Fuera de tus ojos hay otra realidad (Cap 5)

64 5 0
                                    

— Lisa, ¿no has visto Elite?— dijo esta al no poder sostener sus ganas de reir más.

— ¿De qué hablas?

— ¿Pensabas que ibas a ser mi siguiente víctima? Relajate, todo es una mentirilla.

Ambas se miraron, causando un poco de ese silencio incómodo— Nada ha pasado— fueron las palabras de la joven antes de que Lisa riera de esta manera liberando algo de tensión 

—¡Ahhhh! No, no...jajaja... ¡No hagas eso!...— Aclamaba mientras Jennie invadía mi abdomen al causar cosquillas. No podía parar de reír, sentí como si regresara a ser una niña, sin complejos ni problemas. Sostuve sus manos entre las mías y finalmente la detuve— ¿Sabes algo? Una vez fui a una reunión con Rosé, Jisoo y Dean...

— ¿Por qué le llamas Dean?— Interrogó Jennie al interrumpir y fruncir el ceño por causa de confusión.

— Porque es su nombre, ¿no te parece algo obvio, señorita?

Aún tenía sus manos entre las mías pero las soltó en este momento, ¿se habrá molestado?— Lo sé, me refiero a e...

— Tengo frío—comentó la pelinegra al sentarse y evitar el evidente curso que tomó la conversación.

— ¿Tú tienes frío?

Me perdí en un tiempo y espacio que no me correspondía hacerlo, ella era hermosa y comprensiva. Hay personas que tienen la habilidad de hacerte confiar en ellos desde el primer segundo y caí en su trampa. Esto no estaba correcto y no lo iba a permitir—Eso significa que tengo que ir adentro...

— No, no, tú me sacaste y ahora no tengo sueño— Insistió Jennie al sostenerla imposibilitándole pararse.

— Entra, acuéstate, cierras los ojos y te doy por seguro que te dará sueño.

Cuando Lisa volvió a parase, esta vez sí se percato de ser cordial y le pasó la mano para ayudarla a parase, cuando ya iba a irse tan solo con un simple "Adiós", Jennie la tiró del brazo donde quedaron extremadamente cerca una de la otra, fue algo que sucedió muy rápido y que no se veía venir.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Al intentar inutilmente pararme ella tiró de mi brazo y al contrario de molestarme, me permití mirarla a los ojos. Esa chica empezaba a tener algún tipo de mandato sobre mis deseos... sabía que esto estaba mal, pero mi cuerpo pensaba todo lo contrario. Jennie no se alejó, podía sentir su aliento rozar y ofrecer calor a mis labios que morían de frío, ella quería algo, algo que...

— ¡Chicas! (Gritó Dean con un tono de voz alto), no las veo bien, salgan de ahí y vengan adentro... Hace frío.

Ambas se espantaron por la situación en la que aquella voz las había encontrado, solo un pequeño sobresalto y principalmente Lisa se alejó al dejar la situación rápidamente clara— Jennie aquí nada pasó, esto queda totalmente olvidado— Jennie la miró mientras se alejaba y para que la situación no se pintara más rara, la siguió hasta llegar a Dean.

Jennie solo le hizo seña con la mano a Dean para despedirse y entrar. Lisa fue, lo abrazo y le preguntó la razón por la que estaba despierto, a lo que él le respondió que solo fue coincidencia. El chico le reclamó que si ella pensaba en salir que debía de haberlo llamado a él, a lo que ella asintió y se lo llevó adentro para no continuar con la conversación.

En su cabeza había una mezcla de información que no parecía tener solución, agradeció que el chico hubiese llegado en ese momento porque las cosas hubiesen tomado un camino totalmente diferente, y mucho peor si el chico en vez de llegar antes hubiese llegado en el momento en el que algo más hubiese estado sucediendo, ni siquiera lo quería imaginar.

— Pero, ¿que estabas haciendo con ella ahí? Ya tienes como amigas a Jisoo y Rosé, mucho es. Nunca me habías hablado de esta chica, no me gusta... debería de ser lo mismo para ti — Cuestionó Dean dejando la situación clara a su novia.

— Okay, solo estábamos hablando sobre, sobre la universidad. Entra, y después voy a entrar.

— No, Lisa sabes como son las cosas, vas a entrar y luego yo entraré.

La pelinegra suspiró y terminó entrando a su cuarto antes que él se dirigiera al suyo, como él lo había ordenado.

Jennie se había quedado en la cocina, claramente por la distancia no había escuchado nada. Después que ambos entraron a sus respectivos cuartos decidió tomar algo de agua y ella dirigirse a dormir.

-
-

Lisa al caer sobre su la cama, recordó lo que Jennie le había recomendado para calmarse un poco, así que eso fue lo que hizo, fue directamente al baño y se dio una ducha bien caliente, después de haber atemperado un poco el cuerpo haciendo unas sentadillas y unas cuantas push-ups. Para ser sincera es que después de haber seguido las instrucciones que la castaña le había dado se sentía más calmada y podía pensar un poco más tranquila.

-
-

A la mañana siguiente todos se levantaron temprano por el sonido de las voces que habían en el exterior, Antonella y Marco estaban hablando sobre lo interesante y bonito que estaba el lugar al dueño, y otras personas que se acercaban. Jennie se levantó primero y se acercó por la ventana para ver lo que ellos estaban haciendo y escuchó que se abrió la puerta justo detrás de ella...

— Gracias— le dijo Lisa con la voz algo tímida, pero sin interés de mostrarlo mucho, en la noche la respiración se el había controlado mucho más después de seguir las instrucciones que la castaña le dio.

— ¿De qué?—Respondió intentando molestar, ya que Lisa al final de su conversación le había dejado claro que aquello debía de haber sido olvidado.

La pelinegra al darse cuenta del jueguito en el que Jennie se había metido decidió seguirlo, se acercó a ella que todavía se mantenía cerca de la ventana, con el fin de que solo ella escuchara lo que iba a decir.

— Te dije que lo ultimo lo olvidaras, no toda la conversación, aunque de seguro ni lo del final olvidaste, aun así puedes marcar sueña al 347-5...

— No vengas de chistosita, que si yo quiero aquí mismo o cuando quiera te puedo dar un beso. Se que si tu noviecito no hubiese llegado, ahora mismo estaríamos donde ambas, y sabes bien que ambas queríamos— Le murmuró la castaña mientras sonreía y solo se dio la vuelta para dejarle la mirada a los ojos.

— Buenos días, corazón— Dijo Dean que entró estrujándose los ojos, ya que también se levantó por la molestia de las voces de afuera.

Jennie se quedo con la mirada fija en la pelinegra sin importar que su novio entrara, pero Lisa fue nuevamente la que acabó con su cercanía, se alejó rápidamente de la ventana y recibió su beso de "buenos días" de parte de su novio.

— Hola, Jennie.

— Hola.

Antonella entró a la casa donde se encontraban los tres; Dean abrazando a Lisa y Jennie mirando por la ventana — Alístense, que nos vamos desde que ustedes nos avisen, el lugar en menos de tres horas pasa a ser dueño de otras personas... Recuerden dejar todo como lo encontraron.

De una Equivocación a ser mi PerdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora