentimiento inevitable, pero lo de él no sabría si se tenga que perdonar en algún futuro. Me besa, me enamora y él ama a alguien más. Me sentía usada para pasar el rato.

— ¿Acaso soy un juego para él? — Pregunté de repente a lágrimas que salía en descontrol en mis ojos — si es así ¿Por qué justamente conmigo?

Mis dos hermanas me vieron sin entender. En un principio cuando entraron, solo estaba molesta y fastidiada insistiendo en que salieran, y ahora me encontraba llorando a mares en mi cama.

Kiara fue la primera en actuar y se sentó a un lado de mí, acariciando mi cabeza para que me calmara y Valerie permaneció sentada en el mismo lugar de antes.

— ¿Quieres hablar de lo que pasó? — Decidió preguntar Kiara.

— Cinco ama a alguien más, pero se indignó a jugar con mis sentimientos — respondí con voz entrecortada entre la lloradera que tenía — me siento como una tonta. Abrí muy rápido mis sentimientos por él y ya tiene a alguien más.

Mi pecho me dolía, el dolor era tan insoportable, pero comienzo a pensar que en realidad tenía mi primer corazón roto.

— Me besa y tiene el descaro de decirme que ama a alguien ya — sigo hablando en desahogo — pero yo soy más estúpida aún en estar llorando por ese imbécil pero...¡Pero es inevitable! — Solté un llanto más fuerte que los otros.

— ¿Cinco te lo dijo? — Preguntó Valerie y asentí — ¿Cómo sabes que esa persona no eres tú?

— Porque comparte un collar con esa persona y yo no tengo ese collar, él a mí no me ama — lo último dolió y bastante.

— ¿Hay algo que podamos hacer por ti? — Siguió consolándome Kiara.

— ¿Pueden quitarme mis emociones para no sentir nada? — Ninguna de las dos respondieron — ¿No? Entonces solo me queda seguir en lo que estaba, llorar hasta quedarme seca por dentro como un desierto.

— No sé qué se deba hacer en estos casos, pero lo que sí sé es que no debes llorar por alguien que no valga la pena — aconsejó Valerie.

Ninguna de nosotros tres había tenido experiencias de citas, novios y toda esa cuestión. Era la primera de las tres que se enamorara de alguien. Yo era la primera novata que terminó cayendo en dolor y tristeza.

— No es tan fácil que te deje gustar a alguien y menos cuando por fin te das cuenta.

Después ya más nadie volvió hablar, solo se dispusieron en acompañarme y dar su intento de levantar mis ánimos de la alegría, pero no se dio su resultado deseado.

Les pedí una vez más en estar sola y por fin, me concedieron mi petición. Al instante de tener la habitación sola para mí, me acurruqué con las cobijas de pies a cabezas y seguí llorando con mis rodillas pegadas en el pecho.

Ya no tenía la noción del tiempo, pero caí en cuenta que ya era de noche cuando di un vistazo a mi ventana. No había bajado a cenar.

— Quiero estar sola — dije tras escuchar unos golpes en mi puerta.

— Debes comer un poco — escuché la voz de Ben. Lo vi de reojo y tenía un plato de comida en su mano. Yo solo me volví a cubrir con mi cobija — Valerie y Kiara me contaron que no estás del todo bien, pero no me dijeron la razón. ¿Quieres hablarlo conmigo?

Sentí hundirse más de lo que estaba mi cama y eso significaba que Ben se había sentado en ella. No se iría hasta que dijera algo, lo conozco bien.

— No me pasa nada, estoy bien — respondí.

— Puedes mentirle a cualquiera menos a mí, no caeré en eso. Si no quieres hablarlo está bien, pero no quiero que te sientes así sola.

Con escuchar eso, me quite todas las almohadas y cobijas que tenia encima, y me lancé sobre mi hermano a abrazarlo fuertemente.

— Me enamoré de Cinco, Ben — se lo confesé — pero él no siente lo mismo. Ya no quiero seguir así, pero con el poco tiempo que llevo conociéndolo, lo amo.

Tal vez en otra vida estaría destinada a estar con él, pero esta no era la indicada al parecer.