Cuando acabamos de hablar el profesor Potter y yo, me mandó que saliera a tomar el aire, que tendría cosas que hacer, puso de escusa para no contestarme si se lo podía contar a alguien.
-Pero... Lily, Albus y James preguntarán quién era el chico de la carta -le dije acercándome a la salida.
-Pues inventate algo.
-No me gusta mentir a mis amigos -desaparecí detrás de la estatua giratoria.
Había gente en el pasillo que me miraba como si hubiera traspasado la pared, y bueno, algo parecido era.
Me fui al campo de quiddicht para que nadie sospechara que había ido a la estatua, pero era demasiado tarde, justo en ese momento Albus llegaba junto a su hermano.
-Has visto a Lucy? -preguntó impaciente.
-Hola hermanito -le dijo bromista- no, no la he visto, por? -contestó después.
-Por que eso significa que me ha mentido y a ido al encuentro, puede estar en peligro -se giró y comenzó a correr sin mirar cuando yo fui a salir de mi escondite y nos tropezamos.
-Hola, estoy bien -dije rápido, por lo de la estatua y el abrazo inesperado sin intenciones.
Aunque luego Albus si que me dio un abrazo de verdad.
-Hey, tranquilo, no apareció nadie, estoy perfectamente.
-Estaba preocupado, no lo vuelvas a hacer.
-Y no has pensado que podría haberle citado, papá? Suele hacerlo en la sala del director -dijo James sujetando su escoba, había terminado el entrenamiento.
-Entonces por qué querías acompañarla?
-Porque quería hablar con papá en privado y ya de paso comentarle la organización de estas fiestas -contestó recogiendo sus cosas- y tú por qué creías que estaba en peligro? -preguntó extrañado.
-Pensaba que igual era un mortifago.
-Y no podía ser simplemente un chico al que le gusto? -pregunté algo molesta.
Ambos me miraron como si se hubieran olvidado de que estaba ahí.
-Porque sino lo sabríamos -dijo James como si fuese obvio, yo estaba algo confundida- no me mires así, los chicos hablamos de chicas...
-Y no habláis de lo idiotas que sois entre vosotros también?
Cogí la bolsa de James como solía hacer, para ayudarle a llevar sus cosas después de los entrenamientos, y me fui sin previo aviso a la sala común, pude saber que me seguían porque oía sus pasos y también sus intentos de susurros que oía perfectamente que hablaban de mi.
-Y ahora qué hemos hecho? -dijo Albus.
-Las chicas siempre están inconformes con los chicos, ya aprenderás a caer bien a las chicas y ligar, hay tiempo.
-No hagas eso!
-El qué?
-Revolverme el pelo, además, tú que sabes si tengo novia o no?
-Pues porque sino se hablaría de ello, no?
-Igual es secreto.
-Si, como mi amor por la Herbología.
-No sabía que te gustaba la Herbología -dije sin querer, me di la vuelta y me puse a su lado y acto seguido Albus se puso al mio, quedando yo en medio de los dos.
-Exacto, no lo sabes porque es mentira -contestó James.
-Ah, bueno, pues te iba a pedir ayuda con Herbología, fijo que la suspendo...
-Qué va! El profesor Lombottom te tiene cariño...
-Eso es mentira, voy mal, cada vez que entro al invernadero tiro una maceta sin querer o fuera en el huerto, piso plantas a pares.
-No seas exagerada, eso fue en examen, y fue porque estabas nerviosa -nos quedamos en silencio unos segundos.
-No te preocupes, seguro que apruevas -dijo James con una sonrisa en la cara.
Llegamos a la sala común y le di a James sus cosas, él subió a dejarlas y a cambiarse, teníamos que ir cenar y ya era algo tarde así que le grité por las escaleras a James que se diera prisa y él contestó que ya iba, y que no le metiera prisa.
Al cabo de unos tres minutos bajó corriendo con el uniforme puesto y un papel que parecía tener escrito un horario.
-Qué es? -pregunté a la vez que salíamos por el cuadro de la sala común.
-Es un planing de las fiestas de este año -me sonrío y me guiñó un ojo.
-Este año tiene que ser especial! -se entusiasmó Albus- es la primera Navidad de Lucy con nosotros.
Cuando se dio cuanta de lo que había dicho se pararon en seco en medio del pasillo y yo seguí caminando como su nada.
Me giré después de un par de pasos y les vi mirándose con cara de haber metido la pata.
-Hey! Vamos, que nos dejan sin comida -les dije para volver a seguir el camino, Albus y James me siguieron a una prudente distancia.
Llegamos al Gran Comedor y nos sentamos al lado de Lily y la pandilla de James.
-Y aquí llega en genial y maravilloso James Potter... -comenzó dándole ánimos Nick muy entusiasmado.
-...que en el entrenamiento de hoy no ha metído ni un mísero punto -terminó de decir el propio James.
-Bueno, es que no estabas concentrado.
-Como capitán del equipo debería ser el mejor, no? -comentó Lily mientras despegaba un segundo la vista de un libro.
-Tienes razón... -comenzó Nick pero James le volvió a cortar.
-No volverá a ocurrir -dijo frío comiendo crema/sopa de puerro.
-Ocurre algo? -pregunté tomandome un vaso de leche.
-Tengo que hablar contigo en privado -dijo autoritario, se levantó y me cogió de la muñeca para llevarme fuera a un sitio más reservado.
La gente se nos quedó mirando mientras pasábamos por las mesas, yo sin saber que hacer y sin tener la menor idea de lo que iba a pasar.
James se paró en medio de un pasillo con escaleras y hizo que me sentase, él se quedó de pie unos segundos y luego se agachó delante mío para mirame fijamente a los ojos.
-Qué haces?
-Eres Lucy?
-Si, quién iba a ser?
-Pues porqué mentiste sobre que no te encontraste con alguien en la estatua? La Lucy que conozco no es una mentirosa.
-Pues quizá no me conozcas tan bien como crees -dije con el ceño fruncido.
-No me has contestado a mi pregunta - sentó junto a mi -puede que Albus- y Lily se traguen que no apareció nadie pero tus ojos te delatan, cuando mientes no consigues mirar un punto fijo.
-Y cómo sabes eso?
-Cuando le mentímos a papá sobre los petardos hiciste igual, no parabas de mirar a la pared luego a los petardos, después a tus manos con algo de pólvora...
-Se me da mal mentir...
-Lo sé -hizo una pausa de varios minutos- me vas a contestar?
-No puedo -dije finalmente.
-Si fue papá lo sabré tarde o temprano, si el lo niega, entonces sabré si eres tú de verdad.
-Pues tendrás que esperar -me levanté y marché a la Sala Común, estaba casada y ya había terminado de cenar, así que sólo estuve un rato con los objetos que ahora eran míos, pero no descubrí nada nuevo.