𝐅𝐢𝐫𝐞 𝐎𝐧 𝐅𝐢𝐫𝐞 | 𝐛𝐮𝐝𝐝𝐢𝐞 | 𝟗-𝟏-𝟏 | 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜 | #𝐓𝐃𝐅𝟐

𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑

Operador del 911: 911 ¿cuál es su emergencia?

Llamada: Creo que he sido secuestrada

Operador del 911: ¿Disculpe? ¿cree?

Llamada: No recuerdo haber sido secuestrada, pero he despertado y no veo absolutamente nada, tengo la cabeza tapada con algo, no siento la salida y siento que la respiración se me agota

Operador del 911: Entendido, señorita. Buscaré su ubicación con el rastreo de llamada. La ayuda está en camino.

🚨🚨🚨

Buck's pov.

Veníamos de una loca con su gato atorado en el excusado, que vivía en un edificio con departamentos para la misma persona y un elevador que apestaba a dentista, no estaba de humor para otra emergencia para otra emergencia extraña.

Llegamos a un hotel a la nueva emergencia, la cual prometía ya no ser tan malditamente extraña, veníamos nuevamente con la policía, pero en esta ocasión ya no era Athena, y es que se trataba de un supuesto secuestro a manos de un pirómano.

Solo bajamos Eddie, Bobby y yo junto con los policías, por su parte Chimney y Hen se quedaron abajo llenando de aire el inflable en caso de que la víctima necesite saltar.

—Lo más extraño es que nadie dijo la palabra con Q¹ —mencioné en referencia a la emergencia del gato mientras subíamos las escaleras a la habitación 205 que necesitaba nuestra ayuda.

—Porque la maldición no existe, emergencias raras pueden haber en cualquier momento y en cualquier día —respondió Eddie, a quien amaba con locura, pero detestaba que se siguiera negando a creer en la maldición.

Desde que llegó a la estación ha comprobado al menos en una ocasión que la maldición era real, pero él seguía negándose a creer que ésta existía, —quizás— nos creía locos.

—Será mejor que ustedes dos se callen, no quiero un día con emergencias extrañas —nos dijo Bobby en ese tono paternal que solía tener con nosotros.

Al llegar al piso de la emergencia caminamos por el pasillo a la puerta de la llamada, una de madera de un color blanco sucio con los números 2, 0 y 5 en dorado acomodados en una posición piramidal en la parte superior de ésta.

El oficial se paró frente a la puerta y tocó la misma de una manera un tanto agresiva.

—LAPD² —dijo el oficial posterior a el choque de sus nudillos contra el puerta igual de agresivos que su tono de voz.

No se recibió respuesta por parte de quien pudiera estar dentro, pero sabíamos que había alguien, se escuchaba una estufa encendida, probablemente de ahí el hecho que la persona de la llamada haya dicho que intentaban quemarla.

El oficial tocó una vez más de la misma manera que la anterior con las mismas palabras, seguimos sin recibir respuestas, estábamos a un toquido de usar la fuerza en caso de no tener respuesta nuevamente.

El oficial dio un toquido más, esta vez si hubo una respuesta temerosa de una voz que parecía provenir de un varón ya bastante grande, de hecho me recordó a Red, pero no podía ser posible, él ya había partido de esta tierra.

—¿Quién es? —dijo aquella voz que me era familiar.

—Ya sé lo dije, LAPD. Más le vale abrir o usaremos la fuerza