Capítulo 6: El beso (2)

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NARRA ROXI

Después de ir a buscar a Riley, nos dirigimos a mi departamento a que se pusiera cómoda, para después salir y disfrutar el día.

-Bueno Riley, ve a cambiarte y vamos a salir, tengo muchos lugares que mostrarte, y en la noche por fin te mostraré el club- le digo con una sonrisa de oreja a oreja.

-Iré a darme una ducha y vamos a explorar, estoy tan contenta de estar aquí al fin- se acerca a mi y nos damos un abrazo.

Más adelante de ponernos ropa cómoda salimos a recorrer la ciudad. Ahora estamos en un carrito de comida rápida, ya que, Travis quería juntarse conmigo y conocer a Riley. 

-Preciosa- escuché la voz de Travis detrás de mi y me di la vuelta, sin pensárselo dos veces me dio un apasionado beso que con gusto lo seguí.

-Guapo...-me quedé un segundo mirando sus ojos y después reaccioné- Travis ella es Riley mi mejor amiga, Riley el es Travis.

Los dos estrecharon la mano y se saludaron, es obvio que se llevarán bien, los dos tienen una personalidad parecida y Riley es una persona muy simpática y también amable, siempre ha estado para mi en las buenas y en las malas, la extrañé mucho todo el tiempo que no estuvimos juntas, siempre fuimos muy unidas.

-¿Tienen algo que hacer?- me dijo cogiéndome la mano para darle un beso a esta- Para acercarlas o algo así.

-Por favor, debemos ir a mi departamento, para ir a la noche al club-le dije dándole un sonrisa dulce.

-Pues entonces vamos- empezó a caminar, Riley y yo íbamos detrás de él.

-Vaya vaya...si que le gustas guapa- me susurró mi mejor amiga.

-Calla, te va a escuchar- comenzamos a reír- Te prestaré algún vestido, vi tu maleta y no tienes mucha variedad, ya quiero presentarte a Tyler y a Liv.

Luego de que Travis nos llevara a mi departamento nos estábamos arreglando y hablando muy animadamente.

-Ya quiero conocer a ese hombre de ojos celestes que te tiene loquita- me dice entrecerrando los ojos.

-Ya...no quiero ni verlo, me trató de zorra ¿te lo puedes creer?- siento como la rabia comienza a fluir en mi.

-Mírate nada más, mucho tiempo que no te veía así, tan complicada por no aceptar tus sentimientos- di una carcajada que se escuchaba por todo el departamento.

-Por favor no seas tan graciosa Riley, recién lo conozco hace dos semanas y ya crees que me gusta, quizás solo quiero follar con él y listo- dije encogiéndome de hombros.

-Si claro, pues debes hacerte la difícil, ya sabes...por como te hizo sentir ¿no?-asentí, tenía toda la razón.

Luego de estar un rato bailando, cantando y saltando arriba de nuestras camas, y explicarle el porque debemos llevar antifaz al club, nos comenzamos a arreglar, estaba eligiendo un vestido para Riley, para que tuviera su primera noche inolvidable en su nuevo hogar y que no se arrepienta de venir a vivir conmigo.

Comenzaba a pensar que quizás se iba a aburrir de estar conmigo mucho tiempo, la verdad creo eso de toda la gente por eso no me gustan las relaciones, a eso se le puede llamar inseguridad pero yo le llamo evitar una desestabilidad emocional, prefiero quedarme sola para evitarme muchos problemas.

-¿Qué piensas?- dice Riley mirándome muy fijamente.

-Pienso que quizás te vas a aburrir de vivir conmigo, mi rutina, mi...tan solo de todo-me callé al ver la mirada que me daba.

-Joder, nunca me aburriría de vivir contigo, eres mi mejor amiga, eres como mi hermana, siempre quisimos esto ¿lo recuerdas?- asentí brevemente- No te quiero volver a escuchar decir eso.

Tomamos un taxi para poder ir al club, no quiero ocupar mi auto, ya que, al volver a casa podríamos estar borrachas y no quiero que la primera experiencia de mi mejor amiga sea estar en un hospital. Nos bajamos del taxi y miré a Riley para ver su expresión al leer el nombre.

-Midnight Roar- vi como su sonrisa se agrandó- Igual que el club al que íbamos hace años.

-Claro, lo elegí porque sentía que estaba aquí contigo- me tomó del brazo y nos adentramos.

Presenté a Tyler con Riley, que comenzaban a hacer buenas migas, se empezaron a conocer y contarse cosas de su infancia, estaba encantada escuchando, hasta que sentía una mirada, así que quise inspeccionar el lugar con la mirada y me encontró con los encantadores ojos celestes de Alexander en mí, de inmediato corrí la mirada.

No quería hablar con él, durante el día me había enviado un par de rosas, pero así no va a conseguir mi perdón por ser un estúpido, si quiere que lo perdone, debe hablarme a la cara y no siendo un cobarde.

Siento su exquisito olor de su perfume al lado mío, miro de reojo y me habla.

-Roxanna...-no dejo que diga nada más, siento la furia en mi ser.

-Alexander, ¿que quieres?, por si estás ciego, estoy disfrutando con mis amigos y me encantaría que te fueras- le dije levantando mi vaso de whisky.

-Solo venía a ver como estabas...-no lo dejo seguir, ya que, me paro del asiento y le hago frente.

-Que como estoy, dios es increíble- no di más y levanté mi mano para darle un cachetada pero fue más rápido y tomó mi brazo dirigiéndose a la habitación en la que lo encontré aquella vez espiándome.

Me estampa contra la pared y noto como se comienza a enfadar.

-¡Joder! estás loca, dejam...-no me deja terminar, ya que, me calla con un dulce besos.

Sus dulce labios contra los míos, acelerando nuestras respiraciones, siento como todo acaba de desaparecer al sentir aquella maravilla contra mí, siento como se frota contra mi y se me escapa un jadeo a sentir su gran erección. Vuelvo a la normalidad y sus palabras resuenan en mi mente, el como me llamó zorra, sé que solo me quiere follar y yo también quiero hacer eso, pero no lo permitiré aún.

Bajo mi mano para acariciar el enorme bulto para sentir como se pone más dura y sin decir nada me alejo de golpe.

-Soy una zorra y no me apetece tenerte a ti- me alejo y cruza la puerta para seguir mi hermosa noche junto mis amigos. 

LA PERFECCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora