IX. LARISSA Y ROBERT

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Me dirigí con mis padres a una de las tiendas de novia más exclusiva aquí en Suiza, me probé una infinidad de vestidos con los cuales mis padres lloraban cada que salía del vestidor, cuando por fin me probé un extrapless en forma de corazón y corte princesa, estaba completamente segura de que este era el indicado y mis padres estaban de acuerdo conmigo, además que resaltaba mi figura, yo estaba encantada, sabía que Robert se volvería loco al verme…

        -  Espera! – le dije a Larissa – haber, me perdí, ¿no se supone que era tú novio? – le dije un tanto confundida…

        -  Si me dejas terminar podrías enterarte de tooodo… - Me dijo tan tranquila, que le hice una seña de boca cerrada y no la interrumpiría más hasta terminar…

Una vez elegido mi vestido, mi padre nos llevo a una joyería ambos me tomaron de la mano y mi mamá me dijo, que cuando uno se casa la tradición dice que debemos llevar algo antiguo, algo prestado, algo regalado y algo azul, por lo tanto yo te voy a dar lo prestado y antiguo – me entrego una cajita color oro que tenía una pulsera de perlas con unas incrustaciones doradas – esta me la dio tu abuela el día de mi boda y quiero que la uses el día de la tuya – me abrazo y comenzó a llorar – y por consiguiente mi papa me iba a dar lo regalado y azul, así que me dijo que escogiera el juego de joyas que quería llevar este día, así que elegí unos sencillo que tenía unas piedras azules pequeñitas  para que contrastara con mi vestido…

Así terminamos nuestra mañana, debíamos apresurarnos ya que la ceremonia sería a las 6 de la tarde y no tenía mucho tiempo, los padres de Robert se encargarían del pequeño banquete y el hotel de poner un altar en uno de los jardines que daban justo hacía la puesta de sol y todo lo demás sería sorpresa…

Quince minutos antes de la ceremonia mi Padre toco a la puerta afirmando que ya todo se encontraba listo que sólo faltaba la novia, al verme no pudo contenerse y se puso a llorar, como era de esperarse, era yo su única hija y siempre había querido lo mejor para mi…

<<Gustavo – Padre de Larissa>> Hija, estas hermosa sí que Robert se lleva una hermosa mujer- le di un beso y un abrazo, así que suavemente coloco mi mano en su brazo indicándome que teníamos que irnos y así lo hicimos, mis padres me dieron la bendición y nos dirigimos a jardín en donde se llevaría a cabo la ceremonia…

Estaba todo hermoso, habían decorado con unos faroles en dorado y rojo, que le agregaban al atardecer un color romántico, el altar ni se diga, tenía rosas en tono pastel, además de unas masetas espectaculares y unos árboles que habían mandado a colocar para brindarle un poco de más calidez al ambiente, de pronto mis ojos se posaron en Robert que estaba ahí parado frente al altar con su traje de pingüino decía yo, muy guapo, bastante guapo a decir verdad e iba ser sólo mío, el se veía deslumbrante además de su hermosa sonrisa, mi padre se adelanto a darle un abrazo diciéndole que yo era su tesoro más preciado y que a él le tocaba cuidarme igual o mejor que él, el afirmo a mi padre, sin más el poso mi mano en la suya y nos dio la bendición a ambos, Robert beso mi mano…

<<Robert>> Eres la mujer más hermosa…

<<Larissa>> Tú también estas muy guapo… - ambos sonreímos y nos giramos a ver al sacerdote…

Se llevó a cabo toda la ceremonia cuando llegamos a los votos, él le indico al sacerdote que él iba a improvisar sus votos…

<<Robert>> Larissa quiero que sepas que eres la mujer de mi vida, ni el tiempo, ni la distancia lograron apaciguar ese amor que sentía por ti, prometiéndome a mí mismo que si volvía a verte no te dejaría ir nunca… eres mi pasado, hoy mi presente y quiero que seas mi futuro, sin importar altas y bajas pondremos todo nuestro amor para salir de dificultades que se nos presenten, TE AMO POR SIEMPRE Y PARA SIEMPRE – yo no paraba de llorar… respire ondo…

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