Capítulo 09

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Entrar en Pattaya sin recibir un balazo entre ceja y ceja no resulto tan difícil como Gulf había pensado y esperado. Bow tenía razón, la gente de Nattapol no le era fiel y que con una buena cantidad de dinero eran capaz de darle su cabeza en bandeja. Talvez por eso fue pan comido adentrarse en el centro de la ciudad. Donde los grandes edificio estaban iluminados con luces extrañas y de colores. Gulf jamás había odiado su tatuaje, pero justamente hoy le resultaba un problema y tener una pañoleta sobre el cuello era jodidamente incómodo. Se veía bastante ridículo, pero las palabras de Bow eran claras, nadie debía de ver ese símbolo.

En una ciudad como Pattaya donde el odio hacia Jung y su gente estaba implantado, era cuestión de suerte para no ser descubierto y no terminar muertos. El verdadero problema sería entrar al recinto de Nattapol.

─ Hasta aquí llegó yo ─ dijo el hombre al cual se le habían dado una cierta cantidad de dinero para llevarlos sin ser vistos hasta allí ─ Ustedes no me conocen, nunca hablamos y jamás nos vimos. Si algo sale mal no dudare en salvar mi culo.

Gulf rodó los ojos, odiaba a los cobardes y a los que buscaba su propia conveniencia sin importar a quien debía de pisotear. Pero poco podía importarle en esos momentos, tenía un objetivo clave y ese era rescatar a Sammy.

─ ¿Como vamos a entrar allí? ─ preguntó Win, observando detenidamente a los de seguridad que estaban sobre la entrada principal ─ Porque el problema no va hacer entrar, sino el salir ─ comentó él. En su mano derecha sostenia su tipica karambit, podía ser muy letal con ella.

─ Yo los distraere y una vez que de el primer golpe ustedes aparecerán ─ dijo Goy lista para dar el primer paso.

─ ¿De que estas hablando? ─ le cuestionó Win ─ ¿Acaso crees que te dejaremos ir allí sola? Esto no es un maldito juego, piensa un poco Goy.

Ella resopló fastidiosa. Solo tenía que ir a darle un balazo a cada uno y problemas resuelto, aunque claro dentro de su cabeza no se veía como un terrible plan.

Gulf se mantenía callado mientras sus amigos parecían estar ideando un plan para poder ingresar. Pero no tenían mucho tiempo para pensarlo, era entrar como fuera y salir vivos. Él tenía que salir con vida de alli, lo había prometido y por primera vez quería aferrarse a la vida y esa promesa. No era porque se lo había prometido a Mew, prefería ignorar ese hecho porque era más fácil mentirse que aceptar lo que le estaba pasando.

─ El plan de Goy suena más sensato ─ dijo Gulf ─ Todo lo que tenemos que hacer es dejar que crean que nos derrotaron y que tiene el control de la situación.

─ Esto es un suicidio ─ dijo Win negando. No tenían otra opción que seguir ese plan. Jung esperaba que volvieran con su hija, no podían fallar de ninguna manera.

─ Bien, hay que hacerlo ─ dijo ella.

Con la desicion en marcha, Goy escaló el gran paredón, dando un salto perfecto del otro lado. Por suerte los grandes árboles cubrían gran parte desde donde se encontraba, más siendo aún de madrugada, ayudaba bastante el poder ocultarse. Aunque claro, el verdadero problema sería enfrentar las cámaras y no alertar a la seguidad dentro de la casa. Ya estaba allí y no había marcha atrás, inevitablemente alguien iba a morir.

─ ¡Pero que carajos! ─ exclamó un hombre grande, de cabello castaño y mirada oscura ─ ¿Como mierda entraste aquí?

─ Yo, creo que me perdí ─ respondió Goy con una inocencia fingida.

Ella analizó detenidamente cada hombre sobre la puerta, eran cinco personas y ellos eran tres. Talvez y solo tal vez podrían ganar esta partida.

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