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Off se encontraba en su habitación, con miles de ideas en su mente.

Y es que ¿Cómo no? Si ya llevaba con Gun tres hermosos meses de relación a escondidas. Claro, debía de darle algún detalle. La cuestión era cuál.

Estaba frente a su computadora, mirando páginas que pudieran darle alguna idea. Pero joder, no había algo que aún lo convenciera lo suficiente.

Justo cuando estaba a punto de sucumbir ante el estrés, tres suaves golpes a su puerta lo sacaron de su mundo. Era su madre, lo sabía por el olor que se colaba en su habitación del otro lado.

— Adelante.

— Cariño, hay una chica esperándote. La dejaré subir.

Off frunció el ceño ante la demanda de su madre.

— Espera ¿Qué chica? — preguntó con un deje de molestia en su voz. Porque bueno, estaba un poco muy ocupado justo ahora.

— Una muy linda Omega. Creo que serían buena pareja, y tu padre está de acuerdo con ello; en el instante en que preguntó por ti, ambos supimos que serían hermosos juntos. — maldición... Eso sonaba feo a sus oídos, porque tenía ya a cierto Omega en su vida.

— ¿Te dijo su nombre? — temía que fuese quien creía que era.

— Sí, creo que... — su madre lo pensó. — ¡Oh! Haneul.

Vida triple hijueputa.

— Ah... — ¿Cómo iba a negarse a que la dejasen pasar? La expresión de felicidad de su madre, es mucho para él. — Está bien, déjala pasar. No tomará mucho tiempo, tengo algunas cosas que hacer.

Hizo señas a la computadora, su madre asintió y se fue satisfecha del lugar.

En unos dos minutos su puerta nuevamente fue llamada con suavidad y con exasperación se levantó, para abrirle a Haneul.

— Hola, Offie. — esa voz, esa maldita voz tan chillona e irritante.

— ¿Qué te trae por aquí? — no tenía en mente ser un amor con la chica. ¿Ella estaba aquí? Que vaya al grano. Cerró la puerta tras de ambos y se quedaron de pie en medio de la habitación.

Su respuesta no pareció agradarle del todo a la Omega, pero rápidamente cambió su expresión de disgusto por una de coqueteo que le causó náuseas a Off.

— Pensaba que podíamos salir a tomar algo, no lo sé. — sonrió de una manera que se supone debe de causar un efecto atrayente al Alfa, pero sólo causó asco.

— No puedo. Tengo algo extremadamente importante que hacer así que, si me disculpas...

Iba a dirigirse a abrir de nuevo la puerta para que ella se marchara, pero ella no tenía ese plan en mente.

Rápidamente lo tomó del brazo e hizo un ágil movimiento, de tal manera que ahora estaba muy cerca de su rostro, el pecho de ambos juntos y ella tomándolo de la barbilla, con ojos de hambre por el hombre que tenía en frente.

— Vamos, Off... — susurró, intentado seducirlo. — me gustas mucho y creo que... — miró todo su cuerpo, lamiendo sus labios con ansias y deseo. — podríamos llevarnos muy bien. Ya sabes, incluso mejor en la cama.

Off la tomó por los hombros y la alejó de sí, tal vez de una manera muy brusca. El semblante de Haneul se puso tenso.

— Realmente no me gustas nada, Haneul; y el hecho de que te estés rebajando tan fácil por algo de sexo y un amor imposible, sólo me da más asco. — había sinceridad y seriedad total en sus palabras. — Y ahora te pediré que te vayas y no vuelvas a acercarte a mí de esa forma.

Estereotipos ||OffGun||Omegaverse||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora