Capítulo 10: Primera Cita (Parte dos)

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-Joder...y yo que tengo solo una- me paso mi dedo índice por mis labios y sigue mi movimiento con su mirada- Bueno, soy de Estados Unidos, tengo tan solo veinticinco años, y mi familia es un tema privado que no quiero conversar ahora, ahora responde tu todas estas preguntas.

- ¿Veinticinco años? - asiento- Eres una de las mejores psicólogas y eres super joven. Yo siempre he sido de Inglaterra la verdad, y tengo veintisiete años, mi familia vive aquí, la voy a ver cada cierto tiempo.

-Que bien- nos entregan nuestros platos- ¿A qué te dedicas?

-Negocios, empresas, de todo un poco.

- ¿Por qué sabes dónde vivo?

-Porque cuando te llevaron las rosas yo estaba ahí mirando desde lejos- corre la mirada hacia otra parte.

-Verdad...las rosas, no las quise tirar al propio, solo que soy alérgica- se me queda mirando un momento y asiente.

-Ya.

Cabrón, y ahora que le digo, no sé cómo sacar temas de conversación, tan solo me preocupo de que follen bien y listo.

- ¿A medianoche puedes dejarme en el club? – su mirada cambia totalmente a una de enojo y no sé qué carajos hice.

- ¿Ya te quieres ir?, vamos si quieres a coquetear con otros- trata de levantarse, pero lo tomo del brazo y lo siento.

-No me quiero ir, no iba a ir hoy, pero Riley quería ir, aún no se acostumbra al club y la iba a acompañar, solo que vine hasta acá contigo- le brillan los ojitos y me quedo como boba mirándolo- Acompáñame si quieres.

Me da una sonrisa.

-Si tú quieres.

-Si quiero.

Comemos nuestros pedidos hablando y sonriendo de vez en cuando, a veces se me queda mirando más de lo que debería. Quiero preguntar a qué se debe esta cita, pero siento que no estoy preparada para un rechazo o alguna humillación.

- ¿Por qué no vives con tu familia? - pregunta de repente y me quedo helada.

-No nos llevamos la verdad, diferencias, me da igual siempre he sido yo y Riley, aunque ella tuvo la suerte de que su familia si la quisieran, lamentablemente yo no.

-No digas eso, tal vez si te querían- acerca su mano a la mía y la acaricia suavemente.

-No lo sabes, yo lo tengo claro, siempre me excluían de todo, me trataban como si fuera una estúpida. Tenía sueños como todos los niños y ellos se encargaban de destruirlos, hasta que cada vez era más mayor y les demostraba que si podía lograrlos- bajo la mirada hacia mi plato.

- ¿Cómo cuáles?

-Ser una buena psicóloga y tener mucho dinero. Siempre se reían de eso, hasta que me fui de la casa y estudié acá en Inglaterra, hace poco se trataron de comunicar conmigo a través de Riley, yo no quise hablar con ellos, la verdad es que nunca más querré estar con mi familia.

Levanta su mano y acaricia mi mejilla, se acerca poco a poco hasta que nuestros labios se rozan en un cálido beso, no como el primer beso que tuvimos que fue salvaje, este demuestra su dulzura que oculta a través de esa capa de ego y soberbia. Se aleja y me queda mirando directamente a mis ojos.

-No debes seguir demostrando nada más, eres una chica increíble, muy inteligente y muy sexy, por cierto.

Suelto una risita, mientras siento mi piel erizarse.

-Lo sé, muchos me lo dicen, aunque no siempre un chico de ojos celestes.

-Vaya me siento halagado la verdad- nos alejamos y ya me siento más segura para hacer mi pregunta.

- ¿Qué quieres de mí Alexander?

- ¿De ti? Todo, pensé que ya te habías dado cuenta- niego levemente mientras de río- Conocerte y ver que podría pasar, pero más de una amistad no lo creo.

- ¿Y eso?

-Pues estás de novia ¿no?

-Una ahora sale a cenar con alguien guapo y piensan que ya está en una relación.

- ¿Entonces no? - niego- Bueno, podría haber algo más que una amistad.

-Se verá con el tiempo- observo mi teléfono y ya es la hora de irnos- Hay que irnos.

-Como la señorita ordene- me da su mano y la tomo sin dudar.

Paga la cuenta, quise pagar mi parte, pero se negó como todo caballero. Me abre la puerta del vehículo y vamos hacia el club.

- ¿Qué pensaste de mi cuando me viste la primera vez? - me dice de la nada y pienso un momento.

-Que hombre tan sexy y desagradable a la vez- se ríe mientras conduce- ¿Y tú?

-Me la llevaré a la cama esta noche- me río- Aunque como vez no funcionó.

-Ya veo... ¿todas por solo una noche simplemente? - siento un poco de tristeza.

-Tal vez, aún no existe la que me mueva mi jodido mundo o eso creía- le brillan los ojos- ¿Eres de relaciones serias?

-No- contesto rápidamente- Pero no me niego a alguna, cuando hay amor...claro que se puede.

-Pienso lo mismo- hace un leve gesto con su cabeza- Llegamos.

Me acomodo el antifaz que lo tenía guardado en mi bolso y el hace lo mismo, nos bajamos y posa un brazo alrededor de mi cintura y me apego más a él. Saludo a Francis, y vamos directamente donde Tyler que está junto a Liv.

-Hola chicos- me quedan mirando fijamente y se me olvida que estoy acompañada- Él es Alexander, Alexander ellos son mis amigos Tyler y Liv.

- ¿Qué tal? - le dice Tyler dándole la mano.

-Que guapo- Liv le da un beso en la mejilla y siento una sensación molesta- Un gusto.

Tyler nota mi reacción y me toma de la cintura y me da un pequeño beso en mis labios, siempre nos saludamos así.

-Como siempre estás exquisita- me dice Tyler- ¿Vodka?

-Que bien me conoces- no le presto atención a Alex que está conversando con Liv y tomo mi vaso con vodka.

Me llega una notificación en mi teléfono.

Riley: ¿Dónde estás?

Roxi: Donde Ty, ven para acá y nos vamos a bailar.

-Roxi- Riley me abraza por detrás.

-Vamos- le tomo la mano y nos vamos hacia la pista de baile.

Me vale que haya venido con Alex, él se ve bastante cómodo hablando con Liv, miro hacia atrás y ahí están muy juntitos mientras ella se acerca más y más.

Bailamos y yo bailo con uno y otro, no me importa que Alex se me quede mirando o realmente que me fulmine con la mirada. Siento como todo me da vuelta y decido ir al baño.

Me hecho agua en mi cara y comienzo a escuchar gemidos, gemidos que ya he escuchado, de Liv cuando lleva a sus ligues a mi departamento y tiene sexo con ellos en su habitación que le asigné para cuando quiere estar conmigo.

Se quedan el silencio un momento y salen del baño en medio de besos, se dan cuento de mi presencia y se separan.

Alex es el primero en acercarse y tratar de hablar.

-Yo...- lo interrumpo, como siempre cuando intenta dar sus excusas baratas.

-No somos nada no me debes explicaciones- me abro paso hacia la salida y escucho a Liv llamarme.

-Roxi, espera- me toma del brazo para darme la vuelta- ¿Te gusta?

-No claro que no, no te preocupes, me voy.

Tomo mi bolso y me dirijo hacia mi casa con esta sensación en el pecho que me está quemando.

LA PERFECCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora