Amigos

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-Ay...- la resaca hizo que el sonido de la alarma le taladrara los oídos.

-Uy... Apaga esa maldita cosa - escucho a su lado. Rápidamente apagó el reloj despertador que tenía en la mesita de noche y observo a su lado, ahí seguía Crowley, había tapado su cara con una de las almohadas.

-Sigues aquí...- tenía algo de miedo de no encontrarlo ahí .

-¿A dónde más iba a ir ?- preguntó con disgusto, se quitó la almohada del rostro para observarlo, las ojeras hacían resaltar sus amarillos y preciosos ojos .

-Es que pensé que te irías a mitad de la noche o algo-

-Si hubieses despegado tus labios de los míos tal vez sí- por dentro comenzó a gritar frenéticamente, era cierto. Se habían besado, pero no entendía si le estaba reclamando para no hacerlo más o sólo lo dijo por decir.

-No lo haré de nuevo, lo juro- dijo sentándose - fue un ...-

-Esta bien, no me molesta. Fui yo quién empezo- haciendo unos estiramientos procedió a sentarse también- así que el que debe disculparse soy yo-

-No hay problema - sonrió con un leve sonrojo- tampoco me molesta , sólo... Sucedió rápido ,muy rápido -

-Y que lo digas , estoy acostumbrado a besar extraños o bueno lo estuve en la secundaria, pero tú sabes,ha pasado rato-

-Fuiste un precoz¿Eh?- como pudieron se levantaron para desayunar, Azirafel se puso algo más cómodo, pues prometio que al terminar de limpiar la cocina y más, iría a ayudar a Crowley quién le dijo que no debía, pero Azirafel deseaba cumplir su promesa.

Azirafel fue quien cocino está vez, preparo unos panqueques que acompañaron con café bien cargado, pues necesitaban empezar de una vez para poder tener libre la tarde y descansar adecuadamente.

Una vez en casa del pelirrojo, Azirafel estuvo muy tentado a abrir la caja de libros primero que nada. Descubrió algunos libros de astrología bastante gruesos, los coloco en un estante que encontró y Crowley estuvo bien con ello. El cuarto de visitas lo ocuparía como estudio, ya que él no era de recibir gente en su casa que no fuese a su familia y no pensaba dejarlos quedarse a dormir ahí .

Terminaron después de mucho rato, completamente cansados , se desparramaron en el piso recsrgandose de la pared.

-Sí que eran muchas cosas - suspiro Azirafel

-Te lo advertí- gruño el pelirrojo- tu veniste todo necio -

-Pero hey, acabaste más rápido. Si lo hubieses echo solo te habría tomado todo el día - tenía razón, Crowley le debía un favor por ello o quizá no. Después de todo se había ofrecido.

-¿Me dejas que te tiente con la cena hoy?- pregunto una vez que se pusieron de pie, era una manera extraña de decirlo - ahora que mis cosas están en orden podría prepararte algo y está vez sí medirnos con el alcohol -

-Pues, creo que no estaría mal. Sólo déjame ir a casa a ducharme y ponerme algo decente -

-Vale, también me daré una ducha. No me gusta cocinar así-

Ambos se despidieron , cuando Crowley entro a su habitación empezó a buscar la ropa que usaría. Algo casual por supuesto, hasta que se encontró con la lencería que usaba... Una idea peligrosa le invadió la cabeza, pensaba en ese momento que quisiera decirle a Azirafel acerca de Davina, después de todo. Se veía que era alguien sumamente comprensivo.

Así que después del baño, se puso las medias y el liguero, bajo la ropa que usaría , se apresuro a secar su cabello y estuvo en un dilema si usar la peluca y el maquillaje también, pero de momento sólo tendría eso puesto por si algo más sucedía .

Cama y MesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora