Capítulo 11

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Mew nunca había sido una persona celosa o al menos eso pensaba de él mismo. Lo cierto era que jamás había experimentado un sentimiento igual o el deseo irrefrenable de golpear a alguien. Tal vez porque no conocía un historial como la de Gulf. Llenas de aventuras de una sola noche, sin compromiso ni sentimientos de por medio, de hecho no le molestaba, pero lo que si le daba por el culo era un chico rubio llamado Ren, quien cada vez que tenían un encuentro no dejaba de ser coqueto con Gulf, ¡joder! Y el muy hijo de puta le devolvía las intenciones con una sonrisa. Después de todo, lejos de sus encuentros sexuales del pasado, seguían siendo buenos amigos. Amigos que tuvieron sexo más veces de las que le costaba aceptar y joder, era su pasado pero no podía evitar ponerse celoso como la mierda.

Llevaban en una "relación" por así decirlo, un mes para ser exacto. Muchas cosas había pasado en ese lapso de ese tiempo. Su hombro estaba completamente sanado, aunque en algunos momento sentía la presión de la bala del impacto. Normalmente prefería olvidar lo que había hecho. Jung estaba muy agradecido con él por exponer su vida por sobre la suya. Quizás por eso fue que ahora se colocaba a su lado, ni atrás ni muy lejos, a su lado, justo como lo hacía Gulf.

Ambos había vuelto a la rutina con normalidad, o bueno, más o menos así habia sido. Estar involucrado con un mafioso seguía siendo un problema para Mew. Aveces deseaba dejarlo todo e irse muy lejos, sin embargo lo que sentía por su compañero se hacía cada vez más fuerte y no podía controlarlo, ni mucho menos dejarlo. No ahora que Gulf parecia más emocionalmente abierto con él.

De apoco iban conociendo cosas uno del otro, cosas que normalmente no se contaría a la ligera. Mew supo a fondo sobre el pasado de Gulf, sintió su dolor, su odio y la agonía que ocultaba aún en su pecho, aquella herida que seguia sin ser cerrada y superada. Conociendo su personalidad, creía que jamás podría hacerlo.

Se interesaba por conocerlo a fondo, no estaba presionándolo, pero era ahí donde las cosas comenzaban a tornarse un poco tensas; para Gulf hablar de temas personales era difícil, no estaba muy seguro de si quería que alguien más conociera los aspectos de su vida. Parecía demasiado. Afortunadamente sus métodos para desviar el tema eran bastante efectivos, pero ¿Por cuánto tiempo iba a funcionar? Y ¿Por qué le preocupaba tanto que él quisiera conocerlo más? ¿No era eso bueno? Eran una pareja, lo natural era que descubrieran cosas del otro como su vida y gustos personales.

Entonces ¿Por qué sentía que algo no estaba bien a pesar de que todo parecía estarlo? El tema lo hacía sentir un poco ansioso, pero no podía encontrar la razón detrás de ese sentimiento.

Su marea de pensamientos fue interrumpida por el abrupto sonido de la mesa al ser golpeada.

─ Yo puedo ayudar ─ repitió nuevamente Bright con el ceño fruncido ─ Soy totalmente ajeno a su jefe, estoy seguro que nadie podrá reconocerme.

─ Es peligroso, no quiero arriesgarte ─ contestó Mew ─ Esto no es un juego Bright, el maldito de Tong aún sigue por ahí planeando quien sabe que cosa.

─ Esto es por Nut, Mew ─ le dije él muy serio ─ Él también era como un hermano para mi. Me gustaría ayudar en lo que pueda. Sé que puedo ayudar, solo dame una oportunidad, dices que ustedes no pueden hacerlo, déjame intentarlo.

─ No lo se ─ por más que lo pensaba para Mew no había posibilidad de exponer a su amigo a tal peligro.

─ Tal vez pueda ayudarnos ─ habló Gulf ─ Como dices, nadie te conoce, tampoco llevas nuestro símbolo, lo que te sera sencillo pasar por esas puertas y obtener la información que necesitamos. El club Kingdom es muy custodiado por los hombres de Saran y la gente de Jung no es bien recibida allí.

─ Solo tienes que decirme que hacer.

La mirada de Bright era firme y decidida. Tal vez por eso fue que Gulf sonrió, le agradaban las personas que daban todo de si por los suyos sin importar nada. Ellos no se tolerarán tanto entre sí, pero Gulf habia descubierto de primera mano lo leal que era con Mew. Por ende, sabía que podía confiar en él.

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