Si no quiero parar, ¿Qué vas a hacer? (Cap 17)

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Habían pasado varios días, después de haber tenido aquella conversación, la confianza entre las dos había crecido mucho más, más que ser pareja se habían convertido en muy grandes amigas. 

Jennie se levantó más temprano como sucedía casi siempre desde que ambas empezaron a dormir en el mismo cuarto, y al ver a Lisa tranquilamente durmiendo se quedo mirándola con tremenda concentración, todo de ella parecía ser perfecto, ambas sin comentárselo a la otra, se tomaban el tiempo de admirase entre ellas mientras dormían, eran personas muy diferentes, pero a la misma vez con mismos gustos y muchas veces compartían acciones similares. Se estaban empezando a acostumbrar a dormir abrazadas, ya que aunque afuera la temperatura era impetuosa, a amabas les gustaba prender el aire el cual por la madrugada hacía de las suyas y abrasarse debajo de aquellas sabanas era la solución perfecta. 

Jennie hábilmente se soltó del abrazo que Lisa le ofrecía por la cintura, se entró al baño y se arreglo para despertar a Lisa y que ahora ella fuera a arreglarse para ambas ir a la universidad.

— Lili... ( Bisbiseó Jennie, sentándose en la cama mientras pasaba su dedos suavemente por su rostro para que se levantara) Lili, beb...— Estuvo a punto de decir aquella palabra, y justo recordó que la pelinegra le había dicho que no le gustaban los apodos por lo que no terminó.

— Eres a la única que se lo voy a permitir, me encanta escucharlos salir de tu boca— La castaña sonrió al escuchar la voz rauca de la pelinegra al decir eso, aun sin terminar de abrir completamente los ojos.

— Bebé, mi bebé— Repitió Jennie ahora acercándose y dejándole un beso en los labios a la pelinegra que por estar sonriendo no lo recibió— Dámelo bien (Ordenó para ahora recibir la mano de la pelinegra en su nuca, acercarla a ella y no alejarse de la otra por unos minutos).

Jennie se separó de sus labios por falta de aire a tal hora de la mañana, solo volvió para darle un pico y dejarle claro que ella la había levantado para que se arreglara y ambas irse a la universidad.
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Llegaron a la universidad en el jaguar I- PACE 2018, blanco, cristales completamente polarizados de Jennie; les encantaba este choche ya que se ajustaba a lo que eran justamente sus gustos, y al llegar a la universidad se podían despedir dentro de él sin que nadie se diera cuenta de lo que estaba pasando allí dentro.

( Esto era posible, ya que Jennie tenia el permiso que le había posibilitado su madre para cargar los cristales totalmente oscuros sin que le pusieran alguna multa).

Su relación era algo que a ellas no les avergonzaba, sin embargo como sus padres no sabían sobre ellas, no querían tampoco que toda la universidad se enterara, por lo que al entrar a la universidad cada una se enfocaba en sus cosas y de vez en cuando se sentaban juntas, de todas maneras intentando no actuar de una manera que las dejara al descubierto.

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Estaba la clase en ese momento en un mini receso, para después continuar en el siguiente periodo. Todos estaban en sus cosas y como siempre cuando hay tiempo libre en clase, se habían armado pequeños grupos donde criticaban un poco sobre todo lo que había sucedido, sobre clase y hasta vidas privadas.

En esa ocasión el grupo donde Jennie estaba, estaban ubicados al fondo izquierdo del salón, Agust y Odette sentados en el respaldo de sus sillas que sacaron de sus propias mesas y Jin, Irene y Jennie juntos por otro lado sentados de manera correcta, haciendo parte del mismo grupo.

August— Sí, mi padre me dijo que el Tesla va a ser el ultimo carro que me va a regalar.

Jin— Que suerte tienen algunos, los míos me dijeron que cuando tenga mi propio dinero voy a ser libre de desperdiciarlo.

De una Equivocación a ser mi PerdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora