Idiot Boy {Edmund pevensie}

-Hora de irnos-

Coraline Plummer

Rodaba en la comida cama de la habitación que aunque era grande parecía vacía en realidad.

-Uhg- bufé al no poder conciliar el sueño lo cual me sorprendía pues era el primer día en narnia en el que tenía una cama.

Sin más remedio me dispuse a tomar un paseo nocturno y salir por la puerta a el pasillo, aun que mi trayecto no duró mucho pues al doblar choqué contra Edmund soltando una risita.

-¿Siempre chocando conmigo eh?- bromeó el pelinegro.

Rodé los ojos -¿Que haces despierto a esta hora?-

-No podía dormir y de hecho iba a verte - confesó sacándome una sonrisa -¿Y tú?-

-Igualmente - dije sin pensar y una sonrisa picara se formó en el labio del chico - me refiero a que igual no podía dormir, no a qué te iba a ver- negué poniéndome roja.

Edmund río pero antes de que hablara el gran león apareció detrás de nosotros.

-Creo que ambos deberían estar durmiendo- declaro Aslan acercándose -Pero como negar que se vean a una pareja de enamorados-

-No somos una pareja- me apresure a decir avergonzada.

-Y aún así puedo notar el amor en sus ojos - comento otra vez el león -Sin embargo me temo que su amor tendrá que esperar un tiempo-

-¿Por qué lo dices?- pregunto Edmund con el ceño fruncido.

-Se los iba a decir mañana pero ya que se presenta la ocasión para que posponerlo- inicio el león -Aun queda mucho por hacer y Caspian necesitará a alguien de confianza, ¿Caroline tienes familia en tu mundo?-

Negué con la cabeza -si tengo pero mi padre sigue luchando en guerra, mi abuela vive lejos de la ciudad y mi madre está trabajando lejos, vivo sola con el dinero que manda mi madre - confesé algo que pocas personas sabían.

-Por esa misma razón pensé en ti, serán solo unos meses en lo que todo se pone en orden- declaro el león y ni yo ni Edmund pudimos negarnos -No se pongan tristes recuerden que el tiempo aquí y en su mundo funciona de manera diferente-

-Tal vez ni nos demos cuenta de que te quedaste - respondió Edmund en un murmuro.

Sonreí con algo de tristeza -Hare todo lo que pueda para no decepcionarte Aslan- afirmé y el león asintio.

-Mañana tu y tus hermanos se irán, aseguren de despedirse bien- dijo por último Aslan y nos dejó solos en el pasillo.

-¿Aún quieres venir a mi cuarto?- pregunté después de unos segundos en silencio.

El río -Esa sería una propuesta indecente según algunos -

Golpee su hombro con levedad - Si no quieres no vengas- saque la lengua para volver a la habitación y el pelinegro no tardó en seguir el paso.

Una vez dentro nos tumbamos en la cama mirando el techo sin decir una sola palabra, su mano entrelazada con la mía dándome apoyo.

- Va a ser difícil no tener a quien molestar- soltó el chico.

Reí - Tal vez solo dure unos minutos- comenté acercándome más a él.