SECRETOS...

XIV. La Boda

<< Alexa >>Por fin había llega el tan esperado día, la casa de mis padres estaba hecha un caos, un mundo de personas entraban y salían, yo sólo observaba nerviosa desde la ventana de la habitación el jardín en donde en unas horas se llevaría a cabo la mágica boda, mí boda.

No dejaba de pensar en Carlos los días a su lado habían sido perfectos, nunca creí que se pudiese amar así, por fin tenía a mi hija como lo anhele - De pronto un torbellino entro corriendo - Mamí, mamí, ya viste todo lo que están poniendo en el jardín, ya pronto empezara la fiesta - No paraba de correr por todos lados platicando todo lo que había visto, hasta pensé que yo era la más emocionada y ya me percate que no, sonreí, le extendí los brazos y ella pego un salto, como amaba este monstrillo.

Al poco rato entro mi madre con una charola con una ligera comida, desde que había amanecido los nervios no me permitieron probar bocada - agradecí el gesto - Cuando el segundo torbellino irrumpio la habitación. 

<<Larissa>> Amiga - dije en un grito y por supuesto me percate como todos brincaron del susto y a la vez reían - perdón pero es que estoy muy nerviosa, bueno no, debo calmarme - me retracte- se supone que soy la dama de honor la que debe darle ánimos a la novia- mi madre, Danna y yo, sólo reíamos al verla dar vueltas y vueltas, hasta que se detuvo y la tomo por los hombros.

Amiga hoy inicia una nueva vida para tí, sabes cuanto te amo, eres como la hermana que nunca tuve y aunque te voy a estrañar se que ese hombre te hará feliz, y nada más que te haga sufrir y se las vera conmigo- me abrazo tan fuerte que sentí su tan sincero amor, ella que desde que me conoció se percato de lo frágil y triste que me sentía hace ya varios años, como olvidarme de todo el apoyo que ella me había dado y gracias a ella había salido del pozo en donde me sentí inmersa, sin el el apoyo de nadie, ella siempre estaba para mí, lloramos un rato y logre ver que mi madre tabién lloraba y Danna no entendía nada y al ver su cara de interrogante que nos hechamos todas a reír.

Toc, toc- se ollo la puerta, al abrir vi que era la mucama con una cajita azúl con un gran moño blanco- le envía esto el señor Carlos- me emocione tanto que lo tome agradecida con una enorme sonrisa- tras cerrar las puertas, las mujeres que estaban en mi habitación decidieron darme un poco de intimidad y lo agradecí.

Al abrir la cajita había una medalla que tenía escritos nuestros nombre y la fecha de nuestra boda que aun no dabamos el Sí nosotros sabíamos que ya nada ni nadie nos podría separar. Tambíen había una carta.

Princesa:

Hoy se empieza a escribir el segundo capitulo de nuestra historia, hemos tenido altas y bajas, pero de no ser así, no sería vida, no tendríamos recuerdos, y no tendríamos experiencias que nos hicieran crecer como pareja. A partir de hoy me entrego en cuerpo y alma a tí para respetarte, amarte todos los días de mí vida, y que con ella estoy dispuesto a pagar si no lo llegase a cumplir. Me comprometo a serte fiel, cuidarte a tí y a Danna  seré el hombre que tanto deseas que aunque sé que me amas, quiero desmotrarte que también puedo ser un gran padre, por que aunque esta Danna hay que darle hermanitos, no crees? - sonreí - eres hermosa, maravillosa, la mujer que yo soñé y ahora estaremos juntos hasta que la muerte nos separe y si Dios no los permite, con el seguiremos con nuestro amor.

Abrace ese pedacito de papel, era una promesa que Carlos había hecho para mí, y que de igual manera yo haría lo mismo hacerlo inmensamente feliz.

Mi madre toco la puerta, apresurada ya sentía que tiempo se venía encima y desviamos seguir con nuestro arreglo tomo una larga bocarada de aire, me acerque al ventanal y pude observar el atardecer y como se veían los faroles que alumbrarían la velada.