○ Capítulo 21 ○

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○Capítulo 21○

  "NO NECESITO LA AYUDA DE NADIE"

Expresar nuestros sentimientos resultas ser agobiante, sobretodo cuando eres un adolescente, que lo único que tiene que hacer es estudiar y respirar; pero cuando vienen una queja de uno de ellos lo tomamos por exageración.  Pero realmente sucede así, la adolescencia es, fue y será la etapa más linda de todo ser humano; pero sin embargo también puede ser cruda.

El suicidio: Ha sido la mayor causa de muertes en adolescentes, y es que más que verlo como una acto de cobardía por parte de la víctima, va más allá. Este acto no es favorable, sin embargo es la solución más accesible para calmar su estrés y dejar la fatiga. El suicidio ataca a personas de todas las edades, pero precisamente tiene más interés por los adolescentes.

Entonces pensando un poco más en esto y divagando más en la web, encontré un sin fin de información, y por un momento pensé cuándo había sido la última ocasión que había hecho un broma suicidia.

¿Había sido ayer? ¿O hoy?

—Deje de ir a terapia. Después de todo creo que no la necesito tanto, mírame ahora, estoy bien, estoy feliz.

—¿Realmente lo estás?

—Claro.

—Hablaré con mamá, ella no se negará.

—Noah, cuando le dije como me sentía lo único que hizo fue reírse. A ella lo único que le importa es el dinero.

—Vera... sabes bien que algo está mal contigo y está bien no pienso discutirlo. Pero si que te digan la verdad te duele, pues lo siento. —pauso, se sentó en el sofá, su rostro serio, dios había pasado tanto desde la última vez que ya estaba olvidando su rostro.

—¿Ahora tú también me criticaras?

—No es eso.

—¿Entonces que harás?. Noah por primera vez me siento estable.

—Eso mismo dijiste hace aproximadamente dos años atrás.

—Noah.

—Yo como tu hermano mayor también tengo que ver por ti, eres una adolescente que no de da cuenta de lo que realmente sucede afuera. Muy en el fondo aún sigues cegada.

—¿Cegada?

—Sí, sigues siendo la misma niña puberta que se preocupa más por cuántas bocas ha besado que todo por su estabilidad.

—De eso se trata ¿no?, de echarnos en cara nuestros defectos, porque te recuerdo que cuando Robert te encontró con un chico, yo fui la primera en apoyarte y hasta el día de hoy lo he hecho. Nunca te critiqué y nunca lo haría, es una lástima que tú lo hagas conmigo —tomé una bocanada de aire— , no necesito terapia para sanar, porqué lo único que necesito es la única pieza que falta en mi vida y créeme que no es ni a mi padre, ni a un chico; soy yo la que necesito. Si quiero cambiar lo haré por mí y no porque terceras personas lo digan, Noah. No soy como tú.

Pase por su lado, sus ojos azules me miraban en sorpresa, nunca le había hablado así, pero para todo siempre tendría que haber una primera vez.

Siempre Fuiste Tú © [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora