𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟕

1.1K 97 1
                                    

Buck's pov

Realmente no podía creer que ya con un par de años de ser bombero mis padres aún tengan la idea de que busque otro trabajo. Antes era porque según ellos me creía inmortal, después porque casi muero —eso fue lo pensaron la ocasión de mi pierna, lo peor es que se enteraron un año después y fue gracias a Maddie—, ahora querían culpar a mi hijo y mi paternidad cuestionando la misma.

También crei que después de haber salvado la vida de mi mamá y darles asilo para que no gasten en un hotel por semanas cambiaría su opinión, así como creí que mi hijo lo haría, pero como me lo temía, que sean buenos abuelos no los convierte en buenos padres. Sé que, quizás, precisamente esa preocupación de abuelos por su nieto era la causante de dicha idea en la que insistían que tanto Eddie como yo renunciaramos a nuestro trabajo para no dejar a Chris sin padres.

No estaba dispuesto a tener la misma pelea una vez más, pero tampoco estaba en mis planes correr a mis padres, no tenía el corazón faltante para hacerlo, así que buscaría la solución siempre y cuando no fuera tenerlos fuera de mi casa antes del tiempo de recuperación total de mi madre.

Me había adelantado a la habitación, por lo que me dormí antes que Eddie, pues ni siquiera lo esperé a que llegara cuando ya estaba dormido, así que al despertar sabía que necesitaba una disculpa.

Me giré con lentitud para ver su rostro durmiendo y dejar de darle la espalda. Estaba sobre el lado derecho de mi cuerpo viendo a Eddie con los ojos cerrados frente a mi. Su cabello marrón se arremolinaba formando unos cuantos rizos que borraban la imagen de hombre serio que tenía ante todos. Por un momento no lo veía como el señor Buckley-Díaz, sino como mi Eddito.

De alguna manera podría asegurar que sintió mi mirada pues se removió en su posición sin dejar de apoyarse de su lado izquierdo —sobre el cual se recargaba para quedar frente a mí—, dio unos cuantos parpadeos muy pequeños y abrió lentamente los ojos, pero en microsegundos apretó su mirada por la delgada línea del sol del amanecer que entraba a nuestra habitación gracias a el pequeño espacio que el largo de nuestra cortina no lograba cubrir.

—Buenos días, señor Buckley-Díaz —le dije. En teoría aún no era Buckley-Díaz, pero nos gustaba llamarnos así, pues todos nos conocían así desde que estamos juntos.

—Buck —respondió y se dio la vuelta.

Después de unos segundos estiró su mano a su buro para tomar su teléfono y revisar la hora.

Arrugue mis cejas confundido, pues no entendía que sucedía ni lo que había hecho para que tuviera ese comportamiento con una indiferencia más filosa que la espada de una estatua decorativa en un palacio. Quizás era solo mi cabeza.

Solté un suspiro para luego levantarme lentamente, quería que nos levantaramos juntos como hacemos a diario, pero parecía ser que de momento lo menos adecuado era insistir a Eddie. No sé si algo sucedió durante la noche después de que lo abandone ahí con mis padres para que tuviera dicho comportamiento o quizás simplemente fue que lo deja ahí con aquellos señores que cuestionaban cualquier cosa que fuera en contra de sus ideas.

Comencé el día bañandome sin Eddie, pero donde más extrañé su presencia fue en el momento en que me ponía el uniforme de bombero y estaba sin aquel que me miraba sonriente con aquel uniforme. Me hacia falta aquella mirada que destacaba de entre todas por ser la única que no me hacía sentir incómodo por pensar que era atractivo disfrazado de bombero para jugar a ser uno.

Posteriormente fui a levantar a Christopher para su día de escuela, si es que Eddie no se había adelantado y justo, como me lo temía, al abrir la puerta de la habitación de Christopher me encontré a mi hijo levantado, pero estaba solo.

Mire extrañado la imagen de Christopher atando solo los cordones de sus Adidas blancos con líneas negras. No subestimaba sus capacidades, de hecho, detesto hacerlo, pero algo movio en mi el hecho de verlo hacer dicha actividad que siempre le había costado mucho trabajo.

Entendía la preocupación de mis padres al pedirme cambiar por un trabajo que asegurase mejor mi vida para Christopher, pues era un miedo que tuve cuando recién comencé a salir formalmente con Eddie, ya que estaba consciente que amar a Eddie era amar a Christopher y aún más cuando ya me consideraba su otro padre, entonces investigando un poco descubrí los problemas que podía enfrentar alguien que padecía de parálisis cerebral, como Christopher y presicamente la coordinación para este tipo de actividades no era imposible, pero si complicada; no me podía sentir más orgulloso por Christopher, así como también había un sentimiento en mi pecho rogando que dejara de crecer, deseando que siempre fuera aquel tierno pequeño de 7 años que conocí luego de odiar a su padre.

Se levantó de la orilla de su cama y caminó hacia la entrada de su cuarto, donde me encontraba yo recargado sobre el marco de su puerta.

—Papá Buck, buenos días —dijo dándome un corto y fugaz abrazo que ni siquiera tuve tiempo de responder.

—Buenos días —respondí con voz baja, tan baja que dudo que haya escuchado pues se alejó en dirección al elevador para ir a tomar su desayuno.

Al bajar al comedor para tomar el desayuno fue donde encontré a Eddie finalmente —hoy fue su turno de preparar el mismo—, estaba sirviendo un último huevo estrellado en un plato de tres que tenía cercanos a él, una vez terminó, los llevo a el comedor.

Tanto Christopher como yo nos sentamos en un asiento que ya tenía servido un plato, el cual tenía un huevo estrellado servido —éste era un ataque de Eddie intentando ir en contra de mis intentos de ser vegano— junto con un poco de arroz y una manzana.

—¿Dónde están mis abuelitos? — preguntó Christopher haciéndome pensar en los mismos, pues no se habían aparecido desde que desperté o al menos no había notado su presencia.

—Fueron a casa de Maddie —respondió Eddie sentándose con nosotros.

Todo me comenzó a parecer extraño.

¿Por qué no estaban justo después de una noche de haber discutido?

—¿Casa de Maddie? —pregunté, sin embargo, lo único que recibí como respuesta por parte de Eddie fue que asintió con la cabeza sin siquiera mirarme.

《Dime que todo está en mi cabeza》 me dije a mi mismo mientras suspiraba.

—¿Están molestos? —se atrevió a preguntar Christopher, de esa forma haciéndome saber que no, no estaba todo en mi cabeza

—No —respondí—. Al menos yo no

—No puedo contradecir la verdad —añadió Eddie ante mi respuesta para luego seguir comiendo.

El resto del desayuno fue horriblemente incómodo y estoy seguro de que Christopher lo notó.

Estos no eran el tipo de problemas de nuestra relación, de hecho, casi nunca los había, pero justo ahora no entendía siquiera que había causado su molestia para al menos disculparme con Eddie.

𝐅𝐢𝐫𝐞 𝐎𝐧 𝐅𝐢𝐫𝐞 | 𝐛𝐮𝐝𝐝𝐢𝐞 | 𝟗-𝟏-𝟏 | 𝐟𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜 | #𝐓𝐃𝐅𝟐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora