-la nación de aslan-

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Coraline plummer.

Todos celebraban llenos de alivió.

La pequeña niña del pueblo junto a su padre se habían aventado al agua en cuanto vieron los botes, en uno de ellos se encontraba la madre de la niña.

¿Que estará haciendo mi madre ahora?.

Una sonrisa nostálgica se había formado en mis labios.

Sabía que era hora de volver.

—Coraline.

Edmund dijo mi nombre con un tono dulce y sin aviso me toma de la cintura para unir nuestros labios en un corto beso.

Caspian y Lucy no tardaron en interrumpir el beso para dar un abrazo de felicitación, después de todo lo habíamos logrado.

—Lo hicimos bien— me susurro mi mejor amiga viendo los botes con las personas dentro.

—Parece que alguien más ayudo.

Dije cuando Eustace comenzó a gritar desde el agua.

—¡Hey!¡Oigan, estoy aquí! ¡Soy un niño otra vez!— su voz emocionada me lleno de alegría.

—¡Eustace, te han cortado las alas!— exclamó repicheep lanzándose al agua en el encuentro del niño.

Narnia era así de mágica ¿No?, Siempre encontrabas una buena amistad.

Reep comenzó a exclamar una y otra vez —¡El agua es dulce!— decía probando de está.

—La nación de aslan.

Dije al mismo tiempo que Caspian y ambos sonreímos, iba extrañarlo.

Edmund, Lucy, Caspian, repicheep, Eustace y yo habíamos tomado un bote para navegar en dirección a la nación de aslan.

El agua aquí era cristalina, y entre más nacegabamos más pequeñas flores blancas se veían por encima del agua, como si fuera un estanque de flores.

El pequeño Eustace nos contaba sobre lo que pasó cuando fue herido con la espada y como la colocó en la mesa de aslan dando fin con la maldición.

—Lo hiciste bien Eustace— dije colocando una mano sobre su hombro de manera reconfortante.

El tambien había pasado por mucho en este viaje.

Pero siempre era así, siempre se aprendía algo nuevo de cualquier aventura.

—Amigos mios— vocifero el ratón —Hemos llegado—

Tome la mano de Edmund al bajar del bote.

Era una pequeña isla con arena demasiado limpia, y en frente de ella habían grandes olas que formaba a una pared estática.

Sentías una tranquilidad enorme en cuanto veías aquellas olas, era como un sueño.

—Aslan!— chillo Eustace y todos volteamos a mirar.

El gran león venía caminando de manera pacífica y elegante que siempre lo había caracterizado.

—Bienvenidos, hijos. Estoy muy feliz, han logrado mucho, pero me temo que ya es hora de que su viaje llegué a su fin— hablo aslan de manera calmada.

El final del viaje...

—¿Es esta tu nación?— pregunté volviendo a observar las olas.

El gran león negó —Mi nación yace más allá de estás olas— explicó.

—¿Mi padre está allá?— fue Caspian quien pregunto y me fue imposible no darle una mirada comprensiva.

En los meses que me había quedado con el en narnia me había contado mucho sobre su infancia y sobre lo que recordaba de su padre.

—Tendras que averiguarlo por ti mismo— dijo aslan —Pero te advierto que si lo hacés, no habrá marcha atrás.—

Caspian lo pensó pero finalmente se negó —Dudo que mi padre esté feliz si renunció a lo que él murió protegiendo, llevo años deseando lo que me fue arrebatado y no lo que recibí. Recibí un pueblo, un reino. Prometo ser un mejor Rey.—

—Ya lo eres.

Le afirmó aslan.

Mire la escena con tristeza y me atreví a decir lo que seguramente todos estaban pensando.

—Es hora de volver a casa.

—Crei que te gustaba estar aquí— reclamó Lucy con un tono triste.

—Asi es, pero este no es mi hogar, quiero ver a mi familia— expliqué acercándome a ella, sabía que quizá era la más afectada.

Sin embargo antes de despedirnos el pequeño ratón se acercó a aslan para pedirle un lugar en su nación a lo que aslan aceptó, Lucy fue la primera en ir a abrazar a repicheep.

—Adios lucy— susurro el ratón alejándose el gran abrazo de la castaña a quien se le escapaban lágrimas.

—Buen viaje reep— dijo Caspian sonriéndole al ratón.

—Nadie merece esto más que tú.

Le aseguré y fue cuando Eustace se acercó al ratón con lágrimas en los ojos.

Pobre chico...

Después de todo reep parecía ser su primer amigo de verdad y no me imagino lo doloroso que sería alejarte de ese amigo, yo no me imaginaria una vida sin lucy.

Ya no podría imaginarme una vida sin narnia.

El pequeño ratón nos sonrió y se adentro a la ola, despareciendo en ella.

Espero que todo le vaya bien.

Abraze a lucy sabiendo que en algún momento ella se podría derrumbar, algo que no me agradaría de ver.

—¿Es muestra última visita?.— pregunto la castaña.

¿La última?.

¿Me pediría quedarme otra vez?.

—Si— dijo el león y sentí que dejaba de respirar.

¿Adiós narnia?...












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Estoy llorando por qué no me imagina que esté fanfic ya iba a acabar :(<3

Agradezco tanto el apoyo y gracias por seguir leyendo<3

Idiot Boy {Edmund pevensie}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora