Terminamos de comer y los prefectos de nuestra casa nos llevaron a la sala común para ir a las habitaciones a dormir. Obviamente, James no era uno de ellos, él era demasiado bromista.
Cuando estabamos apunto de ir a dormirnos, se escuchó un estruendo en la habitación contigua, la de los chicos.
Se oyeron más ruidos, yo me intenté tapar los oidos con la almuada hasta que me cansé y decidí ir a ver qué ocurría...
Me puse una bata por encima y me fui al cuarto de los chicos de primero.
Allí me encontré a Albus en su cama con el resto de sus compañeros, James estaba allí pero no se porqué.
Todos parecían atemorizados.
James apuntaba con su varita muy cerca de mi y me asusté, sabía lo que significaba.
Cogí mi varita de la manga y me giré, logré frenarme a tiempo, allí no había nadie, solo la pared algo chamuscada.
Todos se empezaron a reír, al parecer era una broma para cualquier chica de primero, y lo habían conseguido.
-Reparo -dijo James agitando su varita para arreglar la pared.
-Dejad de hacer ruido! La gente quiere dormir -les grité enfadada, miré a James fulminamdole y paró de reírse, yo puse lo ojos en blanco y me acerqué a él- y tú deberías ir a tu habitación y dejar de molestar -dije sacandolo fuera muy... decepcionada.
Yo me iba a ir, pero James me detubo, al parecer quería hablar conmigo, pero yo no quería porque seguramente lloraría y no quería, así que intenté soltarme, pero no pude.
-Qué quieres? -dije más alto de lo que quise, pero seguía enfadada.
-Oye... no pensamos que vendrías tú -dijo pero yo le corté.
-Me da igual! Creía que estabais en peligro! Que había un mortífago... O algo peor! Podría haber hecho daño a alguien si hubiese dicho cualquier hechizo -dije muy decepcionada y preocupada, sea broma no me la volverían a hacer no la volverían a hacer.
-Tienes razón, -bajó la cabeza arrepentido- no pensé en las consecuencias...-parecía haber acabado, así que me iba a ir cuando siguió hablando- pero... -le volví a mirar algo más calmada, y ahora qué quería..?- Me perdonas? Por favor, lo siento mucho...
-Tú? Pidiendo perdón? -dije algo extrañada, nunca pedía perdón a no ser que lo obligasen y sabía que si no lo hacía ahora, sería mucho peor, yo sería mucho peor.
-Creo que si... -dijo no muy convincente.
-Hm... Está bien, te perdono, pero no vuelvas a gastar esa broma a nadie, entendido? -le tendí mi mano derecha.
-Entendido -me cogió la mano y las estrechamos.
-Hasta mañana -dije algo más animada.
-Hasta mañana -dijo subiendo las escaleras, así que yo me fui a mi habitación y me dormí.
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