...CINCO AÑOS DESPUÉS...
–Gatito– lo remueve Jungkook mientras besa los labios de su pareja.
–Mmm– se revuelve– ¿qué pasa?– abre sus adormilados ojos captando el rostro más lindo de su mundo, mismo que nunca se cansaría de mirar.
–Es hora de levantarse, no seas dormilón– sonríe.
–Es que estoy cansado– hace puchero.
–Lo sé– sonríe pícaro– pero no podemos llegar tarde, recuerda que la cita es a las diez.
–Cierto, se me había pasado– intenta reincorporarse pero algo peludo a su lado se lo impide.
–Parece que alguien quiere ocupar mi lugar– expresa.
–¿Estás celoso?– sonríe divertido.
–Claro que no, Tiny es como nuestro hijo, no puedo estar celoso por eso.
–¿Estás seguro?.
–Muy seguro.
–De acuerdo, voy a arreglarme y ya nos vamos.
–Te espero abajo.
Luego de tomar una ducha y comer el rico desayuno que le había preparado su esposo suben al auto rumbo a conocer su nueva vida.
Las calles de Seúl no habían cambiado mucho en esos cinco años transcurridos, el ambiente húmedo que bañaba sus calles era casi permanente, pero ese día era diferente, el sol brillaba en su punto más alto, la brisa fresca que se colaba por las ventanillas despeinada sus cabellos ahora negros como el azabache, decidió cambiar el color rubio, no porque le desagradara, al contrario, le gustaba mucho, pero con el ajetreo del día a día en el trabajo no le quedaba tiempo para nada, y mucho menos para teñirse el cabello.
Luego de la relajante luna de miel regresaron a su hogar, mismo que querían construir juntos y desde cero, el padre de Jimin se retiró como presidente de la empresa y le cedió todas las acciones a su hijo y a Jungkook, ambos se pasaban el día trabajando y cuando llegaban a casa agotados por el estrés decidían estar juntos para liberarse, veían películas, a veces peleaban porque Jungkook quería ver terror mientras que Jimin prefería las románticas, pero siempre terminaban reconciliados de la mejor forma posible, compartían los fines de semana con su familia, a veces se reunían en la casa de los Park, otras en la de su nana y en algunas ocasiones en su casa, en aquel tiempo reinaba la felicidad, como siempre quisieron que fuera, pero desde los últimos días querían algo más, algo que les diera una razón aún más fuerte de las que ya tenían para seguir adelante, y ese día por fin se haría realidad ese sueño.
–Llegamos– anuncia Jungkook mientras detiene el auto frente al enorme lugar– ¿Estás nervioso?
–Un poco– aprieta sus manos.
–Tranquilo, todo va a estar bien, ya lo verás– lo anima.
–Eso espero, esto es nuevo para nosotros, no se si seré capaz de lograrlo.
–Lo lograremos, yo siempre voy a estar a tú lado.
–Gracias– lo besa.
–¿Entramos?– el contrario asiente.
Decididos se adentraron al lugar, dieron sus nombres en la recepción y esperaron sentados en la sala de espera.
–Hola chicos– saluda Jin al llegar junto a ellos.
–Hola, ¿qué haces aquí?– pregunta Jimin.
–Ahora este es mi lugar de trabajo.
–¿Enserio? no nos dijiste nada.
–Es que inicié hace unos cuatro días, ¿y ustedes que hacen aquí?– pregunta extrañado.
–Venimos a conocerlo.
–¿¡Lo lograron!?– expresa contento.
–Así es– sonríe.
–Me alegro mucho por ustedes, espero sean felices los tres juntos– los abraza– nos vemos luego, cuídense mucho.
–Adios Jin.
–Jeon Jungkook y Jeon Jimin– los llama una señora de mediana edad.
–Somos nosotros.
–Adelante, pasen.
Ambos cruzaron una pequeña puerta que conducía a un lugar lleno de cunas diminutas, se encontraban en el hospital de la ciudad en la zona de niños abandonados.
–Es él– le muestra la mujer– él es su hijo.
Con los ojos inundados de lágrimas se acercaron a pasos lentos mientras observaban con ternura a la pequeña figura que pateaba y sonreía del otro lado del cristal, con ojos negros como la noche, piel blanca como la cal, una sonrisa que cautivaba miradas y dos pequeños hoyuelos que adornaban sus mejillas, era el niño más precioso que jamás se imaginaron tener.
–Mira, cariño– expresa Jimin con los ojos cubiertos de agua salada– es nuestro bebé– lo mira– nuestro, por fin vamos a ser una familia completa.
–Así es amor, es muy lindo, lo vamos a cuidar con nuestras vidas, nunca le faltará de nada y crecerá en un lugar lleno de amor con los mejores padres– este no pudo evitar contagiarse y con su dedo índice retiró una lágrima que rodaba cuesta abajo por su mejilla.
–Claro que si– dice emocionado– ¿cómo se llama?– le pregunta a la mujer que aún se encontraba a su lado.
–No tiene nombre, fue abandonado al nacer y su madre no le puso uno.
–¿Cómo te gustaría nombrarlo?– pregunta Jimin a Jungkook.
–Me gusta Seong Jin– sonríe satisfecho.
–Es bonito, ¿qué significa?
–Estrella triunfante, él va a ser la estrella que iluminará nuestro camino de ahora en adelante, y estoy seguro que será un hombre de bien y conseguirá todo lo bueno que se proponga.
–Entonces ese será su nombre– hace una pausa y mira nuevamente a la mujer– ¿puedo cogerlo?
–Claro que si, de echo, ya pueden llevarlo con ustedes, me dieron la orden de que eso se cumpliera.
Ambos se miran felices mientras Jimin toma al bebé entre sus brazos.
–Hola pequeñín, nosotros somos tus padres y te vamos a querer mucho– con una mano sostiene los pequeños dedos del que ahora era su pequeño bebé, su consentido, su nuevo eje de rotación.
–Este era nuestro anhelo, ya estamos completos– expresa Jungkook.
–Así es, cariño, ya estamos completos– se abrazan los tres juntos– Te amo.
–Yo también te amo– lo besa y luego deposita un suave beso en la frente de su hijo– los amo a los dos.
–¿Y ahora que viene?.
–Todo se resume a una simple pero necesaria palabra– juntan sus frentes– felicidad, eso es lo que llenará nuestros mundos en el presente y futuro, mismo que compartiremos como la familia completa que somos.
La mitad de la belleza depende del paisaje y la otra mita de la persona que la mira.
Valoren cada día de sus vidas: los días exitosos les traen felicidad, los días malos, les dan sabiduría y los días más dulces, les dan los mejores recuerdos.
JUNGKOOK: Si la vida me diera la oportunidad de pedir un deseo...desearía volver a conocerte.
.......TE AMO.......
ESTÁS LEYENDO
Phoenix Love.
FanfictionLas imperfecciones del universo, siempre están en contra de todos, esa era la manera de pensar de cierto chico pelirubio, que sentía que podía llegar a ser muy feliz con su aparente existencia carente de maldad y desgracias, pero como todo ser pensa...