¡De verdad! Mundo de aventuras a tu lado (Cap 19)

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Knock, knock, knock... knock, knock, knock, knock...

Estaba sonando la puerta locamente, me desperté de un espanto por dicha acción y al despertar lo primero que se me ocurrió fue tapar la boca de Lisa, y toparle en el hombro para que se levantara y no fuera a hacer que nuestros padres escucharan algo, solo había pasado una hora que nos habíamos quedado dormidas y ahora esto me esperaba de buenos días, ni siquiera estaba pensando en ir a la universidad y ahora esto.

— ¡Chicas! ¿Que no piensan abrir la puerta?— Gritó Antonella acelerando cada vez más los toques detrás de la puerta, por parte directamente de ella y de Marco.

Me he despertado, no solo por sentir que Jennie me estaba topando en el hombro, sino porque Antonella empezó a gritar como si algo muy malo estuviera pasando, al levantarme, como obvia razón por la ocasión he soltado una reacción, la cual al parecer ellos no han escuchado nada, porque aunque la lluvia no estaba tan fuerte, aun así ayudaba mucho a bloquear al sonido.

Jennie le hizo señas de que tenían que cambiarse rápidamente, a lo cual Lisa entendió en pocos segundos, se pararon y ambas empezaron a buscar lo primero que encontraron; al Lisa percatarse de algo, se devolvió a su ropa y estiró la mano pasándole un suéter que tenia cuello a Jennie, y con solo una seña ella empezó a cambiárselo. La castaña por lo que había sucedido la noche anterior tenia unas marcas en el cuello, que si su madre las hubiese visto las cosas se hubiesen puesto peor.

— Jen, ¿Quieres que hablemos juntas con ellos? (Susurró la pelinegra esperando una respuesta al momento).

— No creo que sea lo mejor, acuéstate y vamos a ver que sale.

De repente mientras se terminaban de cambiar, se escuchó una voz afuera del cuarto:

— Amor, de seguro están dormidas, podemos volver a hablar con ellas más tarde— Era la voz de Marco a Antonella al ver que las chicas no abrían, y ella se desesperaba cada vez más y más.

Lisa rápidamente al terminar de cambiase siguió las ordenes de la castaña y se acostó en las sabanas del piso para que sus padres no sospecharan que había sucedido algo. Jennie al ver que Lisa ya se había acostado abrió la puerta y Antonella entró con su cara envuelta en furia, se le podía notar desde lejos lo enojada que estaba.

— ¿Dónde esta Lisa?— Preguntó, esperando una respuesta corta y rápida por parte de su hija.

— Ma, esta dormida— Le señalo al piso donde Lisa se había acostado y tapado con las sabanas— y yo estaba en la cama durmiendo, antes de que llegaras a tocar como si se estuviera acabando todo ahí fuera—Sostuvo subiendo un poco su tono de voz.

— Jennie, nunca te he reclamado por tu tono de voz... más te vale que lo bajes y te controles.

— Mamá ese es el problema, nunca me enseñaste las cosas como debías y después de grande quieres venir a ver como las aplico, ¿Qué voy a aplicar si tú nunca me enseñaste nada?

— ¡Jennie! De eso no es lo que te vengo a hablar de todos modos, y no hay razón para echarme en cara todos los errores que he cometido contigo cada vez que peleamos (Gritó la señora mientras la miraba).

— No, nada más porque no te conviene verdad (murmulló deshaciendo su enojo por lo bajo).

— ¿Qué has dicho?

— ¡Nada! Ya dime a que vienes, que cansada es lo que estoy y además tenemos que ir a la universidad.

— No te preocupes, que tiempo para hablar tenemos, hoy no tienes universidad. Hija, dime que diablos estabas pensando al meterte con Lisa, ¿por qué exactamente con ella?— Su madre volvió a subir su tono de voz a la castaña, mientras se acercaba a ella de una manera agresiva.

De una Equivocación a ser mi PerdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora