Another Wish (Número Cinco y tú)

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- A ver Número Cinco, concéntrate.

Concentración, era lo único que debo tener en este mismo momento. No prestarle atención a nada que estuviera cerca mío, solo debía enfocarme en mí.

- ¡Ahora!

Con el aviso de mi padre, comencé a crear una bola de hielo con mis manos y luego debía moverlo de un lado a otro con mi mente. Por ahora todo iba bien, pero todo acabó al momento de fracasar en utilizar otro de mis poderes.

- ¡Número Cinco! ¡Te he dicho que debes concentrarte! - regañó mi padre anotando cosas en su libreta.

- ¡Eso intento!

- Intentarlo no me sirve de nada, Número Cinco. Lo que me sirve es que sepas manejar bien tus poderes a la perfección - seguía regañando.

- ¿A la perfección? ¿Es en serio lo que me dices? ¡Entreno más duro que mis hermanos y he mejorado mis poderes! ¿Que más quieres padre? Hago lo mejor que puedo.

- ¡Incorrecto! - corrigió papá exclamando - eso es totalmente incorrecto. No estás haciendo lo mejor de ti, necesito más. Debes concentrarte en tu poder interno.

- Lo dices como si fuera tan fácil - dije en voz baja pero el viejo llegó a escucharme.

- ¡No pienso aceptar ese comportamiento! Ya ha terminado tu entrenamiento, espero que para mañana uses tus poderes como es, Número Cinco. Ahora retírate y ve con tus hermanos.

Y todo eso se basa en mi vida. Entrenamiento con mis hermanos, luego entrenamientos intensivos yo sola con papá, hacer misiones y combatir contra villanos con poderes como nosotros.

- Lo hiciste bien hoy - dijo mamá cuando salí de la sala de entrenamiento.

- Ojalá que papá pensara lo mismo. Intento mejorar todos los días y para él estoy empeorando cada vez más.

- Lo harás bien para la próxima y tu padre estará orgulloso de eso - intentó animarme.

- Gracias mamá- ella me dió un beso en la frente - tus hermanos están en la sala por si lo buscas - dijo, yo asentí y me dirigí a donde suponía que se encontraban mis hermanos.

- ¿Que tal tu entrenamiento con papá? - preguntó uno de mis hermanos con rasgos asiáticos mientras leía sentando en el sofá.

- ¿Cómo crees que me fue Ben? Obvio, del asco - respondí tirándome en el sofá y por fin descansar.

- ¿Por qué papá te entrena tanto? - preguntó otro de mis hermanos caminando por la pared - se que tienes más poderes que nosotros, pero no significa que te entrenen más.

- Lo que dice Ethan tiene razón - comentó otro hermano - es injusto, nosotros también necesitamos atención como tú, no entiendo de qué te quejas que papá te entrene más.

- Mm, Dylan no me refería a eso - volvió hablar Ethan despegándose de la pared para sentarse en otro sillón - digo que nuestro padre no debe sobre esforzar a ninguno de nosotros.

- Dylan, si tanto deseas tener entrenamientos intensivos, si es por mi te lo doy - dije - créeme que no los quiero.

- No le hagas caso a Dylan - dijo mi hermana Kiara - sabes que él está muy obsesionado con sus poderes.

- Si, por eso se cree como el líder - dijo otra hermana, Valerie - aunque ni siquiera lo es.

- Primero, no estoy obsesionado con mis poderes - habló de nuevo Dylan mirando a Kiara - solo quiero mejorar para salvar el mundo y segundo, no me creo el líder, soy el líder - aclaró ahora viendo a Valerie.