Capítulo 5.

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Narra Hades:

En la mañana siguiente Shun estaba de mejor humor, por lo que desayunamos juntos y fuimos a dar un paseo, cómo no había entrenamiento podíamos estar juntos todo el día.

—Yo no sabía nada acerca de eso, era obvio que me iba a terminar asustando.

—Reconozco que fue mi error no haberte dicho lo que podía pasar, y también fue mi error no haber controlado mi celo.

—A todo esto... ¿Cómo sabe que soy un Omega?

—En primer lugar, eres muy bajo para ser un Alpha, en segundo... Si fueras un Beta no podría satisfacer mi celo por completo, así que era obvio que eres un Omega.

—Vaya... Ni siquiera yo sabía eso, supongo que ser Alpha tiene sus ventajas.

—Es normal, no es nada del otro mundo ser un Alpha a excepción de los problemas que podemos llegar a tener.

—¿Que problemas?

—Ya sabes... En el mundo no hay tantos Alphas, en el Olimpo es casi lo mismo.

—Ah... Así que todos pelean por los Alphas, ¿no es así?

—Efectivamente.

—¿Alguien peleó por usted?

—No realmente... Jamás había pisado el mundo humano así que no había muchas opciones, Perséfone es mi sobrina... Pero me enamoré de ella y la saqué del Olimpo.

—¿Ehh? ¿Cómo fue eso?

—Me enamoré de ella y ella de mí, claro que Deméter era muy sobre protectora con ella, no quería que pasara por el mismo destino.

—¿Que destino?

—No quería que sus hermanos o tíos abusaran de ella, así que la protegió mucho, en cuanto supe que estábamos enamorados la rapté con ayuda de Zeus.

—Un momento... Me está diciendo que su propio padre fue quien la entregó, ¿no es así?

—Sí, básicamente así fue.

—Que locura... ¿Y qué pasó después?

—Al final nos casamos con el consentimiento de Deméter, y hemos vivido toda la vida juntos.

—Ya veo... Siempre la ha amado a ella...

—Hasta que te conocí.

Dije y lo miré a los ojos por lo que él también me miró de la misma forma, puse mis manos sobre sus mejillas y le di un beso en la frente.

—Creí que mi verdadero amor era ella hasta que tú llegaste a mi vida.

—Q-Que cosas dice...

—Es la verdad Shun... El amor verdadero llega en el momento que uno menos espera.

Shun se sorprendió y comenzó a llorar por lo que le di un pequeño abrazo para consolarlo, sabía que él se sentía mal por Perséfone, también sabía que él me amaba de la misma manera.

Durante un momento pensé que llevar a Shun a conocer mi hogar sería una buena idea, era hora de llevarlo a conocer lo que yo quería que fueran sus aposentos también.

Llegamos al inframundo bastante rápido, ahí nos esperaban ya Hypnos y Thanatos.

—Señor Hades, joven caballero Shun.

¿Él o yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora