Capítulo 9: Primera vez.

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"Te amo, porque eres todo lo que quiero para ser feliz, te amo, porque eres felicidad, y esa felicidad es todo lo que tengo cada vez que estoy a tú lado".






Los tiernos y dulces roces de una boca recorriendo su rostro, cuello y torso hicieron que abriera los ojos mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios, le habían dado los mejores buenos días de su vida, misma que ahora recordaba a la entera perfección, hasta el más insignificante de los detalles ocupaba el espacio de su cerebro que antes estaba vacío. Restregó sus ojos tratando de apaciguar el sueño que los abrazaba y rodeó a su gatito con brazos y piernas mientras depositaba besos en sus labios color fresa y sabor a chocolate.

–Buenos días amor– saluda Jimin riendo por el acto del contrario.

–Buenos días gatito– besó su nariz.

–¿Gatito?– sonrió.

–Si, ¿no te gusta que te llame así?

–No es eso, claro que me gusta, lo que pasa es que si Tiny te escucha decir eso se va a enojar.

–¿Tiny? ¿Quién es Tiny?– pequeñas arrugas poblaron su frente.

–¿Estás celoso?– dijo divertido.

–Eso no se hace Park Jimin– entrecerró los ojos– es de mala educación contestar a una pregunta con otra.

–No seas tontito, Tiny es mi perro, por eso digo que se va a enojar si te escucha hablando de gatos.

En esa fracción de segundo recorrieron su cabeza todas las imágenes de su transformación, tenía que sacar sus fuerzas intrincadas y contarle a Jimin todo lo que había pasado, solo rogaba a Dios porque el cachorro estuviera bien.

–No todos los gatos y los perros se llevan mal.

–¿En serio?.

–Si, por supuesto, y te lo puedo demostrar.

–¿Cómo sería eso?– besó los labios del pelinegro.

–Pues así se me olvida la demostración.

Dio la vuelta quedando entre las piernas de Jimin y comenzó a besar tiernamente sus labios y cuello, ambos estaban disfrutando de cada roce y caricias mientras compartían ese tiempo juntos y a solas.

–Jungkook– lo llamó.

–Mmmmm– continuó besando el cuello del pelirubio mientras sus manos se adentraron por debajo del pijama.

–¿Recuerdas que dijiste que me ibas a llevar a un sitio?

–Si, cierto, bueno, creo que mejor nos arreglamos– se levantó y corrió directo al baño cerrando la puerta con seguro.

–¡Hey!, ¡olle! eso es trampa– se quejó Jimin golpeando la puerta.

–Tienes que ser rápido gatito, así no me vas a ganar– se burló mientras reía a carcajadas.

‐Yo soy rápido– lo provocó.

–¿En serio?, ¿cómo en que?.

–En muchas cosas, ni te lo imaginas– dijo coqueto.

–Para que imaginarlo si puedo experimentarlo– salió del baño con una toalla enredada a su cintura y pegó a Jimin contra su cuerpo– ahora si, muetrame lo rápido que eres– mordió el carnoso labio inferior de su gatito.

–Este, creo que– miró el torso desnudo de Jungkook y su boca se empezó a secar mientras sus mejillas se tornaban de color rojo– ahora el rápido tienes que ser tú– se safó de su agarre y corrió al baño.

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