𝐅𝐢𝐫𝐞 𝐎𝐧 𝐅𝐢𝐫𝐞 | 𝐛𝐮𝐝𝐝𝐢𝐞 | 𝟗-𝟏-𝟏 | 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜 | #𝐓𝐃𝐅𝟐

𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟗

Buck's pov

No sé que tan mala suerte debo tener para que solo a mi me sucedan este tipo de situaciones.

Sé que en todo el mundo hay gente viviendo cosas peores, pero a veces no podía creer porque de entre 7 billones de personas en el mundo, yo era uno de los escogidos para tener una especie de imán de mala suerte.

Intentaba no imaginar lo peor, pero el calor de aquel lugar provocado por los árboles y pasto en llamas no ayudaban mucho.

Los chicos ya habían comenzado a hacer uso de los extintores para terminar con el fuego lo más rápido posible y evitar peligros para la gente que aún podía estar en riesgo entre las llamas, como bien era el caso de Christopher, Denny y María.

Cuando Hen se unió a nosotros nos explicó que para ella era un día común en el parque con su esposa intentando relajarse, cuando se encontró con Christopher y mi madre que daban un paseo en secreto por el mismo, sin embargo mi hijo al ver a Denny y María fue a jugar con ellos.

Llegó un punto en que las 3 coincidieron en que los niños se lograron escabullirse muy bien entre los árboles, plantas y juegos de este parque, al punto en que ninguna los vio, sin embargo no fue asunto de preocupación hasta el momento en que el olor a quemado, el calor, los gritos de susto de la gente y otros factores, encendieron una preocupación en ellas.

La preocupación me fue contagiada en el momento en que me contaron que ninguna de las 3 sabía donde estaban los niños, pero al menos me consolaba el saber que mi hijo no se encontraba solo y que Denny podía ser de gran ayuda, así como María podía sorprendernos.

Estaba agradecido con tener un equipo como la 118, pues cualquiera pudo haber contado a mi hijo y sus amigos como otras vidas que también tienen salvar, sin embargo, Bobby tomó como prioridad a mi hijo y nos comenzó a organizar para su búsqueda, teniendo en cuenta que debíamos ayudar en caso de que encontráramos alguna víctima del incendio, aunque se supone que ya no había tantos o ninguno.

—¡Christopher!¡Denny!¡María! —gritabamos todos los de la 118, en ocasiones al unísono—. ¡Christopher!¡Denny!¡María! —y así íbamos repitiendo.

Deseaba estar con Eddie en estos momentos, pero era mejor si nos separabamos a buscar, aún cuando el parque no era muy grande y tenía áreas libres, en comparación a otras emergencias casi imposibles que hemos atendido antes.

Precisamente el hecho de que el parque fuera un lugar en el que difícilmente te perderías me parecía preocupante, más que nada porque mi mente comenzaba a generar miles y miles de historias considerando que alguien pudo haber robado a Christopher.

—¡Chicos! —gritó Lena.

Detestaba tener que hacer equipo con ella y seguir sus indicaciones, pero era por el bien de mi hijo, quizás tenía algo útil, por lo que con mi mirada busqué el origen de su voz.

Desde donde la veía parecía que era una diminuta persona que nos hablaba a lo lejos intentando tener nuestra atención a lado de una pequeña cabaña en medio del parque.

Todos nos acercamos a dónde ella. La esperanza volvió y comencé a pensar que quizás la razón por la cual no los encontrábamos en el lugar donde era difícil perderse era porque se habían refugiado en aquella cabaña, que, siendo honestos, tampoco se veía tan segura, en fin, niños.

Frente a la puerta de la cabaña intentamos abrirla, pero al parecer la cerradura estaba rota a propósito y estaba siendo difícil abrirla.

《¿Y si alguien encerró a mi hijo aquí?》Pensé, trayendo de vuelta la intranquilidad a mi estado de ánimo.