Por muchos años trabaje para el, no me molesta en guardar su secreto mucho menos mancharme las manos por el... No hablamos mucho pero tengo que decir que soy su favorito para este trabajo y si soy el empleado de un asesino ¿y sabes porque? ¿Pues te...
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Narra Yugi.
Me encontraba limpiando la cocina y el comedor, lo común como un simple empleado o eso era lo que las personas creían, personas que lo visitaban, ¿y de quién hablo? En su momento lo sabrán.
->Limpiando la cocina<Yugi!!! Puedes venir >La voz gruesa le llamó desde la sala principal<.
- Si señor >Dijo viéndolo a los ojos<.
- Se un lindo chico y puedes darle esa bebida a Salma >El chico tricolor sabía perfectamente bien lo que tenía esa bebida<.
- A la orden mi señor >Tomo el vaso con la sustancia pero, su amo le tomó de la mano<.
- Espera.
- ¿Qué sucede mi señor?
- Quiero que vayas al sótano después de hacer el trabajo que te asigne >Despide deciéndole eso al chico en un susurro que se fue hacia las escaleras<.
Narra Yugi.
Fui a hacer lo que mi amo me pidió, he de decir que también quería muerta a esta chica es bastante odiosa!! Mi amo no es mala persona solo es puerta diversión y yo adoro esa diversión era algo que al principio me daba miedo pero...al entrar a este mundo fue algo mágico si lo diré soy un masoquista. Llegué hasta la habitación de Salma y toqué la puerta.
- Señorita salma >Toco la puerta de la habitación<.
- Adelante Yugi >Dijo detrás de esta<.
- Buenas noches señorita Salma, el señor Yami le trae está jugo de naranja > Lo deja en la mesita de noche<.
- Gracias Yugi >Toma el vaso y se lo toma< Puedes ir.... >Tira el vaso al suelo y comenzó a tocar escupiendo sangre< ¡¿Qué es esto?!
- ¿De qué habla señorita? Solo es jugó de naranja >Observaba como la peli castaña combulcionaba< Segura que está bien... ¿Salma? >Se acerca a ella< Pobre, pobre de Salma. Si que eres muy tonta >reir< no debiste meterte conmigo porque sabes... Mi amo no deja que nadie me toque así que estás son las consecuencias >Salma comenzó a morir<.
Espero unos minutos más para asegurarse de que la señorita Salma estuviera completamente muerta. La tomó y fue hasta una pequeña morgue oculta en la casa y comenzó a desmembrar su cuerpo, para así podemos quemar en el incinerador.
Después de unos minutos más.
- Ya estoy aquí señor.
- Tardaste más de lo que pensé mi amor >Afilando un cuchillo<.
- Si, tarde más de lo acordado >Se acercó hasta él abrazándolo por la espalda< Pero ya estoy disponible para ti... >con voz provocativa hablo<.
