Sintiendo las miradas de todos los clientes hacia mi dirección, tranquilamente almuerzo en mi restaurante favorito, bueno, en realidad es el único cerca de mi trabajo por eso es mi favorito.
Al terminar de comer, me paré para seguir la rutina de mi día y sentí aún más las miradas de todos los hombres que estaban embobados con mi figura, no los culpo, yo también los estaría. De pronto siento mi teléfono vibrar en mi bolso.
-¿Diga?- dije sin mirar quien me llamaba.
-¿Como que diga?- ay no...aquí vamos de nuevo- Debes decirme hola preciosura de mi corazón- solté una gran carcajada.
-Lo siento preciosura de mi corazón- escuché la risa de mi mejor amiga- ¿Qué tal todo?
-De maravilla, ya tengo mis pasajes por fin, ¡adiós vida de mierda!- gritó tan fuerte que tuve que despegar un poco mi celular de mi oreja.
-Hey, por si no los sabías, tu vida va a ser la misma, sólo cambiarás tu lugar para vivir.
-Tienes toda la razón- se quedó un momento pensativa- Ya sé, ¡adiós pueblo de mierda!
-No tienes remedio, estoy emocionada porque te vengas a vivir conmigo, te extraño demasiado, dos años ha sido mucho.
-Lo sé, tú no quisiste esperar a que me graduara y juntara dinero- me dijo regañándome.
-Y yo te dije que yo podía costear un tiempo por las dos, además estabas reprobando muchas materias. Sabes que no hubiese soportado un día más en ese pueblo.
-Eso querida amiga, también lo sé. En dos semanas estoy allá en Inglaterra, podríamos hacer un tour por buenos lugares.
-Claro...hay muchísimos, unos restaurantes de maravilla como no te imaginas- le dije un tanto entusiasmada.
-¿Sabes que me refiero a bares y clubs?, para ver unos buenos hombres- nos reímos juntas- Te debo dejar, supongo que estás en tu trabajo.
-Claro que lo sé. Sí ya llegué y mi agenda está llena de pacientes.
-Todos piden una hora contigo para tener tu número y tu culo en su cama.
-Sí lo sé, pero lo disfruto mucho, la parte de que me pidan mi número, no la otra.
-Obvio, tú regla número uno, como no olvidarla- mí regla número uno de mi trabajo es no tener ningún tipo de relación con mis pacientes- Ya debo hacer una despedida con mi familia.
-Oh claro, ve, te amo Riley- le dije un tanto triste, ya que, es muy poco lo que hablamos pero siempre nos mantenemos en contacto.
-¡Y yo a ti Roxanna!, suerte en tus noches traviesa- dijo eso y colgó.
Llego a la consulta en la que trabajo para prepararme y recibir a mis pacientes. Espero no tener toda mi tarde ocupada, necesito un relajo y sé donde conseguirlo.
-Caroline, dime que no tengo toda mi tarde ocupada, te lo suplico- le dije a mi recepcionista con un puchero.
-De hecho solo tienes un paciente- dijo muy seria, sabía que no todo podía ser felicidad- Pero mañana tienes todo el día trabajo, lo siento Roxi.
-Bueno, no te preocupes, con esta tarde, quedo feliz- le dije con una sonrisa de oreja a oreja- Nos vemos Caro- le dí un beso en su mejilla y me fui a mi oficina.
Después de atender a mi paciente, fui a mi casa lo más rápido que pude para prepararme a tener una buena noche. Dejo mi pelo negro suelto que me llega hasta los codos y elijo un vestido de satén que me llega un poco arriba de mis muslos color negro y unos tacones negros, que me hacen ver más alta.
Tomo mis llaves y me miro por última vez al espejo, y me dirijo a mi lugar preferido en el mundo.
-Buenas noches Francis- le dije al guardia.
-Buenas noches señorita Roxi, hay muchos clientes, es un fiestón- me dijo con una sonrisita pícara.
-Pues no hay que desaprovechar la fiesta eh, que estés bien- le dije antes de entrar al club, tan solo había una luz y no alumbraba mucho, para no reconocerse después de tener sexo.
Llego a la barra y le hablo al mesero- Tyler dame un vaso de whisky por favor- Tyler es como mi mejor amigo, siempre nos vemos, en el club o fuera de el, nos tenemos mucha confianza.
-Un whisky para la señorita- me dijo y agarro mi mano para besarla- ¿Qué tal preciosa?, veo que estás lista para arrasar como siempre.
-Hey hay más clientes esperando por una copa- dijo un hombre de unos 27 años- Oh hola preciosa, nunca te había visto por aquí.
-Que mal, todas las noches vengo- le dije poniendo una mirada seductora.
-Bien, me haz pillado, es la primera vez que vengo, ves a los de allí- hizo un leve gesto a una mesa llena de hombres y yo asentí- Son unos socios importantes y quisieron hacer la reunión aquí, soy Travis por cierto.
-Roxanna, encantada- tomó mi mano para darme un beso.
-¡Hola guapa!- me sorprendí al ver a Liv a mi lado, ya estaba borracha- Vamos a bailar, ¿no te das cuenta que es nuestra canción?
Presté un poco de atención a la canción que estaba sonando Gimme more de Britney, fui a la pista de baile junto a Liv, y nos pusimos a bailar juntas, siempre hacemos esto para robarnos las miradas de los hombres en el club. Con Liv al bailar siempre nos robábamos besos al bailar, así para entretener más al público.
-Pégate más- dijo Liv, tomando mis muslos con delicadeza, me dí la vuelta y nos dimos un beso-No quiero ponerte nerviosa pero aquel hombre está que arde con el espectáculo- hizo un breve gesto con su cabeza.
Me di la vuelta a mirar la mesa, la misma en la que estaba Travis junto a sus socios, pero me llamó la atención el hombre que estaba al medio de todos ahí, supongo que es el jefe o algo así. Me miraba demasiado, con sus ojos celestes como el cielo, me mordí mi labio inferior y siguió mi movimiento con su mirada.
-No me pongo nerviosa con nada y lo sabes Liv- me despegué de ella para bailar con otro hombre, supongo que con él pasaré la noche.
ESTÁS LEYENDO
LA PERFECCIÓN
RomanceMe siento más libre que nunca, sintiendo las miradas de todos en mí, en mis movimientos, en mi cuerpo, sé lo que provoco en los hombres, aún así me aprovecho de eso. Voy tocando desde mis muslos, levantando un poco mi vestido, mordiendo mi labio inf...