Capítulo 14: Te voy a extrañar.

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"Fuiste la forma más triste y bonita que tuvo la vida de decirme que no se puede tenerlo todo. Me quedo con la sonrisa de la última vez que nos vimos"





Las altas paredes de concreto que a su alrededor se encontraban le impedían ver en que dirección lo conducían sus pies descalzos y llenos de heridas, el camino cubierto de piedras le hacía más lento su andar pausado, los bultos filosos impactaban profundo a través de la fina piel sedosa que envolvía la planta de sus flácidos miembros utilizados para caminar, en sus recónditos pensamientos titilaba la incógnita sin respuesta a formular ¿en dónde estoy?, buscaba bien adentro del túnel sin luz que era la masa dentro de su cráneo, pero le fue inútil, la única opción no descartada que le quedaba viva era seguir su doloroso paso a paso, con el que hasta ahora no había logrado avanzar mucho, quería morir, quería que el ñuzco hiciera acto de presencia frente a sus ojos y le arrebatara el hilo a punto de reventar que era su vida, ya no la quería, pero en ese segundo su cerebro le reflejó a la persona por la cual estaría dispuesto a vencer la muerte, lo divisó tan hermoso que sus ojos dolieron, recordó toda la felicidad que compartieron juntos, que a pesar de ser escasa, fue suficiente para que su sola existencia dependiera de aquella cegadora sonrisa que solo él le podía regalar, la fuerza de voluntad que le brindó aquella imagen fue suficiente para que alzara la capa que cubría sus ojos, pero aún así, la negrura bañaba aquel sitio desconocido.

–¡Impresionante!– vocifera una voz detonante y rasposa que se escuchaba muy cercano a su posición– tienes mucha resistencia, ¿cómo es posible que aún estés vivo después de haberte atravesado el pecho unas diez veces?, creo que el Creador hizo bien su trabajo al crearte, se suponía que tenías que volverte senisas, pero aquí estás.

–E..eres un maldito– la voz del pelinegro salía casi inaudible debido a los golpes y las torturas que había recibido todo ese tiempo.

–Esas mismas palabras se las decías a mi hermano, pobre– su cara denotaba fingida lástima– fue tan iluso en creerlas, por eso ahora está muerto, pero conmigo es diferente, soy mayor que él, por lo tanto más fuerte, tus estupidas amenazas e insultos no funcionan conmigo.

–A..aunque no lo creas– hace una pausa que le permite llenar de aire sus cansados pulmones– ambos son igual de ilusos, el diablo por confiado y tú por el simple hecho de ser su hermano.

–Que poca fe me tienes– se acerca unos pasos más hacia Jungkook, pero este aún no captaba su verdadera posición– siempre cumplo lo que prometo, y mi hermano no será la excepción, voy a vengar su muerte.

–Es a mi a quien quieres ¿no es cierto?– poco a poco las fuerzas iban regresando, de algo le sirvió entretenerlo un tiempo, aunque aún no era suficiente para romper las cadenas que lo mantenían atado, y mucho menos para devolver a la vida su parte de fénix– entonces aquí estoy, has lo que quieras conmigo pero..– interrumpido.

–Eso lo dicen todos los humanos, ya veo que te has contagiado con ellos, ¿de que me sirve dejarte en paz cuando puedo divertirme un rato con tu gatito?– una sonora carcajada inundó todo el lugar acompañado de una luz cegadora, que impactando contra una antorcha incrustada a la pared, le permitió ver todo a su alrededor.

Aquel sitio tenía el aspecto de una cueva, con razón era tan oscuro, el espacio cerrado no era apto para claustrofóbicos, muy reducido, la falta de oxígeno dañaría la salud pulmonar de cualquier humano que allí se encontrara.

Lo captado por la vista de Jungkook lo dejó helado, allí frente a él, amarrado en un rincón de ese espantoso sitio, estaba su gatito golpeado y herido por todas partes, su corazón se estrujó y su alma lloró internamente al ver la devastadora escena, no podía permitir que algo le pasara a él y tampoco a los demás que allí se encontraban, atados de igual forma ¿cómo habían ido a para allí?

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