5.0 La ciudad de mi reinicio

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Jamás me han dado miedo las alturas... Nunca le he tenido miedo a un avión, un helicóptero, una base flotante o cohete espacial... La altura es tan solo espacio... No hay nada de lo que deba preocuparme... Pero si hay una persona la cual es bastante miedosa y que no le gustan las alturas... La señorita Johnson... Me sorprende que la persona que se atreve a mezclar cloro, con alcohol, vinagre y amoniaco sea la misma que tiene miedo a sentarse en un tonto avión, el cual es el método más seguro de viajar... Es realmente irónico, pero aún así ella me acompaño en el vuelo.

El vuelo fue bastante aburrido, después de una muy larga hora con 26 minutos hicimos escala en McCarran, para estar atrapados en ese aeropuerto por 3 horas enteras... Y luego otro vuelo, pero este sería de 2 horas... La verdad es que amo volar, pero odio los aviones, junto con los pueblos, los manatíes, los ositos de goma, los autos, los botes, los perros, los gatos, los peces, las serpientes, los bebés, las camionetas, los autos de carrera, los superhéroes, los cerdos, las montañas, los coyotes, los patos, los correcaminos, los conejos, los canarios y mucho más a los animales anteriores que hablan y hacen bromas lunaticas... Las películas de ciencia ficción, las mariposas, las arañas, los frijoles, el arroz, la carne, el periódico, la televisión, los muebles, las ruedas, las sillas, las sillas de ruedas, los leggins, la música disco, la música country, la música polka, el regueton, el pop, el rap, la música popular, el rock, los programas de los 50's, 60's, 70's, 80's, 90's y del 2000 para arriba, los ventiladores, los hornos, la canela, los espejos, el oro, las cortinas y la crema dental... Y mil cosas más, pero es que los aviones son sumamente incómodos, aparte de que la tripulación no sabe ni vocalizar las palabras en el momento de dar un anuncio por esos altavoces, solo se escuchan respiraciones y sonidos de culebra cascabel cuando hablan... Apenas si se entiende a qué ciudad se va a llegar, también me molesta que siempre haya un niño que lo único que haga sea llorar durante el vuelo, ¿¡Porque no dejan a ese niño en casa!?... Solo les será de estorbo en el vuelo y nos romperá el tímpano a los demás en esa lata voladora, la cual ya está llena de ruido gracias al sonido horrendo del motor y los botones de ayuda a las azafatas... Las cuáles por cierto tienen un trabajo muy complejo, pero hay algunas que no saben cómo afrontarlo, pues en este vuelo una azafata se hizo muy irritante... Pues cuando repartían la comida, me entrego algo que ni siquiera había pedido, yo claramente el dije "Hola, buenos días... ¿Me podría traer un sándwich de pavo con una soda?, Gracias"... Pero no, me trajo un asqueroso sándwich de pollo con un juguito de caja... Y cuando pedí que lo cambiarán me dijo que ya no habían más y que no podía cambiarlo, eso me enojó muchísimo... Por cierto, el sándwich de pollo y los juguitos de caja también están en la lista de cosas que odio, en fin, al llegar a Kansas fue como si llegara a mi hogar, el lugar que me vio crecer y convertirme en el mayor espía y agente de la coste este, la ciudad que me acogió para ser lo que soy... Y la que me dará de vuelta la esperanza de tener un buen futuro y una nueva esperanza... La ciudad de mi reinicio.


CONTINUARÁ...

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