¿Qué se siente el tenerte en mi cama? (Cap 13)

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Al Lisa darse cuenta de que Jennie empezaba a despertarse, cerró los ojos y dejó ir su cabeza hacia atrás.

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Jennie se levantó del piso, fue a su maleta tomó ropa y se dirigió al baño aun sin ganas de abrir los ojos.

Lisa al pararse reaccionó instantáneamente al recordar que Jennie estaba en su baño, así que decidió ir al baño al cual ella últimamente había estado yendo, que era el del pasillo final de la casa. Salió y casualmente se encontró con el primo de Jennie, le dio los buenos días y continuo caminando, lo que se le hizo raro a la pelinegra fue que él se paró unos segundos antes de continuar camino a su cuarto, así que para percatarse de que no hubiera un malentendido le dijo que si él quería hablar con Jennie que la encontrara en otro momento, ya que la castaña estaba tomando un baño, él pareció escucharla, solo asintió al sonreír y seguir su camino sin cambiar la dirección.

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Knock, knock... Knock.

— Lisa, recuerda que dormí en tu habitación, soy yo Jennie.

Knock, knock.

— ¡Lisa!

Jennie reclamó varias veces porque la puerta no paraba de sonar, como ya de todos modos había terminado de bañarse pensó que era algo importante, así que tomo su ropa y abrió la puerta para salir.

— Lisa, que te he respondido varias veces q... ¿Qué haces tú aquí? Salte del maldito cuarto— Exclamó Jennie algo aterrada, su voz se puso totalmente diferente, ahora se notaba nerviosa.

— ¿Qué no te da gusto verme?

— Te he pedido que te salgas por las buenas.

— Jennie, tú eres la otra J de mi nombre.

— Te he pedido que te salgas por las buenas, lo que sucedió ya para mi está en el pasado y lo quisiera dejar allí, ¡Veté!— Volvió a pedir Jennie ya que ella se iba a salir del cuarto y el rápidamente se giró para patear la puerta y tomarla del brazo.

Jennie, ya no podía aguantarlo más cerca de su cuerpo, aquellos recuerdos que mancharon su infancia empezaban a regresar. Siempre siguió los juegos que él le proponía en la infancia y esto sucedía porque nunca hubo una interferencia de un adulto a todo aquello ajeno a su sabiduría.

Él la tenia pegada a la pared, al sujetar sus manos a los costados, aquellos actos provocaban que ella volviera a un pasado que la aterró al saber lo que él duró años haciendo sin ningún remordimiento.

Jennie en aquel tiempo era muy pequeña, desde los 6 años que ambos tenían él le decía que si podían jugar, en su mente esto no estaba mal, él la tocaba y esto no era ningún acto del que hubiese algún problema, porque eso fue lo que ella creció entendiendo que era lo que estaba bien. No fue hasta los dieciséis que finalmente entendió todo y decidió por ella misma que las cosas no iban a volver a suceder. Todo aquello parecía acabar, hasta que llego ese día.

—¿No piensas que ahora podemos disfrutar más? Te perdiste hace un tiempo atrás y nunca terminamos lo pendiente...

— ¡¿Qué coños haces aquí?! Te dije que no entrara— gritó Lisa hacia el chico antes de tomarle por el cuello de la camisa y echarlo hacia atrás— si te vuelves a acercar no solo te la vas a encontrar con ella sino también conmigo, animal.

Lisa, después de sacarlo entre tirones y amenazas del cuarto, entro rápidamente y cerró la puerta, "¿Qué ha sucedido? Le dije que no entrara".

— Gracias, gracias... Gracias— Aseguró repetidamente intentando esconder aquellas lágrimas que salían de sus ojos, sin pensarlo abrazó a Lisa y Lisa empezó a pasar la mano repetidamente por su espalda, aquel acto de confianza solo la hizo soltarse a llorar...

De una Equivocación a ser mi PerdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora