Capítulo 6.

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Narra Hades:

Luego de un increíble día volvimos a casa de Shun, durante el camino lo había estado pensando mucho en ese pequeño lapso por lo que sin más me animé a hablar con Shun sobre nosotros.

—Shun quiero decirte algo.

—¿Que ocurre?

—Yo... Estuve pensando y...

—Así que era cierto... —Se escuchó una voz detrás de nosotros que me paralizó.

—Perséfone... —Dije al voltear y mirar a mi esposa... ¿Cómo pasó todo tan rápido?

—No quería creer en lo que Poseidón dijo pero parece que es verdad.

—S-Señorita Perséfone...

Ella se acercó a nosotros con una mirada profunda y triste, se puso frente a Shun mirándolo a los ojos por lo que él se puso nervioso.

—Es tan bello cómo lo describió... ¿Por él vas a dejarme?

—Perséfone yo...

—Cállate. —Respondió y dirigió la mirada hacia mí. —Con que así será... Ambos se van a arrepentir, se los juro.

—Escúchame por favor... Todo tiene una explicación.

—¡No quiero escucharla! Acabaré con esto antes de que comience.

No pude moverme al sentir el peligro, Shun simplemente me miró a los ojos asustado, mi corazón latía rápidamente pero no era capaz de hacer algo.

Perséfone asesinó a mi pequeño Shun frente a mis ojos sin que yo tuviera la posibilidad de moverme... No podía creerlo.

—¡No! —Desperté gritando por lo que Shun también despertó.

—Señor Hades... ¿Qué pasó?

—Shun... Estás bien, estás aquí conmigo. —Le di un abrazo que el correspondió, sólo había sido una pesadilla.

—Sí... ¿Que sucedió? ¿Tuvo un mal sueño?

—Lo tuve... Pero afortunadamente sólo fue un sueño y todo está bien ahora...

—Tranquilo, todo estará bien. —Me dio un pequeño beso por lo que me tranquilicé.

—Lamento haberte despertado mi pequeño, vamos a dormir.

Le devolví el beso y nos quedamos dormidos a los pocos minutos, realmente ese sueño me tenía asustado y ahora tenía cierto miedo de lo que pudiera suceder entre nosotros...

¿Por qué todo tiene que ser tan difícil?

Al otro día despertamos temprano y acompañé a Shun al entrenamiento pues ya tenía que presentarse de nuevo.

—Nos veremos en la tarde pequeño, estaré esperando afuera.

—No es necesario Dios Hades, puede quedarse a mirar el entrenamiento si desea. —Dijo el caballero de Virgo.

—¿En serio? Entonces me agradaría quedarme a ver.

—Bien pasen los dos por favor.

Ver a Shun entrenar fue algo tan tierno que no pude evitar sentirme más enamorado de él, aunque dejaba en claro lo bueno que era en sus entrenamientos y en todo lo que hacía.

—Muy bien Shun, has mejorado mucho, definitivamente eres un digno sucesor.

—Muchas gracias Shaka, además eres el mejor maestro, claro que estoy mejorando gracias a ti.

—Oh gracias, no me gusta presumir pero es cierto, no le digas a nadie que soy el mejor caballero dorado. —Dijo susurrando lo último por lo que Shun rió.

—Lo eres, eres el mejor caballero dorado, aunque cuando yo sea caballero seré el mejor.

—Eres un digno sucesor, me recuerdas tanto a mí, estoy seguro de que serás el mejor, por hoy hemos terminado así que puedes irte ya.

—Gracias Shaka!

—¿Que le pareció Dios Hades? ¿Cree que Shun será un gran caballero?

—No tengo la menor duda, gracias por motivarlo tanto.

—No tiene que agradecer, ahora pueden retirarse antes de que sea tarde.

—¡Nos vemos mañana maestro!

—¡Adiós Shun!

El camino a casa fue muy tranquilo, Shun miraba a su alrededor pues su casa tenía un largo jardín de flores que fue obsequiado por el caballero de Piscis.

—¿Por qué fue que te dio todo esto?

—Afrodita y yo nos hicimos buenos amigos cuando usted nos permitió regresar, una vez tuvimos un enfrentamiento y por ello nos disculpamos uno con el otro.

—Oh, así que ahora se llevan bien.

—Así es, lo mejor que podemos hacer es tratar de llevarnos bien... Afortunadamente no hemos tenido problemas y todos hemos sido grandes amigos, gracias a usted es que podemos reunirnos.

—Lamento el daño que causé en el momento y lamento el daño que te causé a ti pequeño.

—No pienso en eso ya, usted se arrepintió y yo le creo, gracias por no hacer una guerra peor.

Un abrazo nos unió y entramos a casa únicamente para cambiarnos de ropa pues queríamos tener una cita cómo cualquier pareja normal.

—Estoy listo señor Hades.

—Iremos a bailar primero, luego a cenar, ¿o quieres cenar?

—Mm... No, mejor vamos a bailar, me agrada la idea!

—Perfecto, entonces vamos primero... Minos me habló de un lugar.

—¿Cómo es que ellos saben tanto?

—A diferencia de mí, ellos andan de aquí para allá en el Inframundo y en la Tierra, saben demasiado.

—Bueno no es malo que salga de vez en cuando señor Hades, además podría ser divertido.

—Entonces saldré de ahora en adelante siempre y cuando seas tú quien me acompañe.

Ambos nos miramos a los ojos con una sonrisa mientras Shun asentía con la cabeza, un pequeño beso nos unió y fuimos de camino a bailar, después a una increíble cena, toda nuestra cita fue completamente maravillosa y estaba más que feliz de haber compartido el día con mi Shun.

Al otro día y cómo era de esperar llevé a Shun al entrenamiento, aunque hubo una urgencia que debía atender en mi Reino por lo que me tuve que ir.

De haber sabido que las cosas pasarían de esa manera... Jamás me hubiera ido, no tampoco habría expuesto a tanto peligro a Shun, ni a los demás...

¿Él o yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora