Cuando acabé los deberes teóricos, como la redacción que nos mandó hacer la profesora Weasley sobre lo que sabíamos sobre la mágia, avisé a mis amigos que iría a dar una vuelta.
-Te acompaño -dijo James que, al parecer, llevaba los petardos, él me guiñó un ojo cuando le miré a los ojos reprochándole que no quería meterme en problemas nada más entrar a la escuela.
Salimos por el cuadro sin que yo pudiera hacer nada por hacer que se quedará.
-Sé que vas a ir tú sola a la biblioteca a investigar, pero -se volteó y me miró haciendo que el fuera hacia atrás y estuviese en frente de mi- tu no sabes mentir demasiado bien, así que si quieres ir a la zona prohibida, no te viene mal que te heche una mano, no?
-Quién dijo de buscar en la zona prohibida? -pregunté y él se puso de nuevo a mi lado cuando tuvimos que girar por un pasillo, yo vi que sonreía abiertamente y luego me miró.
-A veces hay que buscar hasta en libros que no quieres o incluso crees que no debes, quién sabe si lo que necesitamos está en esos libros?
-Wowo... -me paré haciendo que él también lo hiciese- Quieto un momento, y entonces los petardos para qué son? Para volar alguna sección y distraer a las bibliotecarias? -dije temiendo lo peor.
-Exacto -dijo como si fuese lo más normal del mundo, cuando le miré boquiabierta el encogió los hombros- vamos, que hay que aprovechar el tiempo.
Llegamos a la biblioteca y James se dirigió a una sección concreta.
-Creo que este libro -dijo cogiendo uno bastante gastado de tanto utilizarlo- creo que fue en este donde vi tu varita.
Nos sentamos en una mesa cercana y revisamos cada página hasta llegar a la 317.
-Ahí -dije antes de que pasase la página, lo señalé y comencé a leer en un susurro- "La varita perdida: Esta varita tuvo un único dueño, Godric Gryffindor, que utilizó gran parte de su vida. A sus 34 años, el señor Gryffindor, ya fundador de una de las casas de Hogwarts, cambió de varita haciendo que esta, misteriosamente, desapareciese, no se la ha vuelto a ver," bla bla bla... "Por alguna extraña razón tuvo que cambiarla" bla bla bla... No hay nada más terminé.
-Trae -se leyó entero el texto sobre las varitas que había poseído nuestro fundador y cuando acabó me miró ceñudo- vamos a la sección prohibida.
-Estás loco -comenté y él se levantó y dejó en su sitio el libro.
-No sé quien estará peor -sonrió y me levanté a regaña dientes.
Nos acercamos a la sección dicha, pero esta estaba cerrada con verjas.
-Y ahora qué?
-Yo encenderé lo petardos en la sección de metamorfosis, tú encargate de gritar que alguien ha traído petardos y los ha prendido, grita mucho -me ordena serio- pero sobre todo, sé creíble -se fue hacia atrás mirandome- te espero aquí en tres minutos -me guiñó un ojo y yo de lo sorprendida que estaba, me costaba asimilar lo que me había dicho.
Una vez que volví en mi misma, corrí hasta la puerta, donde estaban las biblioticarias mirándome como si estuviera sin mal educada.
-Hay alguién encendiendo petardos en una sección! -les grité y de inmediato se largaron todos los presentes, yo hice como que iba, pero regresé a la mesa de devolución o prestar y miré en los cajones.
Me fui corriendo a la sección prohibida y allí me esperaba James.
-No encontré las llaves -dije algo fatigada de tanto correr por una biblioteca tan grande.
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