Capítulo 08

1K 184 32
                                    

La música se escuchaba por toda la estancia, humo de cigarrillos adornaban el ambiente. Cuerpos sudorozos que danzaban al compás de la irritante melodia. Parecía que en cualquier momento el techo caería debajo de todos ellos por las constantes vibraciones. En cada esquina del lugar se podía apreciarse unas orgías que llegaba a dar asco. Sin duda era un sitio para saciar los más bajos instintos. Rocket su nombre parecia tan elegante y pulcro pero muy alejado de la realidad de sus paredes machadas con dudosa procedencia y por la clase de personas que llegaban aquí a perderse del mundo. El lugar era una porquería, justo como Nawat les había dicho.

Gulf, quien estaba observando detenidamente cada rincón de este mugroso sitió en busca de su objetivo, expulsó el humo de su cigarrillo de su boca, era el quinto esta noche. La desesperación le estaba llevando a caer más que nunca sobre ese vicio.

─ Hola guapo ─ una joven mujer se situó en sus piernas como si le hubiera invitado a hacerlo ─ ¿Que te parece si tu y yo nos vamos por ahí un rato? ─ murmuro sobre su oído.

Gulf sonrió con fingida amabilidad, ante que todo era un caballero y debía de tratar a las mujeres con respeto. Pero no quería lidiar con ella porque él estaba allí buscando a una persona que sería clave para obtener el paradero de Sammy y no para que ligar con desconocidas.

─ Me temo que hoy no cariño ─ dijo él tranquilamente.

Ella colocó un puchero muy infantil sobre sus labios color escarlata. Gulf reprimió un gruñido de fastidio al sentir como sus pequeñas manos acariciaban su pecho con descaro.

─ Oh vamos, podremos divertirnos ─ insistió ella.

─ Ya te dijo que no ─ apareció Goy delante de ellos ─ Deja de ser tan arrastrada y mejor vete por ahí.

─ ¿Y esta zorra quien es? ─ pronunció la mujer más que molesta por ser interrumpida.

Goy sonrió.

─ El muerto se ríe del degollado ─ dijo ella como burla ─ Ubiquese mamacita que a ti no te buscan por linda, sino por fácil.

─ ¿Que dijiste? ─ la mujer apretó los dientes.

En un segundo ya se había bajado del regazo de Gulf e intentó golpear a Goy por ese insulto.

<<Pobre ilusa>> pensó Gulf mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho. Dentro de todo sería una escena muy entretenida por ver. Goy podía derribar a tipos enormes y aquella mujer era una idiota por creer que tenía alguna oportunidad de hacerle frente.

Cuando Goy anticipo su movimiento, ya era tarde para la mujer, porque ella le tomó el brazo y lo apretó sobre su espalda, quedando así inmóvil a todo movimiento.

─ ¡Dejame maldita perra! ─ gritó la mujer más que histerica ─ ¡Tu no eres nadie, no estas a mi nivel!

─ ¿Que no estoy a tu nivel? ─ dijo Goy en un susurro sobre su oido ─ Claro, yo jamás caeria tan bajo ─ apretó nuevamente más su brazo haciendo que ella gritara del dolor ─ Ahora vas a desaparecer de mi vista, eres tan patética que no te da cuenta del papel lamentablemente que estas haciendo.

Dicho aquello la soltó de sopeton y ella corrió lejos de allí más que adolorida y asustada.

─ Eso fue inesesario ─ comentó Gulf, dándole el último trago a su bebida.

─ Estamos aquí para otros asuntos no para ver cuantas putas se te tiran encima.

─ ¿Eso que oigo son celos? ─ le molestó.

Goy rodó los ojos, sin embargo le sonrió.

─ Más bien te estoy cuidado para que no cometas una estupidez─ dijo ella mirándose las uñas.

Venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora