¿Por qué insistes tanto? (Cap 6)

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Llegó el día de volver a la universidad, ese día era el 04 de septiembre, de 6 a 7 meses conviviendo juntos, en casa Lisa era algo muy interesante con lo que convivir, un día parecía que le caías bien... al otro parecía como si tu presencia ya fuera un castigo para sus ojos, Jennie había intentado convivir y tratar de conversar con ella, sus padres habían tratado de crear conversaciones en "familia"... La situación ya la tenía algo al borde, ella trataba de hablar con la pelinegra, algo que era inútil, intentaba crear conversaciones casuales en el pasillo de la casa o cuando se la encontraba en la cocina, y en algún momento Lisa sonreía o le contestaba de una buena manera, en todo caso era algo muy escaso y complicado de predecir.

Después de intentarlo tanto y no obtener ningún resultado de parte de la pelinegra, se terminó dando por "vencida".

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— ¡Ma, me voy!— Enunció Jennie antes de terminar de bajar las escaleras y esperando que su madre le dijera algo sobre Lisa, precisamente si iba a ir con ella porque como iba a ser su primer día... En todo caso tampoco quería parecer mala persona.

— Okay hija, Marco me dijo que Lisa va a ser llevada por su novio, así que nos vemos cuando vuelvas.

— !Está bien, adiós!

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Había llegado a aquella universidad, todo era totalmente nuevo para ella, las amistades y profesores principalmente. Además de que había salido de su zona de confort, su casa había quedado en el pasado con todos esos recuerdos que le había creado.

Su novio la había llevado a la universidad algo que la tranquilizo un poco, ya que la hizo sentir algo como de costumbre. Se sentía algo tensa y su poca energía fue totalmente perjudicada cuando unas chicas que iban pasando se rieron directamente viéndola, no había escuchado nada sobre la conversación, pero el estar ya tan afectada emocionalmente hizo que tan solo por verlas reír mirando a su dirección todo se fuera al piso. 

Se sentó en un banco y tratando de esconder unas lágrimas, se estrujó los ojos para que pareciera más como si estuviera escondiendo una incomoda alergia, por esa temperatura alta que en Francia caracterizaba septiembre.

Revisó los papeles y estaba perdida. No sabía ni siquiera a donde tenía que dirigirse, dejó con total desgane el inservible trozo de papel en su bulto y descansó los codos en sus piernas para sostener su rostro mientras miraba al piso, tratando de controlar sus emociones sin que nadie se percatara de ello.

— ¿Qué te pasa?

La pelinegra ya conocía esa voz, desde que la escuchó supo que era la castaña, la miró y al confirmar que era ella se alegró como nunca antes se había alegrado de haberla visto, algo que trato de disimular. Solo se quedó en silencio e intentó no mostrar a Jennie que estaba llorando, algo que por sus mejillas totalmente empañadas y rojas no pudo ocultar.

— Te he preguntado, ¿qué te pasa?

— No tengo nada, solo quiero llegar a clases— Reclamó con el fin de no ser interrogada por la castaña, volviendo su mirada al piso. 

— Sé que no estás bien, ¿cuál es la razón por la que no quieres hablar conmigo?—Interrogó la castaña mientras se sentaba a su lado en busca de una respuesta.

— ¡Jennie!— Volvió a reclamar en un tono algo fuerte— te he dicho que no tengo nada, ¿qué parte no puedes entender?

— ¿Sabes qué? Ya me canse de tus malos tratos todo el tiempo, he intentado abrir una amistad contigo... eres imposible— Jennie se paró , no soltó una palabra más y se perdió dentro de la multitud en la universidad.

De una Equivocación a ser mi PerdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora