Capítulo 9: Primera cita

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Siento un ruido a lo lejos, pero muy molesto, me revuelvo entre mis sábanas sin querer levantarme aún. Siento la puerta de mi habitación abrirse y yo me tapo toda mi cara con mi almohada.

-Levántate joder ya son las cinco de la tarde- dice Riley tirando de mis sábanas.

- ¿Y?, los fines de semanas me la paso acostada, así que sal por donde entraste querida- me vuelvo a acomodar para seguir durmiendo.

-No me hagas tomar medidas extremas para poder sacarte de la maldita cama- dice con un poco de enojo.

-Haz lo que quieras, me quedaré aquí, acostada, si quieres salir pues toma mi tarjeta y ve a comprar lo que quieras- siento sus pasos cada vez más lejos y mi puerta cerrarse.

Vuelvo conciliar el sueño hasta que siento mi puerta abrirse con un fuerte ruido y agua helada por todo mi cuerpo y sábanas. Me levanto de un salto, pero me caigo por estar aún media dormida.

-Te dije...tú no me hiciste caso, alguien te trajo algo, un paquete creo y una invitación- me dice con los brazos cruzados mirándome fijamente.

-Joder...verdad, saldré hoy, así que no me esperes- me levanto de a poco y me voy al baño a tomarme una ducha.

-Pero Roxi dijiste que saldríamos hoy, no es justo- me hace un puchero que me da un poquito de pena.

-Lo sé, pero saldré con Alexander, te puedo prestar mi tarjeta del club, ya conoces a Tyler y él es un amor, además los hombres se acercan fácilmente- le digo guiñándole un ojo.

-Si, pero aún me siento un poco incómoda- dice bajando su mirada al suelo.

-Ya...mira, saldré por un rato, pero ve al club y espérame allá yo iré un poco más tarde- le dije acercándome para darle un abrazo que recibió de inmediato- ¿Ahí sí?

-Si, lo siento por arruinar tu cita.

-No es una cita, es una cena para conocernos...ya sabes- damos una carcajada que se escucha por toda la habitación.

-Claro para conocerse, tú quieres conocer otras cosas de él- dice haciéndome cosquillas.

-Tal vez, pero no se la dejaré tan fácil- me alejo para elegir mi ropa y dejarla sobre mi cama- Debo arreglarme.

-Te dejo, igual debo arreglarme.

Me tarde alrededor de una hora en la ducha por lo que ya son casi las siete, solo me queda una hora para peinarme y ponerme el vestido junto con los tacones.

Elijo un vestido con mangas tipo corsés apretada que me llega alrededor de los muslos, me maquillo y me pinto los labios con color rojo, mientras que mis ojos les pongo máscara de pestañas y nada más, justo cuando me voy a ver la hora suena una bocina afuera del edificio.

- ¡Me voy!, nos vemos en el club, te amo- le grito a Riley antes de salir.

Salgo dando un portazo, no quiero llegar un minuto tarde al auto de Alex, sé que es impaciente y es capaz de dejarme plantada. Veo su vehículo y quedo sorprendida al ver tal maravilla, no hago ningún gesto para que su ego no se infle más de lo que ya está.

Se queda sentado mientras me acerco a él, pensé que se iba a bajar y ayudarme a subir, pero ya veo que también carece de educación, abro la puerta y me subo. No sé que decir o si mirarlo o no, es la primera vez que vamos a estar mucho tiempo solos y no estoy segura si esto podría acabar bien.

-Hola...cinco minutos tarde, ya veo que también eres irresponsable- dice mientras enciendo su auto y yo no hago más que negar mirándolo a los ojos.

-No discutiré contigo...-me queda mirando con una ceja levantada- O al menos no esta noche.

-Está bien, queremos lo mismo- me fijo en su vestimenta y se ve tan radiante, poso mi mirada en su entrepierna que se marca a través de su pantalón, es bastante notorio que está caliente- Mis ojos están aquí arriba.

-Sé dónde están tus ojos guapo- le guiño un ojo y concentro mi mirada en la ventana del auto.

Pasan varios minutos mientras conduce, no sé a dónde vamos, recibo un mensaje de Riley y no dudo en verlo.

Riley: Usa protección, una nunca sabe bebé.

Roxi: No me lo follaré hoy, o al menos eso creo.

Esbozo una sonrisa y miro a Alexander, junta su mirada con la mía y siento mi piel erizarse, sus ojos son tan bellos, más que el mismo cielo, siento que podría perderme con ellos durante horas.

- ¿Pasa algo? - me pregunta y reacciono de mi viaje astral.

-No, solo me preguntaba a donde me llevas, no me hablas y no sé con qué puedo estar tratando- sonríe y siento que me derrito.

-No hablo mucho, lo reconozco, pero trata de no usar tus cosas psicológicas conmigo- encarco una ceja- ¿Qué?, no me gusta que traten de saber cómo soy, mejor descúbrelo por ti misma.

-No hago nada psicológico contigo, tengo claro como eres, una persona arrogante, con una autoestima por las nubes y con problemas de ira- se queda en silencio- ¿Acerté?

-Ajá, mira ya llegamos.

Vaya...creí haber ido a un restaurante lujoso, pero esto...esto es mucho más que lujoso, no me puedo creer que Alex me traiga para acá a cenar, digo, no sé ni que pretende con esta cena, pero se lo consultaré.

Aparca y se baja del auto rodeándolo, abre mi puerta y me toma de la mano para que entremos juntos. El restaurante por dentro es hermoso, con lámparas de cristal, paredes de colores cálidos, y todos con vestimentas muy caras, siento un poco de pudor al ver mi vestido tan corto.

-No te preocupes, así te ves muy hermosa- me susurra Alex en mi oído y siento mi cara arder.

-No me preocupo y lo sabes- suelta una carcajada mientras nos llevan hacia nuestra mesa.

Nos dan el menú y me quedo viendo la variedad de platos y no sé que elegir, nunca he probado alguno de estos.

- ¿No sabes que elegir? - levanto mi mirada y asiento- Elegiré por los dos, no te defraudaré.

Nos quedamos un momento en silencio mientras nos sirven vino y se acomoda en su asiento, siento que quiere preguntar algo, sin embargo, por alguna razón no lo hace.

- ¿Tengo algo en la cara o que me miras tanto?, si quieres saber algo pues solo pregunta- le digo.

-Bueno, tengo muchas preguntas.

- ¿Cómo cuáles?

-De donde eres, tu edad, tú familia, muchas cosas Roxi. 


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