Capítulo 07

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Despertó aturdida y desorientada, le dolía la cabeza un infierno. Las imágenes en su mente llegaban de sopeton, haciendo que cerrará los ojos con fuerza ante el dolor. Todo lo que recordaba que se había marchado enojada y humillada de la sala por verse rechazada y al subir las escaleras había sentido una mano sobre su boca, un olor fuerte nublo sus sentidos y todo lo que vió fue la completa oscuridad. Observó toda la habitación y nada de aquello le resultaba conoció, sin embargo le parecía muy extraño lo lujoso y cómodo que era. Se encontraba sobre una enorme cama y tardo menos de dos segundos en darse cuenta de que sus  manos y pies estaban amarrados. Su primer pensamiento fue gritar como una condenada, pero al divisar al hombre parado sobre al marco de la puerta observandola con una perversa sonrisa, todos sus movimientos pararon de golpe y solo atinó a preguntar lo más obvio.

─ ¿Donde me encuentro? ¿Que quieres de mi? ─ preguntó aterrada a punto de llorar del miedo.

─ No tengas miedo preciosa ─ aquel hombre se fue acercó con cada palabra que salia de su asquerosa boca ─ El jefe nos ordenó mantenerte con vida, sin embargo aún puedo divertirme contigo.

─ ¿Que jefe? ¡No me toques! ─ se removió como un gusano ante los toques que el tipo hacia sobre sus piernas desnudas ─ ¡dejame!

─ Shhh ─ cubrió su boca al tiempo que se colocaba entre sus piernas ─ Se que te gustara mucho y cuando tengas mi pene enterrado en tu caliente vagina, gritaras como la puta que eres.

El terror se apoderó de Sammy. Quería gritar hasta desgarrar su garganta pero le era imposible hacerlo. Lloró como una niña pequeña y en esos momentos solo quería morir. Estaba a punto de ser violada y ultrajada, su primera vez sería con un hombre depravado que no dejaba de tocar sus partes más íntimas.

─ Ya basta Dany ─ una voz profunda se escuchó del otra lado de la habitación ─ Esas no eran tus órdenes.

Dany gruño en modo de fastidio al ver como su "diversión" era interrumpida.

─ ¿Por que mejor no le vas a chupar el pene al jefe? ─ dijo él fastidioso ─ Estoy ocupado con un asunto importante ahora.

Tong ignoró ese comentario de su parte y en un solo movimiento ya había alejado a su compañero de Sammy.

─ Sabias que eras una escoria pero eres peor que eso, un maldito enfermo y un violador ─ un golpe con su pie que fue directo hacia su cabeza que le hizó caer nuevamente al suelo ─ Detesto a las personas como tú, que se aprovechan de los más débiles, no mereces nada ─ otro golpe sobre su estómago que lo dejó jadeando de dolor ─ Si vuelves a tocarle aunque sea un solo cabello, te cortare la bolas y te las daré de comer.

─ Tong.. ─ el susurro de Sammy fue lo suficientemente audible para que él se volteara a verla.

─ Sammy ─ pronunció su nombre en un leve susurro. Con cuidado y como si fuera una muñeca, acomodo sus ropas, aquel fino vestido rojo que le querdaba tan elegante y resaltaba sus delgadas curvas ─ ¿Te duele algo?

Ella negó algo aturdida por verlo allí. Creía que estaría lejos o en peor de los casos, muerto y enterrado.

─ ¿Que haces aquí? ¿Por que estoy aquí?

─ No puedo decirte nada ─ dijo Tong ─ Pero no te preocupes, por ahora no dejaré que nadie te haga daño.

Ella endureció su mirada.

─ ¿Hacerme daño? Eres un maldito mentiroso, ibas a matar a mi familia Tong, ibas hacernos daño ─ ella negó de inmediato, ¿como podia creerle cuando estaba aquí amarrada? ─ No puedo creer que estes aquí y aliado con quien sabe quién. Pero ¿sabes que? No me importa porque prefiero verte muerto y lejos de mi.

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