extra

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Coraline Plummer.

Acomode el último libro en el estante para poder cerrar la biblioteca, edmund esperaba por mí fuera de la escuela.

-Buenas noches, señora directora.

Rodé los ojos al oir su usual tono burlón y me adentre al auto al igual que él.

-Me alegra que ya no uses el tonto apodo de pastelito.

-Puedo volver a él si tanto insistes.

Reí levemente y negué con la cabeza, edmund se había vuelto todo un hombre ya no era el chico que había conocido ahora era más maduro aún que sus malas bromas jamás se habían ido.

-Esta semana tuvimos muchas ventas, seguro te llevo a cenar el sábado- me dijo dedicando una sonrisa.

-gracias por ser tan atento, majestad.

-Y yo soy el de los malos apodos.

Ambos reímos antes de llegar a casa en donde la niñera nos esperaba para contarnos el día de el pequeño Caspian.

-El está durmiendo ahora- dijo la muchacha con orgullo -los veo mañana, pasen linda noche-

Y con eso se fue, ambos subimos con cuidado a revisar que nuestro hijo estuviera dormido pero como de costumbre el nos esperaba con los ojos bien abiertos.

-mama! Papá!- chillo emocionado y lo abraze con un enorme cariño.

-Ya deberías de estar durmiendo- regaño mi esposo sentándose a un lado de la cama.

Imite su acción sentándome al lado contrario mientras nuestro pequeño quedaba en medio y acostado.

-Es que no puedo dormir sin las historias de Narnia!

Edmund rodó los ojos -Esta vez le toca a tu madre-

Suspire mientras mi hijo me miraba con emoción y grandes espectativas.

-Bueno, hubo un tiempo en el que me quedé en narnia yo sola cuidando del nuevo rey- inicie con mi relato con aquel tono de nostalgia que siempre me acompaña al hablar de narnia.

-Yo era una guerrera y el rey siempre me llevaba a todos lados con él, pelee en varias batallas y tuve muchas aventuras aún que también estaba la parte aburrida de la política, el último día en que me quedé recuerdo estar con el rey mirando las estrellas y fue cuando me dijo "Si algún día te casas con edmund espero que le pongas mi nombre a tu hijo" en ese entonces solo me reí, y ahora tú llevas su nombre.

El pequeño hizo una gran mueca sorprendido -¡¿Llevo el nombre de un rey?!-

-Asi es.

Mi esposo río -Yo también fui rey de Narnia, hace mucho tiempo-

-Y mis tíos también lo fueron!- respondió caspian como si supiera la historia de memoria, le encantaba oirnos aún que nosé si nos creera del todo.

-Tu bisabuela también visita Narnia hace mucho, mucho tiempo- le comenté al niño recordando la plática que tuve con mi abuela sobre Narnia, esta plática había ayudado a que ella aceptará mi relación con edmund.

-¿Y el bisabuelo?.

-Digamos que el no era digno de ir a Narnia, ni tampoco de poner su apellido en mi nombre o en el de mi padre...

-¿Y yo seré digno?.

- Algún día mi pequeño- dijo su padre y finalmente lo arropo con las sábanas.

Caspian quedó dormido mientras Edmundo y yo salíamos de su habitación para dirigirnos a la nuestra.

-Seria bueno que tus hermanos vengan a comer, hace mucho que no los veo- comenté para acostarme en la cama al igual que mi esposo.

-Probablemente vendrán para el cumpleaños de caspian, yo me aseguro de eso.

-¿Desde cuando cumples todo lo que te digo?.

El rodó los ojos y el lugar quedo en silencio.

-Sigo pensando que debimos llamarlo Edmund junior- murmuró él y sonreí.

Ahí estaba otra vez ese chico egocéntrico.

Pasarán los años y pasarán muchas cosas en nuestra vida y aún así mi esposo seguirá siendo un egocéntrico que siempre quiere tener la razón.

Siempre será un idiota.












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Escribí esto una noche de insomnio.

Espero les alegrará un poco el día<3

Idiot Boy {Edmund pevensie}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora