Había pasado una semana en aquella escuela desde que había cogido aquel diario y yo estaba cada vez más perdida en el tema de mi varita.
-El diario estaba totalmente en blanco! -dije cuando Albus me preguntó por él, lo había abierto mil veces y Rose había sido testigo- No estiendo, apareció y fue como me llamara, como si fuese mio. Como si quisiera estar conmigo, como... Si debiese estar conmigo de inmediato en ese momento.
Podría habarme pasado horas y horas describiendo aquel momento, pero nada sería igual como vivirlo.
Cada día me había parado a abrirlo y a mirar cada una de las páginas con detenimiento.
Algunas tenían unas pequeñas manchitas te tinta aleatoriamente puestas, había comprobado si tenían algún sentido, pero al menos eso indicaba que alguien se había puesto a escribir y había dos opciones: Godric no sabía que escribir o había un hechizo en alquel diario.
Me decanté por la segunda opción, las manchas podrían ser de un deteriororo del hechizo, así que no me rendí.
El viernes después de clase me fui al campo de quidditch, quería ver quienes estaban en el equipo.
-Hey! -me saludó James al verme sentarme en las gradas.
Yo simplemente me limité a sacudir mi mano con gran brío y sonreír.
James era guardián y llevaba un traje algo distinto a los demás componentes de su equipo.
Charles también estaba allí, era golpeador, y me sorprendió mucho que me hubiese saludado cuando me vio, ya que le preguntó a James cuando este me saludó. Yo simplemente me limité a seguir el saludo.
La gente empezó a mirarme como un bicho raroz pensaba que nunca más lo harían, pensé que al ser igual que ellos no destacaría.
Fue un gran error.
Cuando acabaron el entrenamiento, en el que yo estuve animando un montón, bajé de las gradas y me acerqué a mis amigos.
-Hola -sonreí algo tímida, había gente que no conocía de nada, aunque me sonaban del día en que desafié a James y sus amigos en la sala común.
-Qué pasa, pequeñaja? -me dijo Charles devolviéndome el pelo.
Me peine el pelo lo mejor posible mirándole muy sonriente.
-Wow, ni una queja! -comentó Charles, James se estaba quitando parte del equipo, las protecciones.
-Está demasiado emocionada para eso -se rió James.
-El Lunes vamos a tener unas pequeñas lecciones -contesté con una sonrisa de oreja a oreja.
-Pues mucha suerte, enana -me revolvió de nuevo el pelo Charles, yo me lo volví a colocar, la verdad es que desde que eramos amigos siempre lo hacía y yo reaccionaba de mala manera normalmente.
-Si, seguro que les das mil vueltas a todos -bromeó James.
-Ya verás! -dije algo picada.
-Bueno, tendré que verlo para creer, no me creo que seas mejor que todos esos chicos nuevos de primero -dijo llendose a los vestuarios- Espéranos aquí, así vamos todos juntos a la sala común de regreso.
-Está bien, pero mi juego es increíble y lo verás, el año que viene entraré en el equipo! -Charles ya se había metido en los vestuarios, si no, estoy muy convencida de que me habría apoyado, aunque solo fuese para llevarle la contraria a James.
Cuando saliendo ya cambiados con el uniforme regresamos juntos a nuestra casa y nos encontramos a una chica que parecía conocer a Charles y a James.
-Hola, chicos! -dijo sonriendo y viendo me vio sonrió falsamente- os vi entrenar -me ignoró y me fijé que era de Slythering.
-Creo que cada día, James mejora -comentó Charles riéndose y dando palmaditas a este en el hombro, James simplemente sonrió.
-Si, James es el mejor, hermanito -comentó aquella chica.
-Que mala, no aprecias a tu hermano -dijo Charles fingiendo estar ofendido.
Al cabo de un rato charlando y caminando, ella se percató de que iba con ellos o que "los estaba siguiendo" como dijo ella.
-Oye, James, tienes una fan que no se despega de ti -dijo señalandome- mis está siguiendo, si te molesta le digo que se vaya, aunque seguro que no lo capta, tiene pinta de ser tonta.
James y Charles se quedaron anonadados, nos paramos todos y yo con cara de no creer lo que me había dicho no sabía que decir o hacer.
-Es mi hermana -dijo defendiéndome James muy enfadado.
Ella se rió falsamente y me miró con desprecio.
-Lo dice en serio, son como hermanos -le informó Charles- y que sepas que estuviste muy mal, ella no es para nada tonta.
-Estoy aquí -dije por que hablaban de mi como si no estuviera.
-Ella es una niña.
-Y tú una estúpida por creer que voy a ir de perrito faldero detrás de un chico -le contesté, ella me miró como si mi presencia le repugnara.
-Seguro que es una sangre sucia.
-Estar en esa casa te afecta al cerebro, hermana, disculpare -dijo Charles muy serio.
-Disculparme? Me ha llamado estúpida! Defiende a tu hermana Jennifer! -gritaba como una histérica, estábamos empezando a ser observados.
-No, disculpare.
Sacó su varita y me lanzó un hechizo, James se apartó involuntariamente y yo fui tan rápida que saqué mi varita la lancé al aire la volví a tener en mis manos e hice un contra hechizo no verbal.
Ella se fue refunfuñando.
Todos estaban sorprendidos, incluso yo, pero seguía enfadada, así que me largue, James estuvo a punto de seguirme, pero Charles se lo impidió y alcancé a oír que necesitaba espacio con la voz de Charles.
Al llegar se lo conté a Albus y a Rose que dijeron que me apoyarían.
El Lunes llegó y tocaba la mini clase de quidditch con los de Hufflepuff, gran casa por cierto (en pottermore soy de Hufflepuff ;D).
Yo quedé como la marisabidilla de clase por haberme leído tantas veces Quidditch a través de los tiempos y por encantarme el deporte.
-Arriba! -dije extendiendo mi mano, di una patada en el suelo y me elevé un poco sobre el suelo.
-Perfecto! -dijo la profesora cuando se acabó la clase- Seguid así y el año que viene el equipo de vuestras casas tendrá jugadores muy buenos.