Capítulo 3

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Una noche Hugo después de cenar recoge todo y baja la basura al contenedor de la esquina de su casa, cuando llega al contenedor escucha como unos maullidos, pero no ve nada. Camina hasta el siguiente grupo de contenedores que ya son los contenedores de reciclaje y allí encuentra una caja de cartón de un tamaño mediano con dos cachorro de gato, un gato era negro como la noche y otro era blanco con algunas manchas negras.

Mira a su alrededor y no ve ninguna persona, la cual hubiera podido dejar allí a los dos gatos.

Duda durante unos segundos mira los pobres gatos y hay uno que solo hace que temblar. Así que decide coger la caja y subir a su casa.

Lo primero que hace cuando llega a casa es buscar dos viejas toallas, cuando las tiene saca a los pequeños de la caja pone una toalla en la base y después la otra sobre ellos para darles calor ya que esta es mitad de febrero.

Coge el móvil y busca el veterinario 24 horas más cercano a su casa. Según Internet a cinco calles de su casa hay una clínica veterinaria 24 horas, así que se decide cambiar de ropa abrigarse un poco e ir hacia el veterinario, ya que no cree que pueden sobrevivir en el estado que están ya que son muy pequeños y uno de ellos no hace más que temblar.

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