Al día siguiente, bajamos todos a desayunar, yo fui con Rose, Albus aun no estaba preparado e insistió en que nos fueramos llendo.
-Buenos días, Lucy -dijo el señor Potter- podría hablar contigo un momento en privado?
-Claro -dije preocupada.
-Tranquila -me dijo cuando nos alejamos un poco de las mesas- bien, aquí no nos oíra nadie -miró a los alrededores y luego a mi- tienes que saber que aquí estarás segura de cualquier mal, no te preocupes por los... mortifagos, vale? -yo asentí- bien -me sonrió- aquí no te pasará nada mientras esté yo.
Se fue a la mesa de los profesores y yo a la de Gryffindor.
-Qué te dijo mi padre? -preguntó Albus que ya había bajado y había empezado a comer.
-Nada, solo que estubiera tranquila -dije aún extrada por como me estaba protegiendo, por qué nos estaba protegiendo.
Es qué había algún mal acechando? Cada vez que lo pensaba más intranquila me ponía. Corremos peligro? Qué esta pasando? Los mortífagos tienen un nuevo líder o algo así? Debo proteger a los míos si llega el momento.
-... Lucy -James me sacó de mis pensamientos.
-Perdón, estaba distraida, qué decias? -me disculpé.
-Solo que tu varita me suena de haberla visto antes -dijo comiendo, yo me asusté, y si descubrían quien soy y pasaba algo malo por aquello?- No tienes curiosidad sobre lo que te dijo el señor Olivander?
-Si, si -era verdad, pero quería descubrirlo por mi misma.
-Si quieres esta tarde despues de hacer los deberes vamos a la biblioteca -comentó Albus.
-No! -dije alterada- quiero decir... -me calmé- mejor voy yo sola.
-Ok... Esta bien -dijo Albus y seguimos comiendo.
-Qué os toca? -preguntó un amigo de James que me había presentado en el tren y había estado por ahí cerca.
-Pociones -contesté.
-Si quereis os acercamos para que no os perdais -dijo Nick , el amigo de James.
-Si no es mucha molestia, os lo agracederíamos -dijo Rose.
Cuando terminamos de desayunar, fuimos acompañados por James y sus amigos hasta la clase de Pociones, que nos la daría el profesor Malfoy, profesir de Slytherin, así que también tendríamos con ellos...
Las dos clases ya estan fuera, el profesor Malfoy nos dijo que nos fueramos sentando, de dos en dos, con quien quisieramos.
Yo iba a sentarme con Rose, pero Albus me pidió que me sentara con él, yo me senté en la primera mesa que vi, justo en la mesa que se sentó Malfoy.
-Hola -me sonrió.
-Perdón me equivoqué de... -me empecé a levantar, pero cuando lo hice ví que todo estaba ocupado ya- asiento... -me volví a sentar un poco fastidiada.
-Bueno, pequeños magos, vamos a conocernos... qué es esto? -dice el señor Malfoy sacando de un cajó de su mesa y enseñandonos una pequeña botellita de alguna poción.
Yo levanté la mano y el profesor me dejó contestar.
-Es Felix Felicis, hay quien lo llama suerte líquida.
-Exacto! Cómo lo has averiguado?
-Su principal característica es que del color del oro.
-Muy bien, 10 puntos para Gryffindor -guardó la poción donde se encontraba- esta es una de las muchas pociones que sabreis preparar cuando salgais de Hogwarts.
Las clases se me hicieron eternas, hasta que llegamos a Defensa Contra Las Artes Oscuras.
-Bueno... Empezaremos con un hechizo sencillo pero útil, yo mismo conseguí así la barita de saúco -dijo el señor Potter- Acercate Rose -esta se acercó y se puso enfrente del profesor dejandonos ver el convate- en guardia!
Rose adoptó una pose comoda para defenderse, pero el señor Potter fue más rápido y atacó.
-Expeliermus! -de su varita salió la magia y la varita de Rose calló en la mano desocupada del profesor Potter- intentadlo! -dijo sonriente devolviendole la varita a Rose- poneros por parejas.
-Lucy, ponte conmigo -dice Rose, me puse a practicar con ella.
-Muy bien, ahora sin remordimientos! Lucy y Rose vosotras primero, enseñadme como lo haceis.
Nos puimos en posición de defensa, yo fui más rápida en atacar.
-Expeliermus! -dije agitando mi varita, de ella salió magia roja como el color de Griffindor.
-Bien, a ver si lograis vencerla! -dijo el profesor dando paso a un siguiente contrincante.
Así hasta que llegó Albus.
-Expeliermus! -gritamos a la vez, yo ya estaba algo cansada de repetir el mismo ejercicio una y otra vez, al final acabé venciendolo.
-Buena técnica -me dijo Albus que ya había practicado el hechizo un par de veces con su padre en casa, fue el único que me reconoció que lo estaba haciendo demasiado bien.
Pero yo no me di cuenta hasta que el profesor Potter me dijo que ahota tendría que provar contra él.
-Expeliermus! -ambas varitas salieron por los aires hasta llegar al suelo, en medio de los dos, Potter me miraba serio y extrañado, como todos los demás.
-Albus tiene razón, buena técnica -me alagó, yo solo pude sonreír y sonrojarme- 25 puntos para Griffindor. Una buena clase! Si señor! Que paseis un buen día el resto que os queda de él, de deberes quiero que practiqueis este hechizo, para la proxima clase tiene que salir perfecto.
Todos volvimos para irnos cada uno a nuestras casas a descansar, había sido un largo día.
