Expreso a Hogwarts

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Llegó el día en el que teníamos que ir en el tren hacia Hogwarts y el señor Potter nos acompañaría junto con Hermione, aun que ellos irían en el bagón de los profesores.

Ya teníamos todo listo y preparado para marchar, ya estabamos en la estación de tren de King Cross, en el andén 9 y 3/4.

Nos despedimos de Hugo, Lily, la señora Potter y el señor Weasley.

Entramos en el tren rojo y negro con las letras impresas "Expreso de Hogwarts".

Allí el señor Potter nos ayudó a instalarnos en un bagón y me ayudó a subir mi maleta a la rejilla, igual que a Rose.

-Gracias -le sonreí amablemente.

-Bueno, chicos, yo me tengo que ir al bagón del profesorado, les dejo solos. No armen jaleo y portaos bien -dijo antes de salir por la puerta y cerrar.

-Hey, yo me voy -dijo James después de comprobar que su padre se había alejado.

-A dónde? -pregunté con curiosidad.

-Si, a dónde? -pregunto Rose.

-Pues... con mis amigos, llevo dos años estudiando aquí, tenemos muchas cosas que contarnos... -dijo algo molesto.

-Vale -dijo Albus sin importarle mucho.

-Ya que estás, podrías presentarnoslos o algo... Aquí no conocemos a nadie... -dije sentada en un asiento, casi en frente de James, aunque este estubiera de pie.

-Hm... Vale -dijo del mismo modo que Albus- vuelvo en un rato.

-Nos vemos -dijo Rose antes de que saliera.

En ese momento pasaba el expreso de Honeydukes, nos miramos complices y salimos corriendo a comprar.

Yo llevaba un par de Galeones, al igual que Albus y Rose. Seguramente James también.

-Quiero un caldero de chocolate, por favor -pidió una chica antes que nosotros, ella se giró y me vio junto con Rose, yo era algo más alta que Albus y él iba detrés mio, por lo que le tapaba y Rose también- Quitad de en medio, niñas -me empujó contra la pared mirandome con desprecio, al igual que a Rose y Albus se hechó a un lado- mira a quién tenemos aquí, un Potter! -dijo alborotandole el pelo, por lo menos tenía 3 o 4 años más que nosotros.

-Te conozco? -preguntó algo aturdido Albus.

La chica se enfureció y pasó ignorandonos, sintiendose superior que nosotros.

-Quereis algo del carrito, niños? -dijo amablemente la señora regordeta que llebaba el carrito.

-Si, una caja de grageas de todos los sabores de Bertie Bott y una rana de chocolate, por favor -dijo Albus y a lo que yo puse un poco cara de asco.

-Yo dos pasteles de caldero y una empanada de Calabaza -dijo Rose.

-Yo quisiera una varita de regaliz y la mejor goma de mascar de Drooble, por favor -dije y la señora nos tendió lo que queríamos, pagamos y nos volvimos a meter en nuestra cabina.

-Vaya, vaya, otro Potter -dijo un niño de más o menos nuestra edad antes de nos diera tiempo a entrar en la cabina- y una Weasley! Ambos traicionais a la sangre... -los miró con repugnancia.

-Scorpius Malfoy -dijo Albus algo alterado fulminandolo con la mirada.

-Quién es la preciosa niña? -preguntó regalandome una sonrisa que se convirtió en falsa cuando miró a Albus- ven, no debes juntarte con esta gente... -dijo cogiendome de la mano.

-No, gracias -me liberé de su agarre con delicadeza, pero mi voz sonó cortante y firme.

-Ya veo... pues tu te lo pierdes, niña -dijo con aires de superioridad como la chica que nos habíamos encontrado.

-Llamame Fireblick -dije ahora fulminandolo yo él.

Cuando entramos, hablamos de ello, obviamente.

-Quién se cree que es? -pregunté molesta, eraodioso.

-Es un Malfoy... Aún noo sé como entran en la escuela... -dijo Albus con desprecio.

-Albus! Tio Harry dice que su padre intenta ser buena persona... su hijo va por libre y lo sabes -dijo Rose regañando a Albus por su forma de hablar de él.

-Ya sé lo que dice mi padre pero... No parece que Draco Malfoy haya educado muy bien a su hijo que va de cabeza en la magia negra, encuanto sea mayor de edad, seguro que se hace mortifago -dijo Albus muy molesto, había levantado la voz.

-Mortifago -dije en un susurro, todos se habían callado, o eso me lo parecía a mi, todo se volvió oscuro y no me desperté hasta que ya anochecía.

-Qué, qué ha pasado? -dije casi inaudible.

-Descansa, -dijo una persona adulta, esvelta, no lo reconocía, quizá porque no la conocía o porque veía borroso y estaba mareada. En todo caso, me hera imposible reconocerlo- has perdido el conocimmiento, estabas inconsciente, te desmayaste, lo entiendes? -dijo con una larga separación entre cada termino.

Asentí despacio, me dolía todo el cuerpo.

-Albus y Rose me dijeron que te habías desmayado y que al caerte el tren aceleró un poco y te enpujó hacia atras, dandote en la pared de la cabina y dandote un gran golpe en generalmente toda la espalda, por eso, nodebes moverte ahora, estoy haciendo una poción para aliviarte el dolor, luego podré aplicarte algo que haga acelerar el proceso de curación en moratones y magulladuras -dijo sin dejarme hablar.

-Dónde estoy? -dije recuperando la consciencia, estaba en una cabina algo más grande que el resto, así que supuse que estaba cerca a la de los profesores.

-Estas en el bagón 815, aquí hay un botiquín y material para preparar pociones para curar, por si hay algún percance, -me contestó, hizo una parada y siguió haciendo sus cosas- después de lo que ha pasado en los bagones de este tren teníamos que poner algo, por la seguridad de los alumnos y profesores.

-Eres el profesor de Pociones? -dpregunté sin pensar, no sabía ni si quiera quién era el profesor, pero me daría seguridad saber que él sabía lo que hacía.

-Si, soy el profesor Malfoy -dije y entonces me alarmé- tranquila, ya no soy mortifago.

-A si? Diselo a su hijo -dije sin fuerzas, quería gritar, pero no podía.

-Sé que no lo he educado como debería... Pero, lo intento -dijo humildemente.

Me tranquilicé e hice lo que me decía.

-Bebetelo todo, hará desaparecer el dolor, y esto... -dijo untandome algo en la espalda- hará que no te salga moratón.

Yo asentí.

-Gracias -dije mucho más calmada, aun que seguía sintiendo algo malo en esa habitación.

Mi nuevo mundo - HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora