El señor Malfoy me dejó irme y en ese momento corrí, sin pensarmelo dos veces, a la cabina, lo malo es que no sabía muy bien donde quedaba así que tarde bastante.
Cuando llegué no había nadie, pero si que estaban lo baúles así que cogí el uniforme de Hogwarts y me fui a cambiar a un baño del tren de por allí cerca.
Volví y guardé la ropa común en el baúl.
-Hola! Qué tal estas? Albus y Rose fueron a contarle a papá lo sucedido -dijo James entrando ya con el uniforme.
-Oh! Será mejor que les avise de que ya estoy bien, solo fue un pequeño desmayo -dije algo colorada, tenía vergüenza de lo ocurrido.
-Si... Si no hirán a la sala de emergencias -dijo James sentandose a mi lado.
Nos quedamos callados durante algún tiempo, nadie hacía nada y parecía que adie quería ir a el bagón del profesorado.
-Oye... -comenzó a decir James- No creo que haya sido solo un mareo pequeño, Lucy -le miré extrañada- es que... -me miró serio- según me lo han contado Rose y Albus, estaban muy asustados y parecía como si te hubieras roto algo... pero, bueno, en fin, supongo que parecía más de lo que era.
-Solo me desmayé y el tren aceleró haciendo que yo cayera hacia atrás dandome en la espalda, -dije intentando no preocuparle- un poco doloroso pero nada más -dije sonriente.
-Sabes que querrán saber por qué te desmayaste verdad? -dijo James muy srio, él nunca estaba serio, creo que le pasaba algo.
-si... bueno, eso yo no lo sé, lo último que oí fue... mortigago -dije recordando, apenada por el recuerdo de mi casa.
-Papá y yo fuimos a tú casa -dijo como cansado.
-Qué? -me extraño lo que dijo.
-Si... siento no habertelo contado antes, pero... bueno, el caso es que, cuando la vi... sentí miedo y nostalgia.
-Qué hacíais allí? -le corté pero él no me respondió, se quedó callado y continuó con su charla.
-Allí pudimos ver lo que ocurrió, mediante hechizos, me pareció que fuiste muy valiente, por eso yo nunca te consideraré cobarde, pero... trás lo que sufriste allí, no crees que podría haber sido la palabra mortifago la que hizo que te desmayaras? -la pregunta la hizo muy rápida.
-Es posible -dije sincerandome- pero, ahora enserio, qué hacíais allí? -pregunté, lo quería saber.
-Coger objetos, cosas útiles, historia de tu familia... quieren investigar algo sobre tí, pero no tengo ni idea, no me lo quieren decir, no sé como pretenden que les ayude si no sé a qué se refieren... -dijo muy confuso- no estarás enfadada, verdad?
-No, no, en absoluto, gracias por la charla, pero vamos a llegar y aún no hemos ido a avisarlos -dije levantandome, en ese momento me di cuenta de que estaba muy pegada a James.
Él tenía un brazo rodeando mis hombros y yo estaba con la cabeza apollada en su pecho, ¿cómo no me había dado cuenta? habría escuchado sus latidos y... habría escuchado peor, estaría más caliente y... sentiría un brazo agarrarme. ¿Cómo era pooossiiiibleeeee?
En fin, yo me sonrojé y el sonrió como si algo de mi le hiciera gracia.
-Vamos -le cogí de una mano, cuando ambos estabamos ya de pies y fuimos corriendo por el pasillo hasta la sala de profesores, sin demasiado cuidado, porque casi me llevo como a 13 personas.