El primer amor de Zenitsu. PAUSADA

#4

-Escuchame TN, el ser un cazador de demonios implica muchas cosas, no sólo depende de tu fuerza física, también debes tener una gran voluntad, valentía, tener en cuenta de que en cualquier momento debes dar tu vida por las personas que deseas salvar- jigoro explicaba a la chica frente a él mientras está se encontraba manejando una espada de madera

-Manejar una espada de manera normal es la base, pero las técnicas de respiración son mucho más fuertes que solo cortes normales, la respiración del rayo es la que te enseñaré, serás veloz y no sólo eso, los cortes serán muy potentes, al igual que a Zenitsu y Kaigaku, te entrenare de esa manera, no tendré consideración entendido TN

-¡si abuelo!- en cuanto la rubia dijo aquello el anciano le dio la señal para empezar a forjar la primera postura, moverse rápidamente con la espada en manos, cortar aquellos muñecos de madera que el anciano había puesto.
Algo que a simple vista se veía sencillo, de no ser por los golpes que jogoro daba por cada segundo extra que hiciera al tiempo establecido.

Para una niña que recién desarrollaba su cuerpo y no sólo eso, su fuerza era inferior a la de Zenitsu o Kaigaku.
Jigoro se mantenía firme a la hora de entrenar el cuerpo de la chica y aún con cada golpe que había recibido en su primer entrenamientos TN se había aguantado las lágrimas.
Sus extremidades dolían, su ropa estaba sucia y en ella habían varias marcas rojas.

Mientras kaigaku y Zenitsu esperaban por ella en la misma roca la vieron llegar en paso lento hasta ellos, levantó su vista y sonrió para ambos

-Estoy lista para ir a comer duraznos- sus piernas temblaron un poco, afortunadamente antes de caer los brazos de Zenitsu la sostuvieron

-¿Estas bien? Creo que no puedes caminar del todo.- Kaigaku se acercó a ambos cruzando sus brazos

-sabía que una niña no podría soportar el entrenamiento del sensei, vamos... Que el miedoso te lleve en sus brazos o algo, si es que cargandote puede seguirme el paso- el pelinegro empezó a correr, Zenitsu vio a la chica y se agachó frente a ella para que subiera a su espalda

-te cargare, o nos arrastramos juntos, pero dijimos que los tres iríamos a comer duraznos, sube- TN sonrió subiendo a la espalda del rubio, se sostuvo de su cuello y Zenitsu comenzó a correr llendo por el mismo camino que Kaigaku había tomado

-Gracias, Zenitsu- recargada en la espalda del rubio sus mejillas tenían un sonrojo notorio, viendo como este saltaba por las rocas que cruzaban un río, los árboles de durazno eran hermosos a simple vista, TN no había estado en un lugar así antes.

-Cálido... Se siente tan cálido, Zenitsu... Eres muy cálido para mi corazón- En unos minutos Zenitsu se detuvo justo en donde los árboles rodeaban una roca mucho más grande que las demás, arriba de esta Kaigaku tenían algunos duraznos ya cortados y comía uno.
Tn bajó de la espalda de Zenitsu para sonreírle al pelinegro

-llegan tarde.. Oye miedoso ¡atrapa esto!- segundos después de decir eso Kaigaku lanzó un durazno hasta Zenitsu, este lo tomó en sus manos tambaleando un poco hasta caer al suelo, ante eso TN río levemente mientas de agachaba para ofrecerle su mano

-te ayudaré - un durazno golpeó la cabeza de la chica haciendo que su cabello quedara machado de durazno.
La risa del pelinegro comenzó a sonar, mientra TN y Zenitsu se miraron para después comenzar a reír

Aquella escena que Jigoro miraba le había llenado de ternura, podía ver a sus tres alumnos sonreir juntos, como si nada en el mundo pasara.

SI TAN SOLO TODO SE HUBIERA QUEDADO ASÍ....

BUENAS, pido perdón se que me tarde en actualizar, también pongo a TN como rubia ya que es la historia de un Oc que cree sobre kimetsu, claro pueden cambiar el color de cabello y así ^^ espero poder actualizar más seguido y que disfruten de la historia