Capítulo 4: La llegada

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Una semana ha pasado de eso, una puta semana y no lo volví a ver, no sé si irá, pero esta curiosidad me está matando. Debí haber follado con él ese día, o la verdad es que hice bien, no quería parecer accesible con él, eso lo jodería completamente.

Sin embargo, Travis me ha llamado y cada vez se vuelve más insistente, me ha invitado a un par de copas y salir a restaurantes como si fuéramos parejas, y lo que menos quiero es tener pareja. En este momento voy a mi restaurante favorito para verme con él.

-Hola preciosa- me saluda con un beso en la mejilla y entramos juntos a mi mesa favorita- Te tengo una invitación.

-¿Cuál invitación?- le dije un tanto sorprendida por su sonrisa de niño bueno.

-Hoy hay una reunión de negocios, con bailes y esas mierdas, es muy importante y quiero ir contigo ¿aceptas?- se notaba que estaba nervioso por mi respuesta.

-Pero apenas nos conocemos un poco más de una semana, podrías invitar a cualquier otra.

Me tomó de la mano y la besó- Podría pero quiero ir contigo preciosa, vamos...no me digas que no.

-Está bien, debes enviarme la ubicación y esas cosas- intercambiamos números para que se pueda comunicar conmigo.

-Preciosa...debo irme pero un coche pasará por ti a las ocho, no lo olvides- sin aviso me dio un pequeño beso en mis labios y reí por eso.

-De acuerdo guapo- le guiño un ojo.

Después de pasar una tarde aburrida viendo vestidos, ninguno me gustó y opté por elegir uno de los tantos que tengo en mi armario. Me dirijo hacia mi departamento y al entrar a mi dormitorio me percato de una caja con una cinta y una nota:

-Para que te veas más hermosa de lo que ya eres, lo escogí pensando en ti.-

Abro la caja lentamente y me doy cuenta que hay un vestido largo color negro con un escote en la parte de mis pechos y una abertura en la pierna. Me lo pruebo y me queda espectacular, me coloco unos tacones y me hago ondas en mi pelo.

De repente me llega un mensaje y me doy cuenta que ya es la hora.

Travis: Preciosa, el coche está afuera de tu casa.

Salgo de mi departamento y me doy cuenta que no es un coche cualquiera es una jodida limusina, me subo después de saludar al chofer y al llegar al lugar, me percato que es una mansión, me quedo con la boca abierta.

Alguien abre mi puerta y me da la mano para que la tome, al levantar mi mirada veo que es Travis.

-Linda elección en el vestido preciosa- entramos de la mano a la mansión- Te presentaré con los principales socios, nos acercamos a un grupo grande de hombres- Socios, les presento a la mujer más hermosa Roxanna.

Todos comienzan a saludarme y yo me siento un poco incómoda, en un momento todos se quedan en silencio y miran hacia arriba, me doy la vuelta y ahí está Alexander bajando las escaleras, y justo en ese mismo instante pienso que es la primera vez que nos vemos sin antifaz y es el hombre más guapo que he podido ver. Llega hasta nuestra lugar y me mira de arriba a abajo.

-Roxanna, no esperaba verte aquí- está vestido con smoking negro y corbata del mismo color.

-Y yo tampoco a ti Alexander- me doy la vuelta para tomar la mano de Travis y seguir con las presentaciones, Alexander sigue con la mirada todos mis movimientos.

-Preciosa, es la hora del baile- lo miro y me da un pequeño beso en los labios- Vamos.

Comienza a sonar la misma, es suave pero no logro reconocerla, Travis me toma de la cintura con una mano y con la otra junta nuestras palmas. Me sorprendo al ver que se cambia de parejas, giro la cabeza para ver quien me va a tocar y es Alexander, quien me mira con una sonrisa.

Se cambian de parejas y suelto un jadeo al sentir la fuerza de las grandes manos que rodean mi cintura- ¿Te gustó el vestido?, lo escogí pensando en ti- me susurra Alexander en mi oído y lo miro a los ojos.

-Pensé que lo había escogido Travis.

-Haz superado mis expectativas con tu hermosura- me sujeta mi mejilla con su mano y con la otra bajo hasta la parte baja de mi espalda, siento mis labios secos y me separo de el.

-Debo ir al baño- salgo casi corriendo de ahí, tratando de encontrar un baño en los inmensos pasillos.

Logro encontrar el baño y tomo un poco de agua, me retoco el maquillaje, salgo del baño y alguien me toma del brazo, quedo pegada a la pared fría.

-Alexan...-me interrumpe poniendo su dedo índice en mis labios.

-Shh no digas nada- siento su mano izquierda subiendo por la abertura del vestido- No te hagas la difícil, te gusta que te hagan esto.

-¿Disculpa?, si lo hago es porque lo disfruto y porque quiero- le digo un tanto enojada.

Pega más su cuerpo sobre el mío y siento su erección justo en mi feminidad -Vamos...eres una zorra, ¿cuanto por toda la noche?- dice bajando su cabeza hacia mi cuello.

Me separo con toda la fuerza del mundo y le doy una cachetada que hace eco en el pasillo.

-Elige bien tus palabras al dirigirte a mi hijo de puta- sin decir más me doy la vuelta y me voy hacia mi departamento.

Al día siguiente no le tomo importancia a lo que me dijo Alexander, si quiere tener esa imagen de mí bien, tampoco es que me importe lo que piense.

En este momento voy conduciendo mi coche para recibir a Riley en el aeropuerto, estaciono el auto y me bajo. Entro al gran edificio y escucho un grito.

-¡Roxi! Dios mio estás estupenda- me giro y veo a Riley con sus maletas corriendo a mi dirección y me abraza- Te extrañé tanto.

-También yo Riley, me hiciste mucha falta- le dije aún abrazándola.

-Vamos pues, tengo que conocer tu hogar y la ciudad que te conquistado- me dice alejándose de mi y con una sonrisa de oreja a oreja.

-Claro vamos, déjame ayudarte por favor- tomo un bolso y nos vamos directo hacia mi departamento.

En la foto de arriba les dejo el vestido de Roxi, ¡gracias por el apoyo!❤️

LA PERFECCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora