Era la madrugada del cuarto día después de que Kaigaku se fuera a la selección final, TN había salido de la cama después de escuchar a Zenitsu salir de aquella casa. Jigoro aun dormía, aun faltaba tiempo para que el sol saliera, no era la primera vez que veía como el rubio salía en las madrugadas, pero la curiosidad al fin le había ganado, de manera silenciosa fue hasta donde se encontraba el rubio, detrás de uno de los arboles de durazno podía ver como el rubio entrenaba, se exigía a si mismo mas de lo que lo hacia su abuelo, una y otra vez repetía lo mismo hasta que caía agotado.
-Zenitsu-susurró mantenido su mirada en el rubio que se encontraba en el suelo, lastimado y las notables gotas de sudor caían de su frente, en unos segundos intento levantarse quedando de rodillas en el suelo.
-Se que estas ahí TN, puedo escuchar el sonido de tu corazón latiendo, de tu respiración suave, el sonido tranquilo que siempre sale de ti.-De nuevo había olvidado el gran oído que el rubio tenia, resignada salió de su escondite yendo hasta el, al ver el rostro del rubio coloco una expresión de sorpresa, los ojos del rubio estaban cerrados, el dormía aun, no entendía, era igual a la vez que lo conoció. -Estoy cansado... TN, vamos casa.-No dijo nada mas y después termino de caer inconsciente, antes de que topara el suelo TN los sostuvo con fuerza, el rubio sin duda era mas pesado que ella, pero no podía dejarlo ahí.
Le costó un poco, pero finalmente, luego de varios intento había colocado a Zenitsu sobre su espalda, aunque sus pies arrastraban un poco, TN comenzó a caminar con el de regreso a la casa de Jigoro.
-Zenitsu y Kaigaku siempre me cargaban cuando mis piernas se agotaban, es mi turno ahora. Zenitsu, descansa, no despiertes aun.- Los pasos de TN eran lentos, sus jadeos por el esfuerzo se hacían cada vez mas ahogados, después de un tiempo la casa de Jigoro estaba cerca, la mañana los había alcanzado, el solo pronto iba a salir.
Cuando pisó el patio de aquella casa TN cayó al suelo con el rubio sobre su espalda, sus ojos vieron a Jigoro ir hasta ellos, los miraba de manera serena, un poco mas calmada que las veces anteriores.
-Buenos días... abuelo-Dijo con la voz cortada, el anciano sonrió y comenzó a quitarle a Zenitsu de encima para que con dificultad ella se levantara- Zenitsu, entreno duro, hasta agotarse abuelo, yo... yo solo lo traigo de regreso.
-Serás una buena esposa TN, Zenitsu quedara en buenas manos- Después de que cargara a Zenitsu en sus brazos hizo un poco de esfuerzo para acariciar los cabellos de TN dirigiéndole una mirada llena de ternura y cariño.-Tomemos un día de descanso, cuando el despierte, iremos al pueblo a comprar cosas, tal ves un lindo kimono para ti, el que te dio tu madre se ha roto ¿verdad?- TN asintió moviendo su cabeza, aquella vestimenta era lo único que le quedaba de su madre, aunque estuviera roto, seguiría conservándolo.-Bien, entonces, llevemos a Zenitsu a descansar y después iremos los tres al pueblo.
-¡Si, vamos abuelo!- Siguió al anciano, antes de que entraran por completo, la voz de Kaigaku hizo que ambos giraran, viendo al pelinegro con sus ropas rasgadas y algunas heridas.
-Regrese maestro... fue poco tiempo-Dijo mientras se acercaba a ellos, TN sonrió de manera amplia yendo hasta el abrazándolo, ante esto Kaigaku intentaba apartarla pero su esfuerzo fue inútil-¡Oye niña, TN, suéltame!
-Bienvenido de vuelta, Kaigaku- Sonrió y después lo soltó para evitar molestarlo mas, Jigoro sonrió aliviado, su primer alumno había regresado.
-Me alegra que estés bien Kaigaku, vamos adentro, parece que todos están cansados, con mayor razón saldremos al pueblo, a festejar tu regreso. TN te limpiara tus heridas.- Los tres entraron a la casa, era un día tranquilo y sereno, pocas veces era así.
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El primer amor de Zenitsu. PAUSADA
FanfictionHabíamos hecho una promesa, después de convertirme en cazadora estaríamos juntos.... Y, cuando derrotaramos a los demonios me tomarías como esposa. Por eso, no tenía permitido morir, no podía hacerlo hasta no verte de nuevo mi querido rayo.