TÚ ERES MI PROBLEMA

CAP 1. El sustituto

Un rayo del sol se coló entre mis persianas, aterrizado justo en mi ojo. Parpadeé un par de veces hasta despertarme al completo. Como ya era habitual llegaba tarde, por tercera vez consecutiva esta semana, cosa que repercutía de manera muy negativa en mi informe escolar, pero que le iba a hacer, madrugar y yo no éramos muy buenas amigas. Me enfunde en unos vaqueros y una sudadera marrón y baje a mi pequeña cocina, donde mi madre ya me había dejado preparado el desayuno. Me lo comí sin respirar y salí de casa con paso acelerado. Para bien o para mal mi casa se encontraba bastante alejada del instituto, asique todos los días tardaba unos veinte minutos de un lado a otro, había intentado sacarme el carnet de conducir el verano pasado, pero con mi falta de dedicación y mis pocas ganas de estudiar en verano suspendí con un tres y medio - ambas pruebas-.

Al llegar a la puerta del instituto oí una voz inolvidable, la de mi amiga Dani, una persona extrovertida, decidida y con exceso de confianza en si misma.

-¡Cris te estaba esperando!-dijo plantándose frente a mi – ¿A que no sabes de lo que me he enterado?, Oscar el profesor de historia está de baja, ha tenido un accidente de coche-me conto ¿emocionada?

-Dani se que Oscar no era el mejor profesor del mundo pero no hace falta que te alegres por eso...

-No es por eso, va a venir un chico a sustituirlo y me han dicho que es muy guapo-dijo zarandeando su melena morena ,la cual le llegaba por un poco más arriba de la cintura, sus ojos oscuros brillaban de una manera que no supe interpretar.

No me dio tiempo a responderle ya que toco el timbre indicando el inicio de las clases. Las primeras horas pasaron muy rápido, en el patio apenas hablé, todas mis amigas estaban centradas en la nueva serie que habían estrenado en la tele: "love is in the air".  Cuando volvió a tocar el timbre me dirigí a clase con Dani, tocaba historia y por fin podría conocer al sustituto misterioso del que tanto Dani había estado hablándome.

Un chico, qué digo chico, un hombre de metro noventa se plantó en medio del aula, su piel bronceada por el sol y su nariz griega me hizo sentir un calor interno, su mirada verdosa era decidida, y te hacia perder la respiración cuando la posaba en ti, sus gruesas cejas le hacia tener una cara seria, su pómulo izquierdo era decorado por un pequeño lunar, justo debajo del ojo, sus labios tenían un rojo cereza perfecto, siempre brillantes por las repetidas veces que los humedecía. Su cara era enmarcada por un pelo rebelde ondulado que le llegaba por debajo del lóbulo de la oreja, el cual estaba perforado con un aro diminuto dorado, solo el del lado derecho. Su cuerpo estaba bien definido, pero sin llegar a ser excesivo.

Todos mis músculos temblaban, mi corazón bombeaba demasiado deprisa. SI esto no era amor a primera vista entonces no sé no que era.

-Perdona, ¿necesitas algo?-una voz desconocida me hizo volver a la tierra, me di cuenta que todos mis compañeros ya ocupaban sus asientos y, el que iba a ser mi nuevo profesor era el que me había hablado, un escalofrío recorrió toda mi espina dorsal, tenía una voz firme y masculina, fácilmente podría intimidarte con tan solo dirigirte una palabra.

-Yo... he...- mi voz empezó a fallarme.

-Está bien, acaba de aprobar un examen de mates y esta que no se lo cree-Interrumpió Dani, gracias a dios, menos mal que me había salvado si no hubiera hecho más el ridículo, me recompuse y fui mi respectivo sitio.

-Buenas, me llamo Jaime Miller, tengo 28 años y a partir de ahora voy a ser vuestro profesor de historia.

Y esas fueron las palabras necesarias para enamorarme por primera vez.