Capítulo 05

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El ruido de una persona gritando lo asusto en su camino a casa, aun cuando el tenia los audífonos puestos pudo escuchar perfectamente el grito proveniente de un callejón oscuro. Mew se paralizó por completo, sus ojos se abrieron en su máxima extensión y sus pies se pegaron al pavimento, lo que lo sorprendió más fue el ver a ese chico desde la oscuridad con una sonrisa pintada en su rostro, algo retorcida y demente pero una sonrisa al fin y al cabo, tenía las manos manchadas de rojo, rojo sangre.

Unos ojos redondos y oscuros lo encontraron en medio de la calle, en plena noche totalmente solo, Mew sintió su piel enchinarse pero no precisamente por el frío, sino por el miedo y el dolor que recorrió su cuerpo. Entonces lo vió, vió el rostro de su hermanito, lleno de pánico y miedo, vió la forma en como luchaba por sobrevivir.

A pensar de estar lejos podía escuhar la voz de Nut rogando por su ayuda. Pero por más que intentaba moverse, sus pies parecía estar fundidos con el concreto.

─ Mew.. Ayudame ─ las manos delgadas de Nut llenas de sangre, trataron de llegar a su hermano pero simplemente no podía. Cada vez se alejaba aún más.

─ Nadie podrá ayudarte pequeña escoria ─ la voz del sujeto era fría pero burlona.

Entonces Mew al momento de escuchar la voz del hombre oscuro, fue como si una luz iluminará todo su rostro, dejando ver a la persona que le estaba arrebatando su motivo de vivir de entre sus manos. Un odio llenó su cuerpo, y solo quería acabar con él.

Con Gulf Kanawut.

Él levantó su mano, la cual sostenía un enorme cuchillo. Y antes de clavarlo sobre el cuerpo de Nut, le sonrió de una manera que nunca había visto, fue una sonrisa inocente, sus ojos parecían dos medias lunas que parecian brillar sobre la noche.




─ ¡No! ¡Nut!

Aquel grito desgarrador fue suficiente para que la puerta de la habitación se abriera de golpe dejando ver el rostro preocupado de Bright, quien corrió a abrazar al cuerpo sobre la cama, sudoroso y temblando.

─ Esta bien, todo esta bien ─ la voz de Bright llegó como un tranquilizador hacia Mew. Se aferró a él como venía haciendo hace semanas ─ Solo fue una pesadilla.

Para Mew todos las noches eran las mismas. Era como si la culpa le recordará que no debía de confiar en él, que Gulf había matado a su hermano y que no importaba que tan unidos se hayan vuelto de repente, debía de odiarlo y terminar lo que había empezado de una vez por todas. No sabía que hacer o como seguir, sus emociones le estaban traicionando, dejando una brecha para sus constantes pesadillas. Cada noche era lo mismo, tenía esos horribles episodios, donde todo ocurría en un diferente escenario, pero con un mismo objetivo: ver como moría su hermano. Ver como era la mano de Gulf, quien apuñalaba su cuerpo hasta cansarse. Aveces no quería dormir, porque temia despertar asustado y temblando como siempre, odiandose un poco más que ayer.

─ Acaba con esto Mew ─ le dijo Bright. Sonaba molesto y cansado por ver a su amigo cada vez más perdido ─ Deja esta venganza absurda de una vez, solo estas consiguiendo hundirte más en la mierda.

─ No puedo, se lo prometí a Nut ─ dijo desgando.

─ Estoy seguro que él no hubiera querido que estés involucrado con gente tan peligrosa, más si uno de ellos fue quien lo asesino.

Mew apretó los dientes. Simplemente no podía olvidarlo y hacer como si nada hubiera pasado. ¿Que clase de hermano hubiera sido si no tomaba justicia por Nut?

─ Si estas convencido que fue él ¿por que no solo le das el golpe final? ─ le cuestionó Bright ─ Claro, no es que no puedas, sino porque no quieres hacerlo.

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