Idiot Boy {Edmund pevensie}

-un oso-

Lucy pevensie

Mi mirada se concentraba en los árboles tan nostálgicos.

—Estan muy quietos— murmuré con cierta tristeza.

—lu, son arboles— me recordó Coraline con amabilidad.

Una sensación de nostalgia me rrecorrio —Solian danzar—

— poco despues de que se fueron los telmarinos invadieron— confesó el enano —Los sobrevivientes se escondieron en el bosque y los árboles se sumergieron en un profundo sueño del cual no han despertado—

—pero— proteste —¿Aslan dejo que esto sucediera?— pregunté con cierto temor a la respuesta.

—¿Aslan?— el enano enarco una ceja —el se fue al mis tiempo que ustedes—

—No fue nuestra intencion abandonarlos— dijo mi hermano mayor.

—pero eso no cambia las cosas ¿o si?— el enano parecía algo triste e incluso molesto.

—No— dijo Peter —llevarnos con los narnianos si—

Y después un silencio sepulcral se hizo presente, paramos en la orilla e inicie a explorar los alrededores alejándome un poco de los demás, hasta que pude ver a un oso y mis ojos se llenaron de alegría.

—Hola ¿Que tal?— saludé y el animal me observo para enseguida levantarse en dos patas —No te asustes, somos amigos— aclare acercándome a el.

—¡Lucy, ¿Que éstas haciendo?!— la voz de Coraline llegó a mis oídos seguida de la del enano —¡No se mueva majestad!—

Muy tarde pues había volteado a verlos y en ese instante el oso inicio a correr hacia mi, con todas mis fuerzas corrí a dónde se encontraban los demás pero falle y tropecé cayendo al suelo.

—Retrocede— la voz de Susan grito pero el animal se acercó aún más.

—Dispara Susan— grito Edmund pero su no le hizo caso —Dispara!—

Sentí que mi vida iba a terminar ahí pues tenía al oso casi encima, pero entonces una sombra me protegió y pude ver cómo una espada se clavaba en el corazón del oso tumbandolo, Caroline me había salvado y arriesgado su vida.

—¿Estás bien?— pregunto ella con preocupación.

Me límite a asentir y abrazarla para sollozar en su hombro mientras me guiaba a dónde estaba Peter a quien abraze.

—¿Por qué no se detuvo?— pregunto mi hermana.

—supongo que el hambre no lo dejo— dijo Peter.

—Era salvaje— comento Edmund.

Caroline limpiaba su espada en el pasto —supongo que ya no era inteligente— dijo cuando se acerco.

—Cuando te tratan como un animal es en lo que te conviertes— exclamó el enano —Narnia ya no es como lo recuerdan, ahora es más salvaje— advirtio para después seguir nuestro camino.

Nos encontrábamos entre rocas y árboles caminando Peter y el enano al frente, después seguíamos Susan y yo y al último Edmund y Caroline.