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- Así que... - fue lo único que a Off se le ocurrió decir. - ¿Qué haremos por estos 10 minutos encerrados juntos?

El alfa se sentía extrañamente nervioso, su lobo se removía ansioso, como si el hecho de estar en un pequeño espacio con el Omega fuera lo mejor de esa noche.

- Pues... - Gun estaba formando un gran debate mental, quería ser especialmente atrevido - no ayuda el hecho de que el alcohol lo convierta muy coqueto -. Entonces tuvo un plan. - Juguemos a 5 preguntas.

Off se lo pensó. Aunque él realmente quería algo más, debería aprovechar la oportunidad para conocer más a fondo al Omega.

- Está bien, yo empiezo. - aceptó, seguido de intentar maquinar una pregunta para el castaño. - ¿Qué es lo que más te gusta de la música?

Gun se recostó en la pared pensativo.

- El hecho de que es un medio por el cual puedes demostrar sentimientos de una manera increíble. - sonrió satisfecho de su respuesta.

- ¡Cursi y cliché! - dijo el alfa en modo de broma.

Gun golpeó su hombro en respuesta.

- ¡Yah, es verdad! - se quejó. - ¿Eres virgen?

Okay, eso Off no se lo esperaba.
De repente sentía vergüenza, este Omega...

- P-pues... - Off no sabía si responder con la verdad, pero al final lo hizo. - No, no soy virgen.

Los ojos de Gun casi se salen de sus órbitas, extrañamente sintió celos, pero se calmó mentalmente.

¿Qué se puede esperar de un alfa deseado por todos?

- Bien, no me sorprende. - comentó algo serio.

Off sintió ternura.

Gun era todo un caso, hacía preguntas subidas de tono y luego se sorprendía por las respuestas, para fingir que ya se lo esperaba.

- Tu cara no me dice realmente lo mismo. - dijo sonriente. Tal vez está algo atrevido por el alcohol... No había pensado en ello. Ignoró ese pensamiento y prosiguió a preguntar. - ¿Cuántos cachorros te gustaría tener?

Gun se vio totalmente nervioso, con las mejillas increíblemente rojas y sin saber qué responder; mientras que por su lado Off se regañó mentalmente por preguntar cosas tan cursis de parejas, sin pensarlo dos veces.

- E-eh... Pues... Emh. - tartamudeó. - ¿Cuatro? Tal vez cinco.

Off no pudo evitar sonreír ante la idea de Gun embarazado, con sus cachorros, los cachorros de ambos. Sería hermoso tener una familia con tan encantador Omega.

El alfa no podía estar más cerca feliz y a la vez confundido con tales pensamientos, pero lo dejó pasar para proseguir a responder ante eso.

- No te veía tanto como un Omega paternal. - dijo dándole un deje de burla, pero no una burla ofensiva.

Gun sólo pudo sonreír, este alfa va a matarme de los nervios.

- Bueno. - Gun pensó una pregunta, hasta que halló una perfecta. Aunque dudó de formularla, al final se decidió por hacerlo. - Tú ¿Crees en las parejas destinadas?

Off definitivamente no esperaba una pregunta cómo esa, más cuando ese tema era más una historia comúnmente vista como "cuentos de hadas".

Pensaba decir que no, pero al fijar sus ojos en el Omega frente a él sólo pudo pensar una cosa: espero que existan, porque desearía que tú fueras mi pareja. Este sentimiento sólo puede significar una cosa, por lo cual ahora creo fervientemente en ello. Luego de sonreír para sí mismo, no dudó ni un segundo al momento de dar su respuesta.

- Sí. - la mirada que Off le dio a Gun fue tan profunda que el Omega sintió sus piernas flaquear, casi cayendo al piso.

Gun estaba abrumado por esas sensaciones, le pesaba el cuerpo, miraba al hombre que era más alto que él, fijamente a los ojos. No supo en qué momento sus pies se movían por sí solos y avanzó unos pasos hacia él.

- Yo también creo poder creer en las parejas predestinadas. - pronunció en un susurro, el suspiro que dio al hablar lo sintió Off en su cara.

El alfa avanzó un paso también, estaban tan cerca que su calor corporal se sentía entre ambos. Como una química inexplicable. No se tocaban aún, pero sus manos picaban por rodear al otro.

Gun dio el primer paso: dirigió su mano derecha a la nuca de Off, mientras sobaba el cabello que terminaba en aquella zona. El alfa no aguantó más, con sus fuertes brazos rodeó la cintura del Omega, atrayéndolo más a sí.

Tan cerca estaban que sus respiraciones se mezclaban, el calor en el baño aumentaba y sus suspiros eran más profundos.

Se encontraban fundidos en sus miradas, atados en sus brazos, se sentían como un alma en dos cuerpos y sus bocas estaban entre abiertas.

Gun envolvió ambos brazos en la nuca de Off, haciendo que estuviera a sólo centímetros su cara de la otra. Los latidos de los dos eran tan fuertes que se sentía a través de la piel y la ropa.

Off pensaba una y otra vez qué habrá hecho en su otra vida para poder conocer tremendo Omega tan bello.

El castaño sacó su lengua y comenzó a lamer la punta de la nariz del mayor, cerrando sus ojos en el proceso, el alfa hizo lo mismo, sintiéndose sublime de poder recibir tal acto de amor del Omega.

Gun pasó a lamer su pómulo, para luego dejar un beso en él, se separó para poder ver a los ojos al alfa y notó algo; ambos tenían sus ojos de animal y sus colas habían hecho aparición, dando a entender lo feliz que se sentían. Tan felices que sus animales se habían apoderado de sí, para poder encontrarse con el otro.

- Papi... - susurró, casi ronroneó Gun, llamando a su alfa.

El alfa le respondió con un beso en la comisura de su boca.

- ¿Qué pasa, mi cachorro? - estaban tan sumergidos el uno en el otro que no notaron cuando Off comenzó a sudar frío.

Una punzada azotó el estómago de Off, haciéndolo regresar inmediatamente a la realidad.

Sus ojos y cola ya no estaban, ahora sólo era él.

El Omega se separó abruptamente, impactando a Off. Gun se inclinó en el retrete y comenzó a expulsar lo poco que había comido.

Tal acción hizo reaccionar a un ahora normal Off, quien se arrodilló a su lado mientras sonaba su espalda con pena.

- Y decías que eras todo un increíble a la hora de beber alcohol, Gunnie. - dijo con sorna.

Gun le dio un codazo mientras seguía en lo suyo.

Sería un trayecto un poco complicado a la casa de los Omegas.

Estereotipos ||OffGun||Omegaverse||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora