Siempre Fuiste Tú © [En Edición]

○ Capítulo 18 ○

Nota de autor: Antes de empezar a leer, quiero aclarar algo que sentía que era importante hacerlo. No soy experta haciendo capítulos o narrar donde los personajes están a punto de tener un momento íntimo, hago lo que puedo y me esfuerzo por hacerlo.

#Ficción

Así que espero y me entiendan.

Ahora sí, sigue con la lectura *carita facherita*

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○Capítulo 18○

"LAS PERSONAS SON COMO LOS LIBROS"

Rasque mi cabeza al mirar todas las fórmulas que estaban escritas en la pizarra, hojeaba el libro encontrando información que me pudiera ayudar.

Hasta que en la página setenta venía la información necesaria. Entregué los resultados y por los Santos personajes literarios, estaban bien.

Salimos del salón, nuestro tiempo de descanso comenzaba, mis pies se dirigieron a la primera planta del instituto La cafetería, agradecía a todos los dioses de que no hubiese tanta gente, me acerqué a la máquina expendedora de para comprar un chocolate, saqué mi billetera e introduci un billete dentro de la abertura.

Me senté al lado de una de las tantas ventanas que habían, algunos estudiantes del último semestre se encontraban afuera, en tiempo de física.

Mientras mordía mi chocolate mis ojos chocaron con los de Anderson, pero después se desviaron con su compañía de al lado, esa chica pelirroja.

Ambos abrazados, él rodeando sus hombros y ella aferrándose a su cintura.

Suspire empañando el cristal.

—¿Celosa? —una voz masculina me saco de mis pensamientos.

—Sí —admiti —. De que tú te estés comiendo ese sándwich y no yo.

—¿Qué te traes con él?

Con su cabeza señaló a Anderson.

—Nada —murmuré dirigiendo mi vista a los chicos que estaban por entrar a la cafetería.

—Relájate, viene para acá.

Jackson, jalo la silla para sentarse y quedar frente de mí, sus rulos caían sobre su frente, tenía un aspecto bastante diferente a la primera vez.

—¿Has salido con Chloe?

Mi pregunta lo tomo por sorpresa.

—Toma y no hagas preguntas —me entregó mitad de su sándwich.

—Ah, es solo uno. Un sándwich no pagará mi silencio.

—Tiene tiempo que ya la conocía, ¿recuerdas el porqué no pasamos juntos año nuevo? —asentí—, lo pase con ella y des...

—Hola —una voz afeminada saludo por detrás de mis espaldas, por poco y me atragantaba con la lechuga del sándwich.

—Hey —saludó Jackson, golpeando mi pierna suavemente para que no me quedará como tonta.